Las alergias y el asma, que regularmente empiezan en la infancia, son primordialmente las enfermedades crónicas más comunes entre los niños en los Estados Unidos. Considere las siguientes estadísticas:
- Aproximadamente 50 millones de americanos tienen alergias (aproximadamente 1 de cada 5 personas en este país).
- El tipo más común de alergia es la fiebre del heno (rinitis alérgica); el costo médico del tratamiento, cuando se suman los costos directos e indirectos, excede ahora los $7 mil millones al año.
- Más de 17 millones de americanos tienen asma y aproximadamente un cuarto de estas personas son menores de 18 años. El asma es la causa de aproximadamente 4,000 muertes al año.
- De setenta a ochenta por ciento de los niños en edad escolar con asma también tienen alergias, las cuales se encuentran entre los desencadenantes más comunes del asma, vinculados estrechamente con las infecciones respiratorias virales.
- Si uno de los padres tiene alergias, existe un 25% de probabilidad de que el niño también sea alérgico. El riesgo se duplica casi de 60% a 70% si ambos padres tienen alergias.
Muchos aspectos de las alergias, eczema y asma aún no se comprenden por completo. Pero los avances en el diagnóstico y tratamiento de estos trastornos están ayudando a millones de pacientes.
¿Qué son alergias?
Muchas personas equivocadamente usan la palabra alergia para referirse a una enfermedad o casi a todas las reacciones desagradables o adversas. Con frecuencia escuchamos a alguna persona que dice, “tengo alergias”, “él es alérgico al trabajo duro”, o “ella es alérgica a cualquier cosa verde”. En realidad, las alergias son reacciones que usualmente son ocasionadas por un sistema inmune sobrereactivo. Estas reacciones pueden ocurrir en diferentes órganos del cuerpo, ocasionando en enfermedades como la fiebre del heno y eczema.
Su sistema inmune está formado por una cantidad de diferentes células que vienen de los órganos en todo el cuerpo, principalmente la médula ósea, la glándula timo y la red de nódulos linfáticos y tejido linfático esparcidos por el cuerpo, incluyendo el vaso, el tracto gastrointestinal, las amígdalas y los adenoides (una estructura en forma de aceituna que se encuentra en la parte superior de la garganta detrás de la nariz).
Normalmente, es el sistema inmune que protege el cuerpo contra las enfermedades al buscar y destruir a los invasores externos, como los virus y bacterias. En una reacción alérgica, el sistema inmune sobrereacciona y entra en acción contra una sustancia normalmente inofensiva, como el polen o la caspa de los animales. Estas sustancias que ocasionan alergias se denominan alérgenos.
¿Quién está en riesgo?
A pesar de que las alergias se pueden desarrollar a cualquier edad, lo más común es que se presenten durante la infancia o el principio de la edad adulta. Una búsqueda en el historial médico familiar de un niño que padece de alergias usualmente llevará a un pariente que también tiene alergias. Si un padre, hermano o hermana tiene alergias, hay un 25% de probabilidad de que el niño también tenga alergias. El riesgo es mucho mayor si ambos padres son alérgicos. Pero el niño no será alérgico necesariamente a las mismas sustancias que los padres ni mostrará siempre el mismo tipo de enfermedad alérgica (por ejemplo, fiebre del heno, asma, eczema).
Síntomas asociados con las alergias
Ojos, oídos, nariz, boca
- Ojos rojos, llorosos o picazón en los ojos
- Inflamación alrededor de los ojos
- Estornudos
- Secreción nasal
- Picazón de nariz, frotarse la nariz
- Goteo postnasal
- Inflamación y congestión nasal
- Picazón en el canal auditivo
- Picazón de la boca y garganta
Pulmones
- Tos seca fuerte o tos que produce un moco transparente
- Silbido asmático (respiración ruidosa)
- Sensación de opresión en el pecho
- Baja tolerancia a los ejercicios
- Respiración rápida, dificultad para respirar
Piel
- Eczema (parches de salpullido rojo y que pica)
- Urticaria (ronchas)
Intestinos
- Calambres y dolor intestinal
- Diarrea
- Náuseas o vómitos
Misceláneo
- Dolor de cabeza
- Sensación de inquietud, irritabilidad
- Fatiga excesiva
Cuándo sospechar de una alergia
Las alergias pueden ocasionar diferentes tipos de condiciones. Algunas son fáciles de identificar por el patrón de los síntomas que invariablemente siguen a la exposición a una partícula especifica; otros son más sutiles y se pueden enmascarar por otras condiciones. Aquí hay algunas pistas comunes que deben indicarle que puede sospechar que su hijo podría tener una alergia.
- Parches de ampollas o piel roja y que pica y que no desaparecen
- Desarrollo de urticaria, erupciones de la piel que pican de manera intensa y que usualmente duran algunas horas y se trasladan de una parte del cuerpo a otra
- Los síntomas repetidos o crónicos parecidos a los del resfriado, como secreción nasal, congestión nasal, estornudos y carraspera que dura más de una semana o dos, o que se desarrolla aproximadamente en la misma época cada año
- Frotarse la nariz, respirar con ruido, resollar, estornudar o goteo de la nariz
- Ojos llorosos y que pican
- Sensaciones de picazón o cosquilleo en la boca y garganta
- Tos, silbido asmático, dificultad para respirar y otros síntomas respiratorios
- Brotes de diarrea inexplicados, calambres abdominales y otros síntomas intestinales.
¿Dónde entra el asma?
Aunque las alergias pueden desencadenar el asma y el asma con frecuencia se asocia con las alergias, en realidad son 2 cosas diferentes. En términos simples, el asma es una condición crónica que se origina en los pulmones, mientras que las alergias describen reacciones que se originan en el sistema inmunológico y pueden afectar muchos órganos, incluyendo los pulmones. Muchas sustancias y circunstancias diferentes pueden desencadenar un ataque de asma, el ejercicio, la exposición a aire frío, una infección viral, contaminación ambiental, humos nocivos, humo de tabaco y para muchos pacientes que tienen asma, un anfitrión para los alérgenos. De hecho, aproximadamente 80% de los niños que tienen asma también tienen alergias. A pesar de que las alergias son importantes desencadenantes del asma, varias exacerbaciones graves del asma se desencadenan por el conocido virus de gripe común, totalmente sin relación con las alergias.