Los padres a menudo culpan a las golosinas y otros alimentos altos en azúcares cuando los niños se vuelven rebeldes. Algunas personas insisten en que el azúcar dispara la hiperactividad. Sin embargo, cuando se pone a prueba, el vínculo del comportamiento con el azúcar no se mantiene.
En un estudio controlado cuidadosamente de niños en edad preescolar y en edad escolar, los investigadores no encontraron ningún efecto en el comportamiento o la capacidad de concentrarse cuando el consumo de azúcar era mayor de lo normal, incluso entre los niños cuyos padres fueron identificados como “sensibles al azúcar”. Otro estudio descubrió que el azúcar tenía el efecto opuesto a lo esperado, cuando se le dio a los niños cuyos padres creían que eran reactivos al azúcar, una gran dosis de azúcar, ellos en realidad fueron menos activos que antes. Finalmente, varios estudios que comparan los niveles de glucosa en la sangre han descubierto que los niños con trastorno de déficit de atención/hiperactividad (TDAH) tuvieron exactamente la misma respuesta al consumo de azúcar que los niños sin TDAH. No existe una base científica para las afirmaciones de que el azúcar y otros endulzantes tienen influencia en el comportamiento o causan TDAH, incluso a niveles muchas veces mayores que los de una dieta normal. La sobreactividad que los niños demuestran después de una fiesta de cumpleaños o Halloween puede ser debido más a la estimulación del evento que al consumo de azúcar.
Dietas especiales
Las dietas especiales para la hiperactividad se basan en la creencia de que las alergias o reacciones a los alimentos causan un comportamiento no deseado. Las dietas típicamente se enfocan en los aditivos artificiales, el azúcar o los alimentos comúnmente alérgenos (por ejemplo, maíz, nueces, chocolate, mariscos y trigo). Sin embargo, no existe evidencia que relacione los alimentos con el comportamiento.
Algunos estudios muestran que los preservantes químicos o colorantes, supuestamente a través de un medicamento en lugar de un mecanismo alérgico, pueden contribuir a estos problemas, pero la evidencia es débil y no tiene mucha aceptación por parte de los expertos. Por lo tanto, American Academy of Pediatrics no recomienda dietas especiales para tratar la hiperactividad.Si su hijo se comporta de manera extraña o tiene síntomas inusuales después de comer un alimento específico, no hará ningún daño evitarlo, ya que su dieta incluye otras opciones del mismo grupo de alimentos.