La pauta más importante para los niños pequeños con vómitos o diarrea es mantenerlos adecuadamente hidratados. Esto significa darles suficiente leche materna, fórmula, solución de electrolitos u otros líquidos.
Uso de una solución de reemplazo de electrolitos en el hogar
En caso de deshidratación grave, a veces es necesaria la
hospitalización para que su hijo pueda rehidratarse con líquidos intravenosos (IV). En los casos más leves de deshidratación, todo lo que podría necesitar su hijo es una solución de reemplazo de electrolitos de acuerdo con las instrucciones de su pediatra.
Esta tabla muestra la cantidad aproximada de solución de electrolito que debe utilizar:
6-7 | 10 | 16 |
11 | 15 | 23 |
22 | 25 | 40 |
26 | 28 | 44 |
33 | 32 | 51 |
40 | 38 | 61 |
*Nota: esta es la cantidad mínima de líquido que requiere un niño normal. La mayoría de los niños beben más que esto.
Lactancia materna para mantener a su hijo hidratado
Los bebés que son
amamantados exclusivamente tienen menos probabilidades de desarrollar diarrea grave. Si un bebé amamantado desarrolla diarrea, generalmente puede continuar amamantando y se podría agregar una solución electrolítica adicional solo si su médico lo considera necesario. Muchos bebés que son amamantados pueden mantenerse hidratados con la lactancia frecuente únicamente.
Retomar una dieta normal después de la diarrea
Una vez que la diarrea ceda y su hijo quiera comer, puede ampliar gradualmente su dieta con el objetivo de volver a su dieta habitual, ya que puede tolerarla. A veces, beber leche empeora la diarrea. Es por eso que, en niños mayores de un año de edad, su pediatra podría recomendar suspender la leche. O bien, podría recomendar fórmula o leche sin lactosa durante un período de tiempo.
No es necesario prohibir los alimentos por más de 24 horas. Su hijo necesitará una nutrición normal para comenzar a recuperar la fuerza perdida. Después de que haya comenzado a darles comida nuevamente, es posible que sus heces permanezcan blandas. Sin embargo, eso no significa necesariamente que las cosas no marchen bien. El objetivo es lograr una mayor actividad, un mejor apetito, una micción más frecuente y la desaparición de cualquiera de los signos de deshidratación. Cuando eso suceda, sabrá que su hijo está mejorando.
Cuando las bebidas azucaradas causan diarrea
Si su hijo bebe demasiado líquido, especialmente demasiado jugo o bebidas azucaradas como se mencionó anteriormente, podría desarrollar una afección comúnmente conocida como diarrea del infante. Esto provoca heces sueltas continuas, pero no debería afectar el apetito o el crecimiento ni causar deshidratación. Aunque la diarrea del infante no es una condición peligrosa, su pediatra podría sugerirle que limite la cantidad de jugo y líquidos azucarados que bebe su hijo. Idealmente, los infantes y los niños deben beber principalmente
agua y leche.
Recuerde
Hable con su pediatra cada vez que tenga inquietudes relacionadas con la salud de su hijo.