Un sentido saludable de autoestima puede ayudar a los niños a manejar los desafíos inevitables del crecimiento. Si le preocupa el sentido de autoestima de su hijo, observe estos patrones en su comportamiento.
Un niño o adolescente con baja autoestima puede:
Evitar una tarea o desafío sin siquiera intentarlo. Esto a menudo indica un miedo al fracaso o una sensación de impotencia.
Renunciar poco después de comenzar un juego o una tarea, dándose por vencido a la primera señal de frustración.
Hacer trampa o mentir cuando creen que van a perder un juego o lo van a hacer mal.
Mostrar signos de regresión, actuar como un bebé o de forma muy ridícula. Estos tipos de comportamiento dan lugar a las burlas y los insultos de otros niños, lo que empeora el problema.
Volverse controlador, mandón o inflexible como forma de ocultar sentimientos de insuficiencia, frustración o impotencia.
Inventar excusas ("el maestro es tonto") o minimizar la importancia de los eventos ("de todos modos, ese juego no me gusta mucho"). Pueden usar este tipo de racionalización para culpar a otros o a fuerzas externas.
Tener disminución de las notas o menos interés en las actividades habituales.
Retraerse socialmente, perdiendo o teniendo menos contacto con amigos.
Experimentar cambios de humor, tristeza, llanto, arrebatos de ira, frustración o tranquilidad.
Hacer comentarios autocríticos tales como "Nunca hago nada bien", "No le gusto a nadie", "Soy feo", "Es mi culpa" o "Todos son más inteligentes que yo".
Tener dificultad para aceptar elogios o críticas.
Preocuparse demasiado o ser sensible con respecto a las opiniones de otras personas sobre ellos.
Parece estar fuertemente afectado por la influencia negativa de los compañeros. Pueden desarrollar actitudes y comportamientos como el desdén por la escuela. Pueden faltar a clases, faltar al respeto, robar o probar tabaco, alcohol u otras sustancias.
Maneras de apoyar la autoestima de su hijo
Pase tiempo con su hijo. Encuentre actividades que puedan hacer juntos que los hagan sentir exitosos. Elija actividades que también sean divertidas, sin ganadores ni perdedores. Asista a sus partidos de fútbol y recitales de música. Demuestre interés en su hijo y en sus logros. Al dedicar tiempo y energía a su hijo, le transmitirá un poderoso mensaje de amor y aceptación.
Trate a su hijo como una persona importante. Anímelo a expresarse, escuchar sin juzgar, aceptar sus sentimientos y trátelo con respeto. Las comidas familiares, incluso si es el desayuno al comienzo del día, le ofrecen la oportunidad de escuchar a su hijo.
Permita que su hijo tome decisiones siempre que sea posible y asuma más responsabilidades en su vida. Demuéstrele su confianza.
Construya relaciones familiares cercanas y haga que su hijo sienta que contribuye a la unidad familiar.
No exponga a su hijo a, ni le confíe, temas de adultos o tensiones familiares y de vínculos que le causarán estrés. Trate de minimizar sus ansiedades relacionadas con las crisis y cambios familiares, brindándole la mayor continuidad y estabilidad posible.
Anime a su hijo a brindar servicio a los demás a través de actividades o grupos de voluntarios como Scouts o programas similares. Esto puede aumentar su sentido de comunidad y de importancia y valor personal, además de su sentimiento de pertenencia y ser apreciado.
Enséñele a su hijo a elogiarse a sí mismo. Debe sentirse orgulloso de sus logros.
Dígale a su hijo cuánto lo ama, sin condiciones ni ataduras. Aunque las acciones y los esfuerzos de los padres transmiten amor de manera indirecta, los niños también necesitan escuchar las palabras "Te amo".
Sea paciente y pida ayuda
Su hijo no afianzará el concepto de sí mismo de la noche a la mañana. Puede tomarle meses o años, y será un proceso continuo. Sin embargo, si su hijo no responde a sus intentos de ayudarlo, hable con su pediatra sobre la necesidad de apoyo profesional.
No importa cuál sea la autoestima de su hijo, trate de seguir ayudándolo a sentirse tan bien consigo mismo como sea posible. Permanezca sensible a lo que está sintiendo. Reconozca sus esfuerzos y logros. Manténgase flexible y solidario en la forma en que aborda sus dificultades. Acepte a su hijo como la persona que es y ayúdelo a sentirse bien con la persona en la que se está convirtiendo.
Tenga en cuenta que el factor más importante para mantener la autoestima de un niño es la presencia de un adulto que demuestre respeto y aceptación y que brinde apoyo que transmita el mensaje "Creo en ti".
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