Por Laura A. Jana, MD, FAAP y Jennifer Shu, MD, FAAP
Antes de acostar a su bebé para dormir por la noche o para una siesta, tenga en cuenta estos consejos de seguridad y consideraciones prácticas.
Seguridad de la cuna
Ya sea que decida instalar una cuna para su bebé tan pronto como su prueba de embarazo dé positivo o meses después de la esperada llegada de su recién nacido, hay algunos principios generales de seguridad que deberá seguir para garantizar la seguridad de su bebé. Es posible que algunos no parezcan especialmente relevantes durante los primeros meses de vida de su bebé, pero como las cunas suelen ser artículos costosos y en la que usted invierta será puesta a prueba durante los próximos años, a medida que su bebé aprenda a rodar, sentarse, ponerse de pie y trepar por ella, vale la pena tener en cuenta las preocupaciones de seguridad presentes y futuras.
Barrotes de la cuna. No debe haber una separación mayor que 2 y 3⁄8 pulgadas entre los barrotes (6 cm). Todas las cunas nuevas deben cumplir con este estándar, pero es posible que las cunas más antiguas no lo hagan. Evite usar cualquier cuna que no cumpla con este estándar de 2011.
Pilares y recortes. Evite los pilares de la cama con una altura mayor que 1/16 de pulgada (0.15 cm) (sabemos que eso no es casi nada, pero ese es el punto) y/o recortes en la cabecera o cualquier otra parte de la cuna, donde las partes del cuerpo de un bebé o niño pequeño podrían atascarse.
Cojines protectores y almohadas. Sí, son suaves y bonitos. Pero lo suave y lo bonito no debería ser su factor de decisión. Por motivos de seguridad, quite los cojines protectores para cunas y las almohadas de la cuna de su bebé.
Juguetes para la cuna. Pueden parecer inofensivos, entretenidos, bonitos y tiernos, pero quite todos los animales de peluche (y la mayoría de los juguetes) de la cuna de su recién nacido porque pueden suponer un riesgo de seguridad pequeño, pero real. Las excepciones incluyen los tipos de juguetes que se atan con firmeza al costado de la cuna. A algunos bebés les gustan los espejos o los juguetes con partes con las que pueden jugar (como los spinners, los sonajeros y la música), pero es probable que a su recién nacido no le interesen demasiado durante al menos unas semanas.
Móviles. Los móviles son juguetes colgantes especiales diseñados para entretener al bebé y que pueden fijarse a la cuna, al techo o a la pared. Algunos incluso están adornados con luces o son musicales. Son divertidos, pero definitivamente opcionales. Si elige usar móviles, asegúrese de que no cuelguen lo suficientemente bajo como para enredar a su bebé, sobre todo cuando empiece a rodar. De hecho, una vez que su bebé pueda sentarse, será definitivamente el momento de quitar el móvil.
Ubicación de la cuna. A menos que no le importe redecorar y reorganizar un poco cuando su bebé empiece a moverse, le sugerimos que ubique la cuna bien lejos de cualquier ventana y a no menos de un brazo de distancia de cualquier cómoda o mesa cercana. Sabiendo que no pasará mucho tiempo antes de que todo lo que esté al alcance de la mano sea un juego justo, también recomendamos limitar la decoración de las paredes sobre la cuna a paredes pintadas o cubiertas con papel tapiz. Los marcos y los espejos sobre las cunas pueden ser bonitos, pero también representan la posibilidad de lesiones. Tenga en cuenta que, aunque sean seguros, incluso los bordes de papel ubicados al alcance de la cuna no suelen resistir con eficacia los dedos curiosos.
Colchón que encaje bien/sábanas ajustables. Aunque parecen estar estandarizados en su mayoría, las cunas y los colchones pueden venir y vienen en más de un tamaño. Por eso, asegúrese de mirar dos veces las medidas y leer las etiquetas para garantizar la obtención de un colchón que encaje perfectamente en la cuna elegida. Cualquier espacio adicional entre el colchón y el armazón de la cuna tiene el potencial de atrapar el brazo, la pierna o la cabeza del bebé. También asegúrese de que las sábanas ajustables estén lo suficientemente apretadas como para que no se deslicen fácilmente, lo que supondría un grave peligro para la seguridad.
Barandas resistentes a los dientes. Algunas barandas están recubiertas de un plástico especial para evitar que los bebés en proceso de dentición muerdan la pintura o la madera.
Altura del colchón regulable. Muchas cunas tienen alturas regulables para que pueda bajar el colchón a medida que su bebé crezca, lo que dificulta que se trepe para salir. Es probable que desee mantenerlo en el nivel más alto mientras su recién nacido esté relativamente inmóvil y usted vaya y venga con frecuencia, ya que le permitirá evitar mucho daño en la espalda. Recuerde que cuando su bebé pueda sentarse o ponerse de pie, deberá bajar el nivel del colchón de la cuna en consecuencia.
Cunas: cuanto más vacías, mejor
Si descubre que la emoción que siente por tener un nuevo bebé involucra la compra de un sofisticado juego de cama para bebés completo con cojines protectores y manta acolchada, le sugerimos que trabaje en cambiar su mentalidad en lugar de la decoración del cuarto de su bebé. Simplemente recuerde que la AAP recomienda que solo se coloque una sábana bien ajustada con su bebé en la cuna durante el primer año.
Por qué las cunas con barreras laterales corredizas son cosa del pasado
En años anteriores, las barandas de las cunas casi siempre eran regulables, lo que significaba que podía subir y bajar una o ambas barandas laterales. Aunque esta característica había sido atractiva para los padres durante mucho tiempo como una comodidad, se convirtió en una preocupación de seguridad. Las numerosas lesiones provocadas por las barandas laterales de las cunas ocasionaron el mayor retiro de cunas de la historia (¡2.1 millones de cunas!) en 2009. Como resultado, la Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor (Consumer Product Safety Commission, CPSC), que establece las normas de seguridad voluntarias de la industria, exigió que, a partir de ahora, todas las cunas de tamaño estándar se fabriquen con 4 barreras inamovibles. Mensaje para llevar a casa para todos los padres: consulte siempre la información de seguridad más reciente en el sitio web de la CPSC (en inglés) antes de bajar la guardia.
¿El bebé debe dormir solo o en la cama familiar?
Probablemente desde el principio de los tiempos, los bebés y los padres de todo el mundo han dormido juntos en lo que se conoce comúnmente como "la cama familiar". Pero en los últimos años, sobre todo en países industrializados como Estados Unidos, la tendencia es que los niños duerman solos desde su nacimiento. Dado que esta tendencia concuerda con lo que ahora sabemos que es más seguro para los bebés, le sugerimos que deje prevalecer el sentido común y asuma un fuerte compromiso con la seguridad.
La cama familiar. Ya sea por limitaciones de espacio, por normas culturales o por la firme creencia de que compartir la cama es una parte integral de la crianza, los padres han dormido con sus bebés durante miles de años. En diversas partes del mundo y en un buen 60% de los hogares estadounidenses, muchos bebés siguen durmiendo en la cama con sus padres, al menos de vez en cuando, a pesar de las crecientes preocupaciones por los riesgos asociados. Los seguidores de la crianza con apego parecen estar convencidos de que los padres y los bebés se benefician más de la creación de vínculos siempre que sea posible, incluso durante el sueño. Sus partidarios también consideran que compartir la cama facilita la lactancia. Le animamos a seguir leyendo para conocer algunos aspectos importantes que debe tener en cuenta antes de optar por la cama familiar.
Dormir solo. Al decir que duerma solo, no queremos insinuar que lo haga en otra habitación, sino que no esté en la misma cama. En los Estados Unidos, se ha producido un cambio definitivo con respecto a acostar a los bebés para que duerman solos, ya sea en una cuna, una cuna mecedora o un moisés. El avance de nuestro país hacia el sueño independiente bien puede atribuirse, en parte, a las preocupaciones recientes y bien fundadas de que compartir la cama durante el primer año aumenta el riesgo de muertes infantiles relacionadas con el sueño. Otros motivos prácticos por los que los padres optan por dormir solos: les parece más seguro, más saludable (para su bebé y para ellos mismos) y menos intrusivo en su tiempo "adulto".
La inseguridad de compartir la cama
Muchos nuevos padres se sienten tentados a llevar a su recién nacido a la cama con ellos, a menudo por fatiga y conveniencia, así como por razones culturales y filosóficas. Sin embargo, la seguridad de compartir la cama ha sido objeto de mucho debate.
Estudios recientes sugieren que compartir la cama puede aumentar significativamente el riesgo de asfixia infantil. Por lo tanto, encontrará que muchos expertos (incluidos los responsables de redactar la política de AAP) ahora lo desaconsejan y sugieren la alternativa más práctica y segura de compartir la misma habitación pero no la misma cama durante el primer año de su bebé. Si existe la posibilidad de que se duerma con su bebé en su cama, aunque sea con poca frecuencia, aquí hay algunas consideraciones de seguridad extremadamente importantes.
- Haga una cuna en su cama. Las pesadas mantas, edredones, almohadas y otros accesorios que normalmente se encuentran en las camas para adultos pueden sofocar o asfixiar a un bebé y, por lo tanto, no deben estar en el mismo lugar donde duermen los recién nacidos. (Y ya que estamos recomendando medidas simples pero potencialmente salvadoras de vidas, también recomendamos encarecidamente quitar todos y cada uno de los elementos que distintas personas hayan podido poner en la cuna de su bebé).
- Los bebés que comparten la cama corren el riesgo de sufrir caídas o la posibilidad de quedar atrapados entre el colchón y la pared, la cabecera u otros muebles.
- No es recomendable compartir la cama y al mismo tiempo usar tabaco, alcohol o drogas. Estas sustancias, incluidos los medicamentos de venta libre o recetados, tienen el potencial distintivo de causar somnolencia excesiva o deterioro del juicio, lo que hace que aquellos que eligen consumirlas corran el riesgo de ser menos conscientes de que hay un bebé en la cama.
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Acerca de la Dra. Jana
Laura A. Jana, MD, FAAP, es pediatra y madre de 3 hijos. Tiene un nombramiento docente en el Centro de Investigación de Prevención Edna Bennett Pierce de la Universidad de Penn State. Es autora de más de 30 libros para niños y padres, y se desempeña como experta/colaboradora de la primera infancia para organizaciones que incluyen la Oficina de Salud Materna e Infantil, Primrose Schools y US News & World Report. Vive en Omaha, NE.
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Acerca de la Dra. Shu
Jennifer Shu, MD, FAAP se desempeña como editora médica de HealthyChildren.org y proporciona supervisión y dirección para el sitio junto con el editor del personal. La Dra. Shu es pediatra en ejercicio en Children's Medical Group en Atlanta, Georgia, y también es madre. Obtuvo su título de médico en el Medical College of Virginia en Richmond y se especializó en pediatría en la Universidad de California, San Francisco. Su experiencia incluye trabajar en la práctica privada, así como trabajar en un centro médico académico. Se desempeñó como directora de la sala de recién nacidos en el Centro Médico Dartmouth-Hitchcock en New Hampshire. La Dra. Shu también es coautora de
Food Fights y Heading Home with Your Newborn publicados por la American Academy of Pediatrics (AAP).
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