Hoy en día los padres y pediatras no están tan preocupados por esterilizar los biberones y el agua como lo hacían hace una generación, pero muchos lo están considerando debido a los recientes informes de suministros de agua contaminada de la ciudad y el aumento de los problemas relacionados con la seguridad de los alimentos.
Para comenzar, siempre lávese las manos antes de manipular los biberones del bebé o alimentar a su bebé.
Si utiliza cobertores plásticos desechables para biberones y leche de fórmula lista para usar, es necesario asegurarse de que las tetinas estén limpias. Frótelas en agua caliente y jabonosa, luego enjuáguelas para eliminar todos los restos de jabón; algunos expertos recomiendan hervirlos durante 5 minutos.
Siempre lave y enjuague cuidadosamente y seque la parte superior de la lata de la leche de fórmula antes de abrirla; asegúrese de que el abrelatas, las cucharas para mezclar, frascos y otro equipo estén limpios.
Biberones de vidrio y seguridad de la leche de fórmula
Si utiliza biberones comunes de vidrio y leche de fórmula concentrada o en polvo, debe asegurarse de que los biberones y el agua que agregue a la leche de fórmula esté libre de gérmenes. No necesita hervir los biberones; puede ponerlos, junto con las tazas para mezclar y otro equipo que use para preparar la leche de fórmula, en un lavaplatos que use agua caliente y tenga un ciclo de secado en caliente. También puede lavar los biberones en agua caliente jabonosa y enjuagarlos cuidadosamente. Esto matará la mayoría de los gérmenes.
Mezcla con agua
El agua para mezclar la leche de fórmula infantil debe provenir de una fuente de agua segura según lo define el departamento de salud estatal o local. Si está preocupado o tiene dudas sobre la seguridad del agua potable, puede usar agua embotellada o hervir agua potable fría durante 1 minuto (no más), luego enfríe el agua a temperatura ambiente durante no más de 30 minutos antes de usarla. El agua tibia deberá probarse anticipadamente para asegurarse de que no esté demasiado caliente para el bebé. La forma más fácil de probar la temperatura es derramar unas cuantas gotas en el interior de su muñeca. Si no, puede también preparar un biberón agregando leche de fórmula en polvo y agua a temperatura ambiente del grifo, justo antes de dárselo al bebé. Los biberones de leche de fórmula en polvo que se preparan de esta forma pueden estar listos para su consumo debido a que no es necesario enfriarlos ni calentarlos adicionalmente.
Almacenamiento de la leche de fórmula preparada
La leche de fórmula preparada debe desecharse en el término de 1 hora después de alimentar a un bebé.
La leche de fórmula preparada que no se le dio a un bebé, se puede almacenar en el refrigerador durante 24 horas para evitar la contaminación bacteriana.
Un recipiente abierto de leche de fórmula preparada concentrada lista para la alimentación debería estar cubierto, refrigerado y desecharlo después de 48 horas si no lo ha usado.