Este otoño hemos visto un aumento temprano de las infecciones virales. Al mismo tiempo, existe una escasez en los EE. UU. de amoxicilina líquida, el antibiótico más utilizado para tratar infecciones de oído, neumonía y sinusitis.
La mayor parte de las infecciones que enferman a los niños han sido causadas por el virus sincitial respiratorio (VSR) y la influenza. También estamos viendo rinovirus, COVID-19 y parainfluenza. Estas infecciones virales a menudo pueden causar infecciones de oído, neumonía y sinusitis. A veces también se desarrollan infecciones bacterianas durante estas enfermedades virales.
Como padre, es posible que se pregunte qué hacer si su hijo desarrolla una infección bacteriana. Si la amoxicilina líquida no está disponible, ¿se puede usar otro antibiótico en su lugar?
¿Mi hijo realmente necesita antibióticos?
Esta es una buena pregunta. De hecho, hay momentos en que la "espera vigilante" (estrategia de esperar y ver) es un buen plan. No siempre es útil que un niño comience a tomar antibióticos de inmediato. A menudo, un padre/cuidador y el pediatra pueden acordar esperar y ver si su hijo mejora sin el antibiótico recetado.
Por ejemplo, las infecciones de oído a menudo se resuelven en unos pocos días incluso sin antibióticos. ¿Qué sucede cuando sus síntomas no mejoran durante ese tiempo? Si el niño no tiene fiebre alta, es decir, más de 102.2°F o 39°C, dolor severo o secreción de oídos, un "tratamiento corto" de antibióticos (alrededor de 5 a 7 días) es suficiente para tratar la infección sin causar efectos secundarios como diarrea, malestar estomacal y erupción.
Del mismo modo, para los niños con secreción nasal o tos que no mejora durante 10 días, se puede usar la "espera vigilante" durante 3 días más antes de recetar antibióticos para una infección de los senos paranasales, siempre que los síntomas no incluyan fiebre mayor a 102.2°F o 39°C. Para los niños que necesitan tratamiento, también se pueden usar 5 a 7 días de antibióticos.
¿Podemos usar otro antibiótico en lugar de amoxicilina líquida?
El antibiótico adecuado para su hijo depende del tipo de infección y de los medicamentos disponibles en su área. Cuando no se dispone de amoxicilina líquida, el pediatra puede sugerir:
Otras formas de amoxicilina, como tabletas masticables, cápsulas que se pueden abrir o tabletas que se pueden triturar y mezclar con líquido o un bocado de comida como puré de manzana.
Otro tipo de antibiótico. Por ejemplo, el antibiótico de prescripción amoxicilina-ácido clavulánico hace un buen trabajo en el tratamiento de estas infecciones, pero causa diarrea con más frecuencia que la amoxicilina.
Recuerde
Cuando lleva a su hijo enfermo al pediatra, la prescripción de antibióticos no es la única opción. Aproximadamente la mitad de los antibióticos prescritos para las infecciones respiratorias no son necesarios. Pregunte si se puede usar la "espera vigilante" para su enfermedad y qué más podría ayudarlos a sentirse cómodos. Esto le da a usted y al médico la oportunidad de discutir todas las opciones de tratamiento.
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