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Seguridad y Prevención

Consejos para administrar vacunas sin lágrimas

Muchos niños y sus padres relacionan una visita al pediatra con las inyecciones. En realidad hay un par de vacunas que no administramos con una inyección, específicamente la vacuna oral contra el rotavirus. Sería excelente si las pudiéramos administrar todas por la boca, pero las vacunas contienen proteínas y azúcares complejos que se digieren rápidamente en el estómago, de manera que la única forma de lograr que tengan el mayor contacto con el sistema inmunitario es inyectarlas en la piel o el músculo.

Vacunas combinadas

Sin embargo, es bueno saber que los pediatras so mucho más ingeniosos para evitar el dolor de la vacuna. Primero que todo, con frecuencia podemos administrar varias vacunas en una sola inyección.

Gracias a las vacunas combinadas, el máximo número de inyecciones que reciben a la vez muchos niños durante las visitas de control son 3. Normalmente administramos estas vacunas en los muslos durante los primeros años de vida y en los músculos del hombro después. Cuando hay personal disponible, ellos pueden usar ambas piernas al mismo tiempo para minimizar la duración de la molestia. Debido que el dolor se siente tiende a sentirse en una misma ocasión, se disuade a los padres a que separen las vacunas para varias visitas. No existe razón médica para hacerlo, y esto tiende a prolongar las molestias para todos.

Técnicas para el control del dolor

Ahora también tenemos una variedad de técnicas eficaces para el control del dolor y disminuir el estrés. Para los niños pequeños y los niños en edad escolar, se combinan las técnicas de distracción, tales como hacer burbujas de jabón o juegos con las cremas o atomizadores anestésicos (para adormecer) que pueden ser muy eficaces para todas las inyecciones o procedimientos con agujas.

Los agentes anestésicos incluyen:

  • Un aerosol enfriador puede adormecer la piel justo antes de que se administren las inyecciones para que no haya sensación de aguijón.

  • Las cremas anestésicas tópicas pueden aplicarse con anterioridad para adormecer la piel antes de aplicarse la inyección.

  • Una placa de plástico cubierta con pequeños puntos y una sensación vibrante (zumbido) para bloquear el dolor.

Para los bebés que están siendo amamantados, la lactancia materna durante una vacuna puede también brindarles alivio al dolor. Un chupete o chupo también puede tranquilizarlos.

Incluso sin usar ninguna de estas técnicas, la mayoría de bebés se tranquilizan muy rápidamente después de las inyecciones solo con cargarlos. La calma en su voz y la firme alivio que le da su abrazo le dicen a su bebé que todo está bien. Recuerde, las inyecciones pueden doler por un rato, pero la protección que le brindan a su bebé es algo bueno para toda la vida.

Reacciones adversas

Las reacciones adversas más comunes después de la vacuna son fiebre e irritabilidad, y algunas veces es posible que haya un poco de enrojecimiento o hinchazón en el sitio de la inyección. Muchos padres preguntan si deben darle acetaminofén (por ejemplo, Tylenol, PediaCare para aliviar la fiebre) o ibuprofeno (por ejemplo, Motrin, Advil) antes de la visita para la vacuna. En el pasado hemos recomendado el uso de estos medicamentos para reducir cualquier incomodidad o posible fiebre provocada por las vacunas. Algunos estudios más recientes han cuestionado si darle acetaminofén podría hacer que las vacunas fueran ligeramente menos eficaces, así que algunos pediatras ya no lo recomiendan.

Cualquier medicamento o vacuna tiene el potencial de causar una reacción alérgica, algunas veces, una muy severa. Los índices de reacciones alérgicas severas con las vacunas oscilan en el rango de 1 en cada millón, lo que las hace muy poco comunes.

Cuándo llamar al médico

Ningún síntoma después de recibir vacunas debe ser dramático. Si su hijo tiene una temperatura por arriba de 102 °F (38,8 °C) o una fiebre que dure más de algunos días, o si está más inquieto de los común, aún debe consultar a su médico y no solo asumir que sus síntomas son por las vacunas.

Si observa que su hijo tiene urticaria, sibilancia o parece más enfermo de lo normal, después de recibir las vacunas, notifique al personal del consultorio si aún se encuentra allí o llame a los servicios médicos de emergencia (911) si no lo está.

Información adicional:

 

Autor
David L. Hill, MD, FAAP
Última actualización
11/13/2019
Fuente
Adapted from Dad to Dad: Parenting Like a Pro (Copyright © American Academy of Pediatrics 2012)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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