Aprender a nadar puede brindarle a su hijo diversión para toda la vida, ejercicio físico y una medida de seguridad en el agua.
Estas son algunas de las múltiples razones para inscribir a su hijo en
lecciones de natación. Aprenda también cuándo están listos los niños, cómo encontrar lecciones de calidad y por qué es posible que desee considerar inscribirse usted también.
1. ¡Nadar puede ser divertido!
Los niños de todas las edades suelen quedar cautivados por el agua. Ya sea que los niños salten, chapoteen en la superficie o arrojen objetos para verlos flotar y hundirse, el agua les fascina infinitamente. Aprender a nadar es una forma de involucrar a su hijo con el agua y permitirle experimentar de manera segura la alegría que el agua tiene para ofrecer.
2. Las lecciones de natación promueven la seguridad en el agua
Cada año, muchos niños pequeños y adolescentes pierden la vida por ahogamiento. Los niños se sienten naturalmente atraídos por el agua. Y, si no saben nadar, pueden meterse en problemas fácilmente. La principal razón por la que los niños se ahogan es que deambulan y se topan con una piscina u otra masa de agua sin supervisión. Asegurarse de que los niños sepan nadar es una medida de protección para evitar que se ahoguen. Las clases de natación incluyen lecciones sobre seguridad en el agua que incluso los niños muy pequeños pueden aprender.
3. ¡Nadar es un gran ejercicio!
La actividad física diaria es importante para todos los niños. La natación es una forma de bajo impacto de ganar fuerza y resistencia mientras se divierten. Los niños de todos los niveles y capacidades físicas pueden disfrutar del tiempo en la piscina. Sentirse cómodo en el agua es una excelente manera de desarrollar la idea de que hacer ejercicio es divertido. La natación temprana y regular puede sentar las bases para un nivel saludable de actividad física y disfrute durante toda la vida como adulto.
4. Las lecciones de natación promueven un desarrollo saludable
La natación puede favorecer el
desarrollo mental saludable, la resistencia y la fuerza, la coordinación general y el equilibrio del niño. Los niños de casi todas las edades, procedencias, tamaños y capacidades físicas pueden aprender a nadar. La natación permite a los niños de todos los niveles salir al aire libre y estar activos mientras socializan con sus compañeros. Las habilidades aprendidas en natación también se pueden trasladar a otros deportes, lo que incluye el desarrollo de la confianza para probar otras actividades físicas.
5. Aprender a nadar puede desarrollar la confianza en uno mismo
A los niños les encanta decir "¡Puedo hacerlo!". La competencia es la capacidad de realizar bien una tarea y puede llevar a desarrollar la confianza en uno mismo. A medida que los niños crecen, desafíos tales como aprender a nadar ayudan a desarrollar la confianza para perseverar en tareas difíciles. En la clase de natación, los niños pueden aprender que algo difícil se puede lograr con el tiempo. Desarrollar competencias es un paso vital para lograr la independencia que los niños necesitarán algún día para hacer la transición a la edad adulta.
Beneficios de las lecciones de natación para niños con autismo o TDAH
Los niños con diferencias neurológicas pueden beneficiarse enormemente de aprender a nadar. Los niños con trastorno del espectro autista (TEA) corren un mayor riesgo de ahogarse, posiblemente porque tienden a
deambular.
Las lecciones de natación no solo ayudan a mantener seguros a los niños con TEA, sino que también pueden mejorar sus habilidades de motricidad (tales como correr, atrapar y mantener el equilibrio) y sus síntomas de
ansiedad y depresión. El ejercicio en general mejora las habilidades sociales y reduce ciertos comportamientos (como, por ejemplo, mecerse y girar) en los niños con TEA. Las investigaciones también sugieren que tan solo 12 semanas de lecciones de natación mejoraron el rendimiento escolar y el comportamiento en niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH).
Preguntas frecuentes para padres sobre las lecciones de natación
¿Mi hijo está listo para las lecciones de natación?
La mayoría de los niños están listos para recibir lecciones de natación a partir de los
4 años. Los niños más pequeños pueden participar en clases en las que se permite que un padre o cuidador esté en el agua con el niño junto con un instructor. Esta es una excelente manera de crear comodidad en el agua y desarrollar habilidades de preparación para nadar. Los bebés también pueden disfrutar de un rato divertido en el agua con su cuidador; sin embargo, todavía no pueden sacar la cabeza del agua lo suficiente como para respirar.
¿Cómo puedo encontrar un programa de natación?
La Cruz Roja ofrece clases de natación en todo Estados Unidos. La Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA, por sus siglas en inglés) también cuenta con programas de natación, al igual que las organizaciones privadas. También puede encontrar programas de natación utilizando el cuadro de búsqueda "Encontrar una escuela"
(Find a School) en el
sitio web de la Asociación de Escuelas de Natación de EE. UU.
(US Swim School). También es posible que existan programas de natación gratuitos o de bajo costo disponibles en su comunidad. Consulte en su ciudad, pueblo o ayuntamiento local para obtener información sobre los programas de natación.
¿Y si nunca aprendí a nadar?
Cuando su hijo esté listo para nadar, es un buen momento para que usted también aprenda si aún no sabe hacerlo. A veces, los padres que no saben nadar evitan el agua. Esto puede impedir que su hijo aprenda a disfrutar de las actividades acuáticas, pero también puede ponerlo en riesgo. La AAP sugiere que las familias proporcionen
medidas de protección alrededor de los niños para mantenerlos seguros en el agua.
Por ejemplo, una medida de protección es enseñarle al niño a nadar. Otra medida es que el cuidador tenga confianza en el agua.
También ayuda evitar que los niños pequeños, incluso aquellos que saben nadar, se metan en el agua
cuando no es hora de nadar. Otro ejemplo es
enseñar a los adolescentes a estar seguros cerca del agua evitando el alcohol y los comportamientos riesgosos. Si aún no ha aprendido a nadar, compartir el desafío de aprender a nadar en familia puede ser una gran experiencia de unión.
Recuerde
Aprender a nadar, al igual que aprender a andar en bicicleta, puede ser un rito de iniciación para los niños. Aquellos que aprenden a nadar desde niños pueden aprovechar esa experiencia juvenil para siempre. Aprender a nadar brinda la oportunidad de divertirse durante toda la vida, estar en forma y sentirse confiado (y seguro) en el agua.
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