Por Mary Beth Miotto, MD, MPH, FAAP
Se estima que entre el 25% y el 43% de los niños en los EE. UU. toman medicamentos para tratar diferentes problemas de salud. Esto incluye a millones de niños que viven con
asma,
diabetes,
epilepsia,
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y otras afecciones persistentes. Es posible que millones de niños más usen medicamentos recetados o
de venta libre durante unos días o semanas para controlar las
alergias estacionales, el dolor ocasional o un resfriado persistente.
Cuando el plan de tratamiento de un niño exige que tome medicamentos durante el día escolar, se necesita una coordinación cuidadosa con el médico del niño y el personal de salud de la escuela a cargo de almacenar y administrar los medicamentos. Siga leyendo para obtener más información y consejos que lo ayudarán a que el proceso se desarrolle sin problemas.
Para millones de niños, los medicamentos son clave para el éxito escolar
Debido a que los niños pasan mucho tiempo en la escuela, asegurarse de que reciban los medicamentos que necesitan para sentirse alerta, equilibrados y saludables es parte del éxito académico.
Seguir el régimen de medicamentos adecuado reduce la posibilidad de tener días de ausencia por enfermedad que
interrumpan el aprendizaje. Además, permite a los niños sentirse mejor en la escuela y en el hogar, ya que los ayuda a mantenerse organizados, escuchar atentamente, relacionarse bien con sus compañeros y cumplir con las tareas en el aula y en el hogar.
Se necesita un equipo para administrar medicamentos de forma segura en la escuela
Los padres y las familias desempeñan un papel central a la hora de compartir información médica clave con la escuela de sus hijos y entregar suministros, debidamente etiquetados, al personal que los administrará. Las escuelas cuentan con personal capacitado (y, a menudo, con licencia especial) que almacena medicamentos, administra dosis y vigila a los niños para detectar reacciones adversas u otras inquietudes.
Cada paso del proceso se coordina cuidadosamente para garantizar que:
Los niños reciban la dosis correcta de medicamentos en el momento adecuado.
El personal de la escuela siga cuidadosamente las instrucciones de los médicos que recetan.
Los padres y cuidadores se mantengan informados sobre los problemas y tengan la libertad de comunicarse con el personal de la escuela cuando surjan preguntas o inquietudes.
Seguridad y trato justo para todos los estudiantes que reciben medicamentos en la escuela
Tener procedimientos claros y detallados para los medicamentos administrados en la escuela protege a los niños de
errores que pueden afectar su salud. Debemos evitar que los niños omitan una dosis, reciban una dosis excesiva del medicamento o ingieran accidentalmente medicamentos destinados a otro estudiante. Dado que una gran proporción de estudiantes toman medicamentos recetados y de venta libre todos los días, las medidas que garanticen la seguridad y la coherencia son cruciales.
Estos procedimientos no terminan en la puerta de la escuela ni al final del día escolar. Las políticas deben especificar qué sucede cuando los niños necesitan medicamentos en excursiones, eventos deportivos, competencias académicas, viajes patrocinados por la escuela y otros eventos fuera del campus o después de la escuela.
También es esencial asegurarse de que todos los estudiantes tengan la oportunidad de prosperar. Los niños que viven con enfermedades
crónicas, necesidades especiales de atención médica,
traumas o
condiciones sociales que amenazan su salud deberían tener las mismas posibilidades de éxito académico que sus compañeros que no enfrentan estos desafíos. Asegurarse de que los niños reciban el medicamento correcto, en la dosis correcta y en el momento adecuado proporciona a cada niño la oportunidad de tener un buen desempeño escolar.
El equipo de medicación escolar de su hijo
Como padre, usted es parte de un equipo coordinado que supervisará los medicamentos que se toman en la escuela. Este equipo también incluye a: su hijo; otros adultos que cuidan a su hijo (abuelos, cuidadores después de la escuela y otras personas); el médico de atención primaria de su hijo y el personal médico; y el equipo de salud escolar, incluidas las enfermeras escolares y el personal de apoyo.
El papel de las enfermeras escolares
En muchas escuelas, los equipos de salud están dirigidos por
enfermeras registradas con amplia formación médica y conocimiento de los medicamentos, incluidos los riesgos y efectos secundarios. A veces, las
enfermeras prácticas licenciadas desempeñan esta función o una similar.
Las
enfermeras escolares a menudo actúan como coordinadoras principales entre el hogar, la escuela y los recetadores de la comunidad, es decir, los médicos que recetan o recomiendan medicamentos de venta libre para su hijo. Los recetadores podrían incluir al pediatra de su hijo, un psiquiatra u otro especialista que se centre en una condición de salud específica. Por ejemplo, los niños con diabetes podrían consultar a un
endocrinólogo que supervisa su salud metabólica y su progreso.
No todas las escuelas tienen una enfermera de tiempo completo. En algunos casos, los miembros del personal que han recibido capacitación especial podrían administrar programas de medicamentos, ya sea a tiempo completo o parcial. Algunas escuelas cuentan con grandes equipos de salud que incluyen enfermeras certificadas y miembros del personal que trabajan juntos para administrar medicamentos.
Los trabajadores de salud escolares suelen ser los primeros en ver mejoras en la salud de un niño o un empeoramiento de los síntomas que requiera actuar rápidamente.
Su trabajo como padre: 7 pasos para coordinar con el equipo de medicación escolar
1. Trabaje en estrecha colaboración con recetadores y farmacéuticos. El personal de salud escolar necesitará instrucciones escritas de cada recetador, que describan cómo y cuándo se deben tomar los medicamentos. Si el médico (o especialista) de su hijo considera que es mejor administrar una o más dosis en la escuela, pídale que escriba la receta de manera que el farmacéutico pueda dividir el medicamento (líquido o en píldoras) en recipientes separados, cada uno etiquetado con instrucciones: posología, momento de administración y advertencias pertinentes.
2. Lleve usted mismo los medicamentos a la escuela. Todos los medicamentos deben llevarse a la escuela en manos de un adulto y entregarse a otro adulto. No espere que su hijo lleve consigo los medicamentos a menos que esté completamente preparado para asumir esta responsabilidad (consulte nuestros consejos para preadolescentes y adolescentes a continuación). Si un niño mayor lleva medicamentos a la escuela, asegúrese de que las políticas escolares lo permitan y solicite al equipo de salud escolar que se comuniquen con usted en caso de inquietudes.
3. Complete y entregue los formularios requeridos. Todos los medicamentos recetados o de venta libre, incluidas las vitaminas o los suplementos, necesitan autorización por escrito de un médico autorizado, junto con su consentimiento para que su hijo los tome en la escuela. Pídale al personal de salud de su escuela los formularios que necesite completar. Asegúrese de que estén archivados antes de que comiencen las clases.
4. Mantenga los medicamentos en sus
envases originales. Nunca envíe medicamentos a la escuela en sobres, papel de aluminio, bolsas de plástico o botellas sin etiquetar. Las etiquetas deben mostrar:
El nombre del niño
El nombre del medicamento
La dosis que se debe tomar
La hora en la que se debe tomar
La vía de administración:
por vía oral, inhalador, inyección, etc.
El nombre del recetador
La fecha de la receta
La fecha de vencimiento del medicamento
5. Revise todos los formularios completados por los médicos que recetan. Si bien es posible que los requisitos varíen según el estado, el distrito escolar o la escuela individual, generalmente el equipo de salud de su hijo necesitará saber:
Cuando se ordenó la receta
El nombre del niño
El motivo del uso del medicamento
El nombre del medicamento o
suplemento recetado o de venta libre
La dosis
La hora de administración
El método de administración: por vía oral, espray nasal, inyección, etc.
Cuánto tiempo necesitará su hijo tomar este medicamento
Los efectos secundarios posibles
Las instrucciones especiales: por ejemplo, tomar los medicamentos con alimentos o beber mucha
agua
Si su hijo puede o no administrarse su propio medicamento
Tenga en cuenta que el equipo de salud escolar generalmente no está autorizado a decidir cuándo se debe administrar un medicamento "según sea necesario". Los médicos deben aclararlo, por ejemplo, incluyendo la frase "cada 4 horas, según sea necesario
para el dolor".
6. Recoja los medicamentos no utilizados. Si su hijo está tomando medicamentos para síntomas a corto plazo, recoja los medicamentos sobrantes una vez que haya tomado la última dosis. Si su hijo tomará el mismo medicamento durante todo el año, recoja las dosis restantes antes de las vacaciones de verano (o cuando el equipo de salud de su escuela lo solicite). Para obtener consejos sobre cómo deshacerse de forma segura de los medicamentos vencidos, lea
este artículo.
7. Pregunte si su hijo debería tener un
plan de salud individual (IHP). Los niños con afecciones de salud crónicas o graves pueden beneficiarse de tener un plan de salud individual (IHP, por sus siglas en inglés), en el que se defina lo que harán los trabajadores de salud escolar en situaciones cotidianas y de emergencia, incluida la administración de medicamentos. (Si su hijo vive con una discapacidad física o intelectual, un
plan 504 (en inglés) podría ser más apropiado).
Los planes escritos pueden confirmar el nivel de personal necesario para apoyar a su hijo en el aula y durante las actividades extracurriculares. Los IHP y los
planes de atención de emergencia (ECP, por sus siglas en inglés) deben actualizarse al menos cada año o cada vez que cambie la salud de su hijo.
¿Los niños mayores pueden tomar sus propios medicamentos en la escuela?
A medida que los niños crecen y maduran, naturalmente asumen
más responsabilidad por su propia salud. Esto podría significar que los preadolescentes y adolescentes comiencen a administrar sus medicamentos en la escuela. Es posible que algunos niños, como aquellos con
necesidades especiales de atención médica, no asuman estas responsabilidades hasta la edad universitaria o más adelante. Los padres, los médicos que recetan y el equipo de salud escolar pueden tomar decisiones sobre la preparación de un niño: todos deben trabajar con el estudiante para crear una rutina que sea segura y eficaz y que respalde su independencia.
La ley federal alienta a las escuelas a permitir que los niños se autoadministren medicamentos de emergencia para
ataques de asma y
shock anafiláctico. Una razón es que los niños conocen sus propias señales de advertencia, lo que ahorra tiempo cuando cada segundo cuenta.
Es posible que algunas escuelas exijan la participación del personal de salud cuando se necesitan medicamentos de emergencia, incluso si un niño lleva y usa su propio inhalador, autoinyector de epinefrina u otro dispositivo. Consulte con su escuela y trabaje con su hijo para asegurarse de que se sienta preparado para manejar una
emergencia, con o sin el apoyo de un adulto.
La seguridad de los estudiantes y la comunidad también es parte del proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, los niños generalmente no deben llevar consigo sustancias controladas (tales como los
estimulantes a menudo recetados para el TDAH) ni asumir la responsabilidad total de consumirlas en la escuela. Estos medicamentos deben estar asegurados en la oficina de salud de la escuela para el bienestar de todos los estudiantes y el personal.
Si su hijo planea administrarse sus propios medicamentos, una orden de transporte documentará su capacidad para manejar esta responsabilidad en la escuela (o durante eventos patrocinados por la escuela). Este documento le brinda al estudiante acceso inmediato a los medicamentos sin visitar la oficina de salud de la escuela. Los niños que administran sus propios medicamentos también aprenderán a buscar ayuda de emergencia de los profesionales de salud de la escuela cuando la necesiten.
¿Qué ocurre con el cannabis medicinal en la escuela?
La Administración de Fármacos y Alimentos y (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado algunos
medicamentos a base de cannabis para niños con afecciones gravemente debilitantes o que limitan la vida. Por ejemplo, algunos niños toman medicamentos derivados del cannabis para prevenir las
convulsiones. Los fármacos tales como el cannabidiol (Epidiolex), el dronabinol (Marinol o Syndros) y la nabilona (Cesamet) podrían ser parte del protocolo de medicación escolar de un niño.
La administración escolar de otras formas de cannabis (como, por ejemplo, para el dolor o la ansiedad) debe alinearse con las leyes estatales y las políticas escolares. Los padres y los médicos que recetan pueden consultarle el equipo de salud escolar si se puede administrar en la escuela una sustancia específica a base de cannabis.
Consejos para padres de estudiantes universitarios: cómo ayudar a su hijo a gestionar sus medicamentos en el campus
Si su hijo comienza la
universidad o ingresa a un programa de
estudios en el extranjero, es posible que esté listo para manejar sus medicamentos por sí solo. Al mismo tiempo, es posible que agradezca el apoyo del equipo de salud de su universidad cuando asuma nuevas tareas en un entorno nuevo.
Pídale a su hijo adolescente que se comunique con la persona adecuada del personal de salud estudiantil para obtener información sobre las reglas y los requisitos de medicación en el campus. (Es posible que usted tenga que darle algunos recordatorios respetuosos).
Mientras tanto, ayúdelo a prepararse para realizar la tarea de tomar los medicamentos según las indicaciones. Esto significa memorizar:
la marca y el nombre genérico de los medicamentos que toma
el horario y la dosis
los posibles efectos secundarios y cómo manejarlos
las instrucciones especiales, como, por ejemplo, tomar el medicamento con alimentos o no beber
alcohol
Converse con su hijo sobre lo que debe hacer si:
se olvida de tomar una dosis
toma una dosis mayor del medicamento accidentalmente
se olvida de pedir un resurtido y posiblemente se quede sin medicamentos
sus medicamentos dejan de funcionar o provocan nuevos efectos secundarios
mezcla medicamentos con otras
sustancias, lo que provoca una reacción negativa
Si su hijo adolescente tendrá a disposición medicamentos de emergencia (tales como un inhalador o un autoinyector de epinefrina) durante la universidad, asegúrese de que sus compañeros de cuarto, asesores residentes (RA), coordinadores de estudios en el extranjero y el centro de salud de la universidad estén completamente informados. Comunique a este "equipo" informal qué medicamentos toma su hijo, cómo se administran y dónde los guarda.
Es posible que los estudiantes con afecciones médicas complejas necesiten apoyo adicional durante sus años universitarios. Considere reunirse con su hijo adolescente y el personal de salud de la universidad para analizar qué facilitará la transición y fomentará la buena salud para el éxito académico.
La AAP se preocupa por las políticas de medicación escolar
Como defensores de la salud infantil y familiar, la American Academy of Pediatrics (AAP) apoya políticas y prácticas que ayudan a los niños a prosperar desde la infancia hasta la escuela secundaria y más allá. Hemos creado
recomendaciones para pediatras y médicos de atención familiar que enfatizan:
La necesidad de un equipo coordinado para apoyar a los niños que toman medicamentos en la escuela.
Las leyes, las políticas y los lineamientos que fomentan la cooperación a nivel familiar, escolar y comunitario.
El papel que pueden desempeñar los pediatras y los médicos de atención familiar para ayudar a todos los niños a prosperar en el entorno escolar, incluidos los niños que necesitan tomar medicamentos en la escuela.
La necesidad de abogar por programas que proporcionen medicamentos de emergencia, tales como epinefrina, albuterol, glucagón y
naloxona a bajo costo o sin costo para las escuelas.
Las regulaciones que ayuden a los equipos de salud escolar, los médicos y las familias a colaborar libremente sin violar los
derechos de privacidad del niño ni crear barreras que puedan dañar su salud.
Siempre que se sienta preocupado por los medicamentos y su hijo, comuníquese con su pediatra. Estará disponible para usted en cada paso del camino.
Más información
Acerca de la Dra. Miotto
Mary Beth Miotto, MD, MPH, FAAP, es pediatra comunitaria en Mattapan Community Health Center en Boston. Se ha desempeñado como directora médica de 8 centros de salud escolares en Massachusetts y participa activamente a nivel local y nacional en iniciativas colaborativas de salud escolar. Si bien se concentra en todo el espectro de atención centrada en la familia, también se especializa en el desarrollo y el comportamiento infantil en el hogar médico y apoya a las familias a través de los desafíos típicos de la crianza, desde la infancia hasta la adolescencia; al mismo tiempo, diagnostica y controla afecciones como el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los trastornos del aprendizaje, la depresión y la ansiedad. La Dra. Miotto contribuye al trabajo del Consejo de Salud Escolar de la AAP y otros grupos dentro de la Academia.
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