Aunque los expertos en niños suelen coincidir en que los 11 o 12 años es una edad adecuada para que un niño o niña se quede en casa solo durante unas horas, hay que tener en cuenta una serie de factores. Es importante reconocer que el momento adecuado variará según la familia, así que confíe en su instinto. Con un poco de planificación y preparación por anticipado, este hito puede ser una gran manera de desarrollar la independencia y la confianza de su hijo.
Cómo evaluar si su hijo está preparado para asumir esta responsabilidad
Saber cuál es el momento adecuado es diferente para cada familia. Tenga en cuenta la madurez de su hijo, el lugar donde vive, su red de apoyo cercana y la distancia a la que estará. Algunos estados tienen
leyes (en inglés) sobre cuándo usted puede dejar a un niño solo en casa, con edades mínimas que van desde los 8 a los 14 años. Estas leyes suelen incluir un texto sobre las "cantidades de tiempo no razonables", por lo que consulte los detalles de las regulaciones locales antes de establecer un plan.
Aquí encontrará algunas pautas que debe tener en cuenta a la hora de decidir si su hijo está preparado para quedarse solo en casa:
Edad
¿Cree que su hijo tiene la edad y la madurez suficientes para cuidar de sí mismo? Tenga en cuenta que la madurez de cada niño y el nivel de tranquilidad de los padres pueden ser diferentes. La mayoría de los niños no serán lo suficientemente maduros para quedarse solos con regularidad hasta los 10 u 11 años. Sin embargo, para algunos padres puede estar bien dejar a un niño más maduro de 8 o 9 años solo en casa durante media hora de vez en cuando.
Precaución
¿Su hijo piensa antes de actuar? Esto es especialmente importante en el caso de los adolescentes jóvenes, que pueden verse tentados a
experimentar con actividades ilegales, como por ejemplo sacar a escondidas algunos sorbos de licor del armario de las bebidas alcohólicas. ¿De qué manera responde su hijo adolescente a la presión de sus compañeros?
Comodidad
¿Su hijo se sentiría cómodo si se quedara solo? ¿Le ha preguntado directamente a su hijo si se sentiría bien quedándose solo en casa?
Sentido común
¿Su hijo podría tomar decisiones acertadas por sí mismo? ¿Tiene sentido común? Por ejemplo, si la leche huele mal o se cuaja al servirla, ¿su hijo la bebería?
Intereses
¿Su hijo puede mantenerse ocupado sin depender de la televisión o los
videojuegos? ¿Puede aprovechar su tiempo de manera creativa realizando actividades, como por ejemplo leer, dibujar, tocar instrumentos, hacer la tarea y jugar con juguetes, entre otras cosas?
Seguridad
¿Su hijo podría recordar y seguir normas de seguridad importantes? Por ejemplo, ¿puede decirle cómo respondería a un incendio, una fuga de gas u otra emergencia? ¿Puede seguir otras normas, como por ejemplo no abrir la puerta, no decir a los que llaman por teléfono que está solo y no publicar en las redes sociales que está solo?
Planifique de antemano
Una vez que haya decidido que su hijo está preparado para asumir esta nueva responsabilidad, tómese un tiempo para planificar y hablar en familia para garantizar que la experiencia sea un éxito. En primer lugar, reúna la información que su hijo pueda necesitar cuando usted no esté.
Contactos clave
Asegúrese de que su hijo conozca su número de teléfono móvil, los números del lugar de trabajo, cómo localizar a los miembros clave de la familia y la información de contacto de su pediatra. Coloque estos datos en un lugar visible, como por ejemplo en el refrigerador o en un tablero de anuncios familiar. Asegúrese de que su hijo sepa cuándo hay que
llamar al 911.
Botiquín de primeros auxilios
Asegúrese de tener a mano un
botiquín de primeros auxilios que incluya todo lo básico para las lesiones leves, como por ejemplo vendas, paños con alcohol y ungüento antiséptico. Enseñe a su hijo cuándo y cómo usar los suministros del botiquín.
Suministros de emergencia
Muéstrele a su hijo dónde guarda las linternas y las pilas y cualquier otra cosa que su hijo pudiera necesitar si se corta la luz o sucede algo inesperado.
Resuelva problemas en conjunto
Tendrá que hablar de las situaciones más frecuentes y las posibles emergencias para que su hijo sepa de qué manera responder. Esto debe incluir:
Sistemas de alarma
Si tiene un sistema de alarma, muéstrele a su hijo cómo apagarlo y encenderlo y observe mientras practica.
Cocinar
¿Qué alimentos están permitidos cuando usted no está? ¿Está permitido cocinar? Asegúrese de que su hijo haya practicado con usted antes de que utilice cualquier electrodoméstico.
Plan de salida de emergencia
¿Qué debe hacer su hijo si hay un
incendio o una fuga de gas? ¿Está familiarizado con los detectores de humo y monóxido de carbono de su casa?
Lesiones
Revise junto a su hijo su botiquín de primeros auxilios y cómo tratar las lesiones menores. Hable de cuándo llamar al 911 y a quién llamar primero. En una situación que pone en riesgo la vida, recuérdele a su hijo que debe llamar al 911 antes de comunicarse con usted.
Mascotas
¿Tiene mascotas que necesitan cuidados mientras usted no está? ¿Qué sucede con los animales durante una emergencia?
Teléfonos y puertas
¿Quiere que su hijo responda a la puerta o al teléfono? Si lo hace, ¿qué le debe decir a alguien que pregunta por usted? ¿Su hijo sabe cuándo es adecuado dejar entrar a alguien a la casa?
Llaves de repuesto
Si su hijo se queda fuera de casa por accidente, ¿tiene algún vecino una llave o hay alguna llave escondida fuera de la casa?
Realice una prueba, preguntando a su hijo cómo manejaría las diferentes situaciones. Recuerde a su hijo que, aunque usted no esté en casa, puede llamarle por teléfono o enviarle un mensaje de texto si surge algún problema. Si no va a estar disponible, asegúrese de que su hijo sepa quién es el principal punto de contacto en caso de que tenga una pregunta, surja una emergencia o simplemente necesite que le tranquilicen. Si su hijo va a cuidar de sus hermanos pequeños, considere la posibilidad de asistir a una clase de primeros auxilios o de reanimación cardiopulmonar (RCP) que se imparta en su localidad.
Establezca las reglas
Los niños de todas las edades necesitan reconocer las reglas y los límites para mantenerse seguros. Esto es especialmente importante cuando los niños se convierten en adolescentes.
Esté siempre atento
Su hijo debe comunicarse con usted para avisarle cuando llega a casa primero. No tiene por qué ser una conversación larga, pero una llamada telefónica rápida o un mensaje de texto genera una rutina y le da la oportunidad de evaluar cómo va el día. Si usted o su hijo están preocupados por el tiempo que su hijo pasará solo, considere la posibilidad de hacer una videollamada o enviar un mensaje de texto con algunas fotos absurdas para que ambos estén tranquilos.
Establecer límites a la hora de socializar
Tenga expectativas claras sobre los amigos. Establezca reglas sobre quién puede visitar su casa y a dónde puede ir su hijo cuando usted no esté en casa. En caso de que su hijo salga o reciba a sus amigos, establezca los pasos a seguir para que se lo comunique, asegúrese de que los otros padres sepan que no hay ningún adulto en casa y establezca límites en cuanto a horarios y actividades.
Establecer reglas sobre el uso de las pantallas
Ofrezca opciones sobre lo que su hijo puede hacer y no puede hacer cuando está solo en casa, incluido de qué manera utiliza su hijo las pantallas. Tener una lista de tareas domésticas diarias puede ayudar a mantener a su hijo ocupado. Además, hay una gran cantidad de herramientas que los padres pueden configurar para establecer límites razonables en varios juegos y aplicaciones e incluso para usar el wifi del hogar. Considere la posibilidad de elaborar un
plan familiar de uso de pantallas.
Pruébelo
Durante las primeras salidas, prepare a su hijo para el éxito limitando el tiempo o eligiendo un momento del día sin responsabilidades más complejas, como por ejemplo cocinar. A medida que tanto usted como su hijo se sientan más cómodos, puede extender el tiempo que su hijo está solo en casa.
Recuerde
Hable con su pediatra si tiene alguna pregunta sobre la seguridad y la preparación para el desarrollo de su hijo.
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