La American Academy
of Pediatrics pide en una nueva declaración de política que los niños
inmigrantes y refugiados sean tratados con dignidad y respeto y con la atención
que ameritan para proteger su salud y bienestar.
Los niños
inmigrantes que están buscando un refugio seguro en los Estados Unidos no deben
ser enviados a centros de detención, ya sea que lleguen solos o acompañados por
un adulto, de acuerdo con la nueva declaración de política publicada por la
American Academy of Pediatrics (AAP). Los niños nunca deben ser separados de
sus familias de acuerdo con el comunicado.
La declaración
de política recomienda que los niños inmigrantes sean tratados con dignidad y
respeto, y pide que no sean expuestos a condiciones que puedan ocasionar mayor
daño o trauma. La declaración, "La detención de niños inmigrantes" que se
publicará en el número de abril del 2017 de Pediatrics (en línea el 13
de marzo) comunica que las instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional
para el albergue temporal de inmigrantes no cumplen con las normas básicas de
atención para los niños en entornos residenciales.
"Muchos de
los niños inmigrantes que llegan a este país a nuestra frontera del sur son
víctimas de violencia indescriptible, persecución y pobreza extrema", dijo
Fernando Stein, MD, FAAP, presidente de la AAP. "Desde el momento que son
puestos en custodia de los EE. UU., merecen estar en un ambiente cálido, seguro
y propicio. Deben recibir atención médica que cumpla con las normas básicas
establecidas".
La declaración
de política de la AAP, "La detención de niños inmigrantes" será
publicada en un momento donde existe gran temor, ansiedad e incertidumbre entre
las familias de inmigrantes. La AAP se opone al llamado reciente para expandir
los centros de detención para familias, entre otras medidas, que han sido
incluidas en los decretos firmados por el presidente Trump.
"Hemos
recibido informes sobre niños que han sido detenidos, incluso por un corto
tiempo, que muestran síntomas del trastorno por estrés postraumático, ansiedad,
depresión y problemas de comportamiento", dijo Marsha Griffin, MD, FAAP,
coautora de la declaración de política y copresidente del Grupo de Interés
Especial sobre la Salud del Inmigrante de la AAP. "No existe evidencia que
apoye que es seguro para los niños pasar ningún tiempo en un centro de
detención. Los padres también pueden estar traumatizados debido a las condiciones
de aislamiento, lo que dificulta a su vez que puedan atender a las necesidades
de sus hijos".
Se estima que el
95 por ciento de los niños que llegan a la frontera del sur de los EE. UU.
migraron de Guatemala, Honduras y el Salvador, países centroamericanos que
están asediados por la violencia y la pobreza extrema, así como por la falta de
protección del estado para los niños vulnerables y sus familias. En el 2016, un
total de 59.692 niños no acompañados y 77.674 familias buscaron asilo en la
frontera, de acuerdo con las estadísticas del Gobierno de los Estados Unidos.
Las
familias son sometidas a un proceso de inmigración que, dependiendo de sus
circunstancias, puede resultar en deportación inmediata, detención o transporte
a refugios residenciales para las familias dispersos en todo el país que
ofrecen refugios tipo dormitorio. Algunos inmigrantes son puestos en libertad
en la comunidad con monitores de tobillo, aunque algunos de estos inmigrantes
cumplen con los requisitos de “condición protegida” en los EE. UU. debido a que
están huyendo de abuso extremo, tráfico o trata y persecución.
Los niños
algunas veces son separados de los padres o de otros miembros de su familia
durante este proceso.
La AAP
recomienda que no separen nunca a las familias y que nunca se envíen a los
niños a residencias de centros de detención. La semana pasada, la Academia
publicó un comunicado de prensa oponiéndose a la propuesta del
Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de separar a
las madres inmigrantes de sus hijos cuando llegan a la frontera de los Estados
Unidos. Más del 75 por ciento de las familias detenidas en refugios residenciales
han probado que son víctimas de "temor real de persecución" o
"temor razonable" de regresar a sus países, lo cual les garantiza el
derecho de buscar refugio en los Estados Unidos".
"No es
ilegal venir a nuestra frontera a buscar protección", dijo Alan Shapiro,
MD, FAAP, coautor de la declaración de política. "Estas familias están
huyendo de la violencia y están pidiendo asilo. Deben considerarse como
solicitantes de asilo, no como indocumentados o inmigrantes ilegales. Debemos
tratarlos con humanidad y compasión".
En su
declaración de política, la Academia recomienda:
Que
todos los niños inmigrantes y sus familias sean tratados con dignidad y
respeto.
Que los
niños no sean expuestos a condiciones o entornos que los puedan volver a
traumatizar, tales como los que existen en la actualidad en los centros de
detención.
Que los
niños nunca sean separados de un padre o cuidador principal, a no ser que
existan dudas sobre la seguridad del niño a manos del padre.
Que
cuando estén en custodia, se les brinde regularmente a los niños información y
guía apropiada para su edad sobre su situación, expectativas y derechos.
Que los
niños reciban atención médica integral y oportuna que sea cultural y lingüísticamente
apropiada y brindada por profesionales capacitados a lo largo de todo el
proceso de inmigración.
El DHS
debe descontinuar el uso de centros de detención para las familias y en su
lugar utilizar alternativas en la comunidad.
Que los
niños reciban atención médica integral y oportuna que sea cultural y lingüísticamente
apropiada y brindada por profesionales capacitados a lo largo de todo el
proceso de inmigración.
Estudios sobre
los inmigrantes detenidos han revelado que los niños y los padres pueden sufrir
síntomas físicos y emocionales negativos a causa de la detención, tales como
ansiedad, depresión y trastorno por estrés postraumático. Cuando los
niños viven atemorizados por períodos largos, pueden desarrollar estrés tóxico
que causa daño a sus cerebros en desarrollo y puede ocasionar consecuencias
negativas para la salud a corto y largo plazo.
"Sabemos
que los niños pueden sobrellevar el estrés cuando se sienten seguros y tienen
el apoyo de relaciones duraderas con sus cuidadores", dijo Julie Linton,
MD, FAAP, presidenta del Grupo de Interés Especial sobre la Salud del Niño
Inmigrante de la AAP y coautora de la declaración de política. Todos los niños
merecen ser sanos y sentirse seguros”.
Nota del editor:
La AAP ha emitido un comunicado en respuesta al decreto revisado sobre el veto
de entrada a los inmigrantes y refugiados que firmó el presidente Trump el
lunes. La APP expresó en su comunicado que le preocupa que el veto puede
perjudicar a los niños inmigrantes y refugiados, así como a los profesionales
médicos extranjeros: http://ow.ly/EGcn309Ed9d (en inglés).