Más de 650.000 niños son víctimas del abuso todos los años en los EE.UU., y más de 1.500 niños mueren por abuso o negligencia. Los que sobreviven al maltrato sufren a menudo problemas de salud a largo plazo incluyendo afecciones físicas crónicas y problemas de salud mental.
En un informe clínico actualizado, la American Academy of Pediatrics (AAP) ofrece nuevas pautas para los los médicos de atención primaria para reconocer las señales de lesiones de maltrato para proteger a los niños de daños adicionales. El informe, "La evaluación del niño bajo sospecha de ser víctima de abuso físico", se publica en el número de mayo de 2015 en Pediatrics (publicado en línea el 27 de abril). Actualiza un informe publicado en 2007.
El informe actualizado refleja un entendimiento más profundo de cómo las experiencias adversas de la infancia, incluyendo el abuso físico, afectan el desarrollo del cerebro de los niños y conllevan a problemas de salud físicos y del comportamiento décadas después. También es nuevo, el resumen de la manera que los pediatras pueden proteger a los niños del abuso, incluyendo permanecer alertas a las lesiones de abuso que a veces se pasan por alto.
"Las lesiones leves en los niños son bastante comunes y la mayoría no son el resultado del abuso o negligencia", dijo Cindy Christian, MD, FAAP, la autora principal del informe y la ex directora del Comité de AAP sobre el Abuso y el Descuido de los niños. "Pero, lamentablemente sabemos que con frecuencia los médicos pasan por alto los casos de abuso físico a los niños. Cuando estas lesiones no se identifican correctamente, los niños con frecuencia vuelven otra vez para solicitar asistencia médica con lesiones más graves e incluso mortales".
Lesiones previas, llamadas de "centinela" o vigilancia se identifican en un cuarta parte de los bebés con traumatismo craneal por abuso, de acuerdo con los estudios de investigación citados en el informe. Estas lesiones se pueden atribuir equivocadamente a lesiones accidentales, a trauma auto-infligido o las pruebas de imágenes pueden haber sido malinterpretadas. Identificar lesiones es bastante complicado especialmente en los bebés y en los niños pequeños, quienes corren un mayor riesgo de lesiones que ponen en peligro la vida y de lesiones mortales a manos de los encargados de su cuidado.
Algunas lesiones en los bebés y los niños pequeños se justifican como caídas accidentales. Pero el informe cita estudios de investigación que dicen que una caída mortal de un niño pequeño de una distancia corta es sumamente rara—menos de 1 de cada millón de niños por año.
El informe describe situaciones que pueden indicar abuso en un niño como fracturas, por ejemplo en los niños con fracturas múltiples o en los bebés que no gatean o que no caminan y sin afecciones médicas conocidas o establecidas. También brinda recomendaciones actualizadas para los diagnósticos de traumatismo craneal por abuso en los bebés, que pueden haber sido sacudidos o haber recibido un golpe contundente. Cuando se sospecha que el abuso es la causa de una lesión, los médicos pueden llevar a cabo evaluaciones para determinar si otras lesiones o causas médicas subyacentes pueden descartar el abuso.
Nota del editor: La AAP ha publicado varios informes que brindan orientación para diagnosticar traumatismo craneal por abuso, trastornos hemorrágicos, hemorragia retiniana y fracturas en casos en los que se sospecha abuso infantil.
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