Los recién nacidos sanos deben recibir su primera dosis de la vacuna contra la
hepatitis B dentro de las 24 horas seguidas al nacimiento para mejorar su protección contra esta resistente y potencialmente mortal enfermedad, de acuerdo con una declaración de política de la American Academy of Pediatrics (AAP).
La hepatitis B es una infección viral que ataca al hígado y puede ocasionar una enfermedad aguda y crónica. La infección crónica a lo largo de la vida puede ocasionar daño hepático, insuficiencia hepática, cáncer del hígado o incluso la muerte.
Los recién nacidos pueden adquirir esta infección durante el parto si la madre está infectada con el virus de la hepatitis B. La vacuna contra la hepatitis B se administra después del nacimiento y es muy eficaz para prevenir la infección en el recién nacido. Sin embargo, aproximadamente 1.000 nuevos casos de hepatitis B en bebés se detectan anualmente en los Estados Unidos.
La declaración de política previa incluía una opción para retrasar la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B hasta el primer chequeo pediátrico del recién nacido. En la declaración actualizada, la AAP recomienda que la primera dosis sea administrada durante las primeras 24 horas debido a que durante este periodo se maximiza la eficacia de la vacuna para prevenir la infección en el recién nacido.
"Esta es la primera vacuna que el bebé recibe", dijo Flor Munoz, MD, FAAP, coautora de la declaración y miembro del Comité de las Enfermedades Infecciosas de la AAP. "Es importante que ningún recién nacido salga del hospital donde nació sin la vacuna. Exhortamos a los pediatras a que les comuniquen a las madres embarazadas la importancia de que sus bebés reciban la dosis de la vacuna contra la hepatitis B después del parto".
La declaración de política de la AAP recomienda que todos los recién nacidos que estén médicamente estables con un peso mínimo al parto de 2.000 gramos (aproximadamente 4 libras, 6 onzas) reciban la vacuna dentro las primeras 24 horas después del nacimiento. Esta declaración de la AAP sigue la práctica que es ahora recomendada por el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés), que es parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
"La hepatitis B puede ocasionar enfermedades devastadoras para toda la vida, incluso la muerte, así que la vacuna es crítica para proteger a los bebés de contraer una infección potencialmente grave al momento del parto", dijo Elizabeth Barnett, MD, FAAP, coautora de la declaración y miembro del Comité de Enfermedades Infecciosas de la AAP. "Muchos adultos que tienen una infección no se sienten ni parecen enfermos y ni siquiera están enterados de que son portadores del virus. El virus es contagioso y los adultos pueden transmitirlo mientras prestan cuidado a un niño después del nacimiento".
La primera dosis es muy eficaz para prevenir que la infección se transmita de la madre al bebé cuando se administra durante las primeras 24 horas de vida, dice el informe. Después de completar las 3 o 4 dosis completas de la serie de la vacuna contra la hepatitis B, 98 % de los bebés sanos logran inmunidad completa al virus. Los bebés toleran bien la vacuna.
"La epidemia nacional de opioides ha ocasionado un aumento de nuevas infecciones por hepatitis B en algunos estados", dijo Karen Puopolo, MD, PhD, FAAP, quien también es coautora de la declaración y miembro del Comité de Fetos y Recién Nacidos de la Academia. "Los bebés son especialmente vulnerables a la infección a la hora del nacimiento, y necesitan la máxima protección que le brinda administrarles su primera dosis de la vacuna muy poco después del nacimiento".
Estas son algunas de las recomendaciones de la AAP:
Identificar y tratar a las mujeres embarazadas con resultados positivos de una prueba de la infección por hepatitis B antes del parto.
Comunicar el estado de la madre con respecto a la hepatitis B al momento del parto y documentar el estado de la madre en los registros médicos del recién nacido.
Para los bebés nacidos de madres con pruebas negativas de la hepatitis B: administrar la vacuna a todos los bebés que pesan más de 2.000 gramos durante las primeras 24 horas después del nacimiento. Si el peso al momento de nacer es menos de 2.000 gramos, administre la vacuna cuando cumpla un mes de edad o cuando se le dé de alta del hospital, lo que suceda primero.
Para los bebés que nacen de madres con pruebas positivas de hepatitis B: administre la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B y la inmunoglobulina de la hepatitis B, sin considerar el peso o cualquier otra comorbilidad.
Documentar la vacunación del bebé con exactitud en los registros del hospital del parto y en los Sistemas de Información de Inmunización de los CDC y los registros de inmunización del estado.
Todo el personal que trabaja en el cuidado de los recién nacidos debe recibir información vigente sobre las recomendaciones y procedimientos referentes a la vacuna contra la hepatitis B.