La American Academy of Pediatrics (AAP) promueve los beneficios de administrar vitamina K a los bebés recién nacidos poco después del nacimiento a fin de prevenir enfermedades potencialmente mortales que causan hemorragias en bebés sanos.
En una declaración de política actualizada ("La vitamina K y los bebés recién nacidos", publicada en Pediatrics en marzo de 2022) la AAP señaló una tendencia peligrosa. En los últimos años, una mayor cantidad de padres rechazaron las inyecciones de vitamina K para sus bebés recién nacidos. Esta tendencia provocó a un aumento en el número de bebés con hemorragias asociadas a la deficiencia de vitamina K de inicio tardío (VKDB).
La administración de vitamina K para prevenir el sangrado ha sido un estándar de atención desde que la AAP la recomendó por primera vez en 1961. Las inyecciones de vitamina K demostraron ser un avance médico contra una enfermedad peligrosa que se reporta desde el siglo XIX.
Enfermedad hemorrágica "devastadora y absolutamente prevenible"
"Hoy en día, esta enfermedad es relativamente rara en los Estados Unidos porque hemos ofrecido esta dosis de vitamina K a los bebés", declaró Ivan Hand, MD, FAAP, autor de la declaración. Fue escrita por el Comité sobre Fetos y Bebés Recién Nacidos de la AAP, la Sección de Lactancia Materna y el Comité de Nutrición. "Esta enfermedad hemorrágica puede ser devastadora y es totalmente prevenible, por lo que instamos a los padres a hacer preguntas si tienen inquietudes".
El sangrado por deficiencia de vitamina K se caracteriza por su momento de presentación: inicio temprano, clásico o tardío. Cada presentación se asocia con diversas formas de la enfermedad. El sangrado por deficiencia de vitamina K de inicio temprano comienza dentro de las primeras 24 horas de vida del bebé, generalmente en aquellos niños cuyas madres están tomando medicamentos tales como anticonvulsivos, antibióticos, agentes antituberculosos y warfarina (que pueden afectar la absorción de vitamina K). Los bebés podrían mostrar síntomas de la enfermedad a través de hematomas o hemorragias intracraneales potencialmente mortales.
El sangrado por deficiencia de vitamina K (VKDB, por sus siglas en ingl[es) clásico generalmente ocurre entre los 2 y los 7 días de vida. La presentación tardía de la enfermedad se observa con mayor frecuencia entre las 2 y las 8 semanas de vida, pero también se puede diagnosticar hasta los seis meses de edad. La VKDB de inicio tardío generalmente se asocia con bebés que son exclusivamente amamantados y que no recibieron profilaxis con vitamina K al nacer y puede provocar disfunción hepática y hemorragia intracraneal, entre otras complicaciones.
Recomendaciones de la AAP:
La vitamina K debe administrarse a todos los bebés recién nacidos que pesan menos de 1,500 gramos a través de una dosis intramuscular única de 1 mg dentro de las seis horas posteriores al nacimiento.
Los bebés recién nacidos prematuros que pesan menos o igual que 1,500 gramos deben recibir una dosis de vitamina K de 0.3 mg/kg a 0.5 mg/kg como dosis única intramuscular.
Los pediatras y otros profesionales de la salud deben estar al tanto de los beneficios de la administración de vitamina K y de los riesgos de no administrarla. Además, deben transmitir esta información a los cuidadores del bebé.
El sangrado por deficiencia de vitamina K debe considerarse al evaluar el sangrado en los primeros seis meses de vida, incluso en bebés lactantes que recibieron profilaxis y, especialmente, en bebés lactantes alimentados exclusivamente con leche materna.
"Entendemos que los padres quieren lo mejor para sus hijos y nosotros, como pediatras, compartimos ese objetivo", declaró el Dr. Hand. "Recomendamos enfáticamente que los padres nos compartan sus preguntas y nos ayuden a conocer sus inquietudes".
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