Mucho antes de que salga el primer diente de un bebé, el pediatra puede comenzar a orientar a las familias acerca de cómo fomentar hábitos saludables para la salud bucal, incluyendo el uso óptimo del fluoruro para prevenir las caries.La enfermedad crónica más común en la primera infancia es responsable de que se pierdan millones de horas escolares por año por enfermedad, y es muy prevenible.
La caries dental, o el deterioro de los dientes, afecta de manera desproporcionada a las poblaciones pobres, jóvenes, afro-estadounidenses e hispanas, y a los niños con necesidades de atención médica especiales. El impacto de la pandemia de COVID-19 ha intensificado las desigualdades en cuanto a la salud, ya que las visitas al odontólogo y los controles pediátricos disminuyeron significativamente.
En un informe clínico actualizado titulado, Uso de fluoruro en la prevención de las caries en el contexto de la atención primaria (en inglés), la American Academy of Pediatrics reconoce que los pediatras tienen una posición única para brindar orientación sobre la salud bucal a las familias y aplicar barniz de fluoruro para prevenir la enfermedad. El informe, de la División de Salud Bucal de la AAP, marca la primera actualización de las recomendaciones desde 2014 y se encuentra publicado en el ejemplar de diciembre del 2020 de Pediatrics.
“Se ha probado de manera consistente que el fluoruro es eficaz para prevenir las caries, las cuales, cuando no se tratan, pueden provocar dolor, pérdida de los dientes e infecciones graves", dijo Melinda B. Clark, MD, FAAP, autora principal del informe. “Los pediatras pueden prevenir la enfermedad dental mediante la aplicación de barniz de fluoruro, la orientación a las familias sobre la nutrición y cómo cuidar de los dientes de sus hijos y la derivación a un dentista".
El informe clínico ayuda a los pediatras a maximizar el uso del fluoruro para la prevención de las caries y a minimizar, a su vez, el riesgo de padecer fluorosis del esmalte, una afección mayormente cosmética que puede provocar la decoloración de los dientes. La AAP recomienda lo siguiente a los pediatras:
Deben realizar evaluaciones de los riesgos para la salud bucal a todos los niños en cada visita de control de rutina a partir de los 6 meses de edad.
Deben recomendar el uso de pasta dental fluorada desde la aparición del primer diente. Se recomienda utilizar una cantidad de pasta equivalente a una manchita (pisca) o un grano de arroz para los niños de menos de 3 años y, para la mayoría de los niños a partir de los 3 años, lo adecuado es aplicar una cantidad del tamaño de un guisante.
Deben aplicar barniz de fluoruro de acuerdo con el programa de periodicidad recomendado. El barniz de fluoruro es una herramienta comprobada para la prevención de las caries en la primera infancia.
Deben saber cómo determinar la concentración de fluoruro en el agua potable que el niño bebe principalmente y determinar si son necesarios los suplementos sistémicos.
Deben abogar por la fluoración del agua en la comunidad local.
Deben comprender las indicaciones para el fluoruro de plata diamina y tener la capacidad de reconocer la apariencia clínica de los dientes tratados con fluoruro de diamino de plata, que es una solución líquida de bajo costo y mínimamente invasiva con la que se pintan las lesiones provocadas por las caries.
“Las familias pueden ayudar a los niños a adoptar hábitos saludables desde muy pequeños mediante rutinas simples, lo que incluye el uso apropiado del fluoruro para prevenir las enfermedades dentales", dijo la Dra. Clark. “Alentamos a los padres a que hablen con sus pediatras sobre obtener barniz de fluoruro en la visita de control del niño y sobre la cantidad de pasta con fluoruro que deben utilizar para sus hijos".
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