La American Academy of Pediatrics recomienda asesoramiento de rutina y recetas de anticonceptivos de emergencia por adelantado como una estrategia de salud pública para reducir embarazos de adolescentes en una declaración de política titulada, "Anticonceptivos de emergencia", que será publicada en el número de diciembre de 2019 de Pediatrics.
La declaración de política denota que los Estados Unidos, aunque se ha visto un declive considerable de las tasas de natalidad en adolescentes en las últimas dos décadas, continúa teniendo tasas más altas de natalidad de adolescentes que otros países de ingresos altos. A los 19, cerca de 2/3 de la juventud ya habrá iniciado relaciones sexuales, de acuerdo con la investigación.
La mayoría de los adolescentes dicen que tienen su primera relación sexual con una pareja fija y con consentimiento, pero cerca de 11 % de los estudiantes de la escuela secundaria informan que han sido víctimas de
relaciones sexuales forzadas, desde besos hasta el acto sexual forzado. A pesar de la disponibilidad de anticonceptivos de hormonas y de acción prolongada, los métodos anticonceptivos más usados entre los adolescentes son los condones y el de retirar el pene.
La declaración de política ofrece información y datos sobre la seguridad y eficacia de los anticonceptivos de emergencia, para uso dentro de las 120 horas de haber tenido relaciones sexuales sin protección o con mínima protección para reducir el riesgo de los
embarazos de adolescentes. Los métodos anticonceptivos de emergencia incluyen medicamentos por via oral aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, como lo son: Levomprgestre; (LNG) o el acetato de Ulirpristal (UPA).
Otros métodos anticonceptivos de emergencia incluyen el uso no aprobado de una combinación de anticonceptivos orales y la inserción de un dispositivo intrauterino de cobre (Cu-IUD). Los anticonceptivos hormonales de emergencia no interrumpen un embarazo establecido, y el acceso de anticonceptivos de emergencia no aumenta la probabilidad de que los adolescentes tengan más relaciones sexuales o que usen menos
condones u otros métodos anticonceptivos, de acuerdo con la AAP.
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