La American Academy of Pediatrics (AAP) ha publicado una declaración de apoyo a las directrices de la American Academy of Sleep Medicine, AASM, (Academia Estadounidense de la Medicina del Sueño) que describen la duración del sueño recomendado para los niños desde que son bebés hasta la adolescencia.
Las directrices: "Cantidad recomendada de sueño para la población pediátrica" serán publicadas el 13 de junio en la revista "Journal of Clinical Sleep Medicine" (Revista Médica de la Medicina del Sueño). La AAP apoya las pautas y anima a los pediatras a discutir estas recomendaciones y los buenos hábitos del sueño con los padres y los adolescentes durante las visitas clínicas.
El grupo recomienda por consenso seguir las siguientes horas de sueño:
- Bebés de 4 a 12 meses deben dormir de 12 a 16 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los niños de 1 a 2 años de edad deben dormir de 11 a 14 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los niños de 3 a 5 años de edad deben dormir de 10 a 13 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los niños de 6 a 12 años de edad deben dormir entre 9 y 12 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los adolescentes entre 13 y 18 años de edad deben dormir entre 8 a 10 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
El grupo descubrió que un tiempo de sueño adecuado para la edad de forma habitual conduce a una mejor atención, comportamiento, aprendizaje, memoria, regulación emocional y salud mental y física. No dormir lo suficiente en la noche está asociado con un aumento de lesiones, hipertensión, obesidad y depresión, especialmente en los adolescentes que pueden sufrir un mayor riesgo pensar en la autolesión o el suicidio.
Además de estas recomendaciones, la AAP sugiere que todas las pantallas de dispositivos se apaguen 30 minutos antes de ir a la cama y que los televisores y las computadores no sean permitidas en las habitaciones de los niños. Para los bebés y niños pequeños, establecer una rutina nocturna es importante para cerciorarse de que los niños duermen lo suficiente todas las noches.
