Por: Sandra G. Hassink, MD, FAAP, presidente de la American Academy of Pediatrics.
"La American Academy of Pediatrics (AAP) felicita a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. por proponer hoy la prohibición del uso de las camas de bronceado a los niños menores de 18 años, logrando que la política nacional se posicione en línea con la de 16 estados y numerosas ciudades y condados que han pasado restricciones similares para prohibir el uso de las camas de bronceado a los niños. No existe un nivel seguro para el uso de camas de bronceado para los jóvenes. En su declaración de política sobre la exposición a los rayos UV del 2011, la AAP hizo un llamado a políticas sólidas para eliminar el uso de las camas de bronceado de los niños menores de 18, y hoy la FDA puso en acción la política de la AAP. Los niños estarán más seguros y saludables debido a esto.
"La exposición a la radiación ultravioleta causa cáncer de la piel y la camas de bronceado están diseñadas para exponer a la piel a la radiación directa en cantidades mayores que las que proporciona la luz natural del sol. De hecho, los estudios demuestran que empezar a broncearse antes de los 35 puede aumentar el riesgo de padecer melanoma, la forma más mortal del cáncer de la piel en un 75 %. Alarmantemente, entre más temprano empiecen los adolescentes a broncearse en ambientes cerrados, acumularán más horas de exposición a los rayos UV en el transcurso de la vida, aumentando la probabilidades de padecer melanoma y otros cánceres de la piel".
"A pesar de conocer los peligros de las camas de bronceado, su uso por parte de los adolescentes continúa en aumento; datos de una encuesta del 2014 revelaron que un 17% de los adolescentes en los Estados Unidos se ha bronceado de manera artificial por lo menos una vez en su vida. Broncearse se ha idealizado en los medios de comunicación y pregona brindar beneficios médicos falsos tales como estimular de manera segura los niveles de la vitamina D . Los salones para bronceados que están actualmente en servicio promocionan sus servicios a los adolescentes menores de 18 años, contribuyendo así a un falso sentido de seguridad y atractivo al bronceado artificial.
"La medida de hoy de la FDA forma parte de querer garantizar un entorno seguro para cada niño y adolescente y envía un mensaje claro y rotuno: las camas de bronceado son peligrosas y no deben ser usadas por las personas menores de 18 años de edad. Los pediatras acogemos la medida de la FDA y continuaremos urgiendo a los padres y a nuestros pacientes jóvenes a protegerse la piel de la radiación ultravioleta y a evitar del todo el uso de las camas de bronceado".