Más niños se someten ahora a procedimientos médicos y
odontológicos que requieren sedación que en décadas anteriores, lo que ha incitado
a la American Academy of Pediatrics a actualizar recomendaciones que brinden
una red (mecanismo) de seguridad para los pacientes pediátricos.
El informe clínico: "Directrices para el monitoreo y
el control de los pacientes pediátricos antes, durante y después de la sedación
para procedimientos de diagnóstico y terapéuticos. Actualización 2016",
será publicado en el número de julio de 2016 de Pediatrics (en línea el 27 de junio).
La AAP y la American Academy of Pediatrics Dentistry
(Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica) trabajaron juntos para
unificar las recomendaciones utilizadas por los médicos y odontólogos y para
explicar y poner al día informes previos. El informe también contiene un nuevo
requerimiento para controlar el dióxido de carbono expirado para garantizar
permeabilidad de las vías respiratorias y el intercambios gaseoso. En
consecuencia, el control de la sedación es casi idéntico a los requerimientos
para la anestesia
general.
La sedación de niños difiere de la de los adultos y se
utiliza para aliviar el dolor y la ansiedad, así como para modificar conducta.
La posibilidad de un evento que ponga en riesgo la vida, tales como el síndrome
de apnea o la obstrucción de las vías respiratorias, requiere el número
suficiente de personal para llevar a cabo el procedimiento y supervisar al
paciente. Los estudios han demostrado que es común que los niños pasen del
nivel previsto de sedación a un nivel más profundo y no previsto de sedación,
de acuerdo al informe.
El informe pide que haya una persona adicional al médico
practicante para controlar al paciente y brindar apoyo a cualquier medida de
reanimación si es necesaria. El control y el la atención delineada en el
informe se puede exceder/sobrepasar en cualquier momento basado en el juicio/opinión
del médico practicante.