Los expertos recomiendan en un informe clínico actualizado buscar maneras para incluir a todos los niños en deportes organizados, sin importar su nivel de destreza.
Cuando los niños se divierten practicando deportes, tienen más probabilidad de participar en programas atléticos y mantenerse físicamente activos durante la infancia, logrando beneficios para la salud a largo plazo, para su cuerpo en desarrollo, su cerebro y su autoestima.
Este es el mensaje de la American Academy of Pediatrics (AAP), que ha actualizado las recomendaciones para las familias y comunidades y que urgen a poner énfasis en el disfrute de los deportes, en lugar de en ganar, como el principal objetivo.
El informe clínico titulado, "Deportes organizados para niños, preadolescentes y adolescentes", publicado en el número de junio de 2019 de Pediatrics, señala maneras para incluir a más niños y adolescentes en los deportes y sugiere cómo los pediatras pueden ayudar por medio de conversaciones con las familias.
"Si ofrecemos a los niños una variedad de deportes para todos los niveles de destreza, tienen más probabilidad de intentar participar en actividades nuevas y permanecer en las que disfrutan", dijo Kelsey Logan, MD, FAAP, uno de los autores del informe clínico elaborado por el Consejo de Medicina Deportiva y Estado Físico de la AAP. "El interés debe venir del niño primero, no de alguno de los padres".
La mayoría de los niños están listos para participar en deportes organizados a los 6 años, de acuerdo con la AAP. Antes de esta edad, los niños pequeños deben pasar mucho de su tiempo jugando libremente. Correr, saltar y escalar son algunos ejemplos de juego libre que ayudan a los niños a desarrollar las destrezas motoras que necesitan para participar en deportes organizados.
La AAP también recomienda:
Los centros preescolares y las escuelas primarias pueden influir de manera positiva a la participación en deportes organizados a largo plazo, a la actividad física y la salud cardiovascular.
Las escuelas medias y escuelas secundarias deben ofrecer una variedad de deportes de diferentes niveles para participar, lo que puede ayudar a mantener activos a los atletas que no pueden o no quieren competir en niveles más altos.
Los niños de bajo nivel socioeconómico pueden enfrentar obstáculos, tales como la falta de transporte para participar en las actividades. Los grupos comunitarios pueden ayudar a identificar esas necesidades y encontrar formas para ayudar a las familias y ofrecer oportunidades para participar en los deportes.
El apoyo de los padres debe ser general y positivo. Forzar la participación en los deportes probablemente no ayudará a los niños a obtener beneficios a largo plazo.
Se les recomienda a los padres de familia a hacer preguntas sobre los programas deportivos para garantizar un ambiente seguro, incluyendo preguntas sobre el proceso para contratar, códigos de conducta y comunicación entre los entrenadores y los atletas.
Los entrenadores que tienen una visión basada en el respeto y enfocada en el desarrollo y la diversión tienen más probabilidad de contar con atletas que disfrutan y permanecen en los deportes.
"Los atletas jóvenes por lo general aprenden destrezas y valores que pueden ser aplicados en situaciones de la vida en general", dijo Steven Cuff, MD, FAAP, coautor del informe. "La camaradería y el trabajo en equipo necesaria para jugar en el campo ofrece oportunidades para aprender responsabilidad individual, espíritu deportivo, establecimiento de objetivos y control emocional".
La participación en los deportes puede mejorar el bienestar en algunos jóvenes que corren riesgos médicos, y también está ligada al mejoramiento de la salud mental.
"Las familias pueden ayudar animando a sus niños a tratar diferentes deportes hasta que decidan cuáles les parecen divertidos", dijo el Dr. Logan. "Con suerte, hay actividades para todos, con el enfoque de hacerlo por diversión".
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