Por Greg Canty, MD, FAAP y Jennifer King, DO, FAAP
Las actividades de porristas han pasado de apoyar a los equipos desde la línea de banda a convertirse en un deporte desafiante por sí mismo. Los niños, adolescentes y adultos jóvenes participan en una gran variedad de grupos y estilos de porristas que fomentan la fuerza, la habilidad, el trabajo en equipo y la comunidad.
Explicación de la política de la AAP
Al igual que cualquier actividad deportiva, las actividades de porristas conllevan la posibilidad de que los niños y adolescentes se lesionen. Pero hay formas sensatas de gestionar estos riesgos y mantener la diversión en las actividades de porristas. Según las
recomendaciones actualizadas de la American Academy of Pediatrics (AAP), esto es lo que los padres, los cuidadores y las familias deben saber.
Cómo las actividades de porristas se convirtieron en un deporte organizado
Las actividades de porristas comenzaron en los primeros días del fútbol universitario, cuando la mayoría de los equipos masculinos lideraban a las multitudes en las gradas con cánticos de apoyo. En la década de 1990, las actividades de porristas se habían convertido en una mezcla enérgica de baile, volteretas y acrobacias que daba la bienvenida a niños de tan solo 5 o 6 años.
Las actividades de porristas continúan creciendo en popularidad. Los niños en edad de jardín de infantes pueden participar en equipos de "miniporristas" patrocinados por programas comunitarios y privados. Los niños mayores y los adolescentes pueden unirse a equipos de porristas escolares o equipos competitivos de estrellas afiliados a gimnasios privados. Aunque no todos los grupos de porristas compiten, muchos equipos escolares y de estrellas muestran sus habilidades en concursos distritales, estatales o incluso nacionales.
Las actividades de porristas como deporte continúan evolucionando. Por ejemplo, una categoría recién emergente llamada
ACROBACIAS se centra en los elementos técnicos y deportivos de las actividades de porristas, tales como acrobacias en pareja, pirámides, lanzamientos, saltos y volteretas. Además, tanto el Comité Olímpico de los Estados Unidos como el Internacional también han reconocido recientemente las actividades de los porristas como un deporte. Esto sienta las bases para el crecimiento futuro.
Una actividad deportiva físicamente exigente
Las actividades de porristas son un deporte que se practica durante todo el año para millones de deportistas jóvenes que pasan muchas horas cada semana practicando habilidades de volteretas, saltos y acrobacias complejas. Muchos asisten a campamentos de entrenamiento y talleres y siguen horarios intensos de entrenamientos y competencias.
Cuanto más tiempo se le dedica a este deporte, más posibilidades hay de sufrir una lesión. Una estimación muestra que alrededor de 35,000 deportistas que participan en actividades de porristas se lesionan cada año, la mayoría en el grupo de edad de 12 a 18 años. Sin embargo, las lesiones han aumentado en la categoría de 6 a 12 años. Es más probable que ocurran lesiones durante los entrenamientos o los eventos competitivos que durante las actuaciones del día del juego o los eventos comunitarios.
La buena noticia: los datos de las escuelas secundarias de EE. UU. muestran que las actividades de porristas provocan menos lesiones que otros deportes. Desafortunadamente, sin embargo, los niños que se lesionan pueden tardar mucho tiempo en recuperarse.
¿Cómo se lesionan los deportistas que participan en actividades de porristas?
Lesiones por sobre exigencia
Los deportistas que participan en actividades de porristas pueden sufrir
lesiones por sobre exigencia. Estas lesiones se desarrollan poco a poco cuando las mismas partes del cuerpo son sometidas a un estrés repetitivo. Algunos ejemplos son los siguientes:
Fracturas por estrés en los huesos que se debilitan o agrietan por un impacto constante
Tendones doloridos o inflamados cerca de una articulación (tendinitis)
Lesiones en el cartílago de crecimiento que dañan una capa especial de tejidos cerca del extremo de una pierna, brazo u otro hueso largo. Las lesiones en estas áreas pueden interferir en el crecimiento sano de los huesos.
Lesiones traumáticas
Los deportistas que participan en actividades de porristas también experimentan lesiones repentinas, a veces llamadas
lesiones agudas o traumáticas. Estas lesiones pueden ocurrir después de aterrizajes bruscos o torpes, colisiones con otros niños o caídas por acrobacias más riesgosas como la construcción de pirámides o el lanzamiento en canastas. Estas lesiones pueden incluir fracturas de huesos, esguinces de ligamentos o distensiones musculares. Las articulaciones que se lesionan con más frecuencia son los tobillos, las muñecas y las rodillas.
Riesgo de conmociones cerebrales en las actividades de porristas
Los riesgos de
conmociones cerebrales, un golpe en la cabeza que puede dañar el cerebro, son una grave preocupación en los programas de actividades de porristas y espíritu deportivo. Los datos de las escuelas secundarias de EE. UU. han descubierto que la zona del cuerpo que se lesiona con más frecuencia es la cabeza y el cuello, y que el 31 % de las lesiones informadas se deben a una conmoción cerebral.
Las conmociones cerebrales pueden ocurrir cuando un deportista que participa en actividades de porristas aterriza con fuerza sobre la superficie de juego, choca con otro deportista o con un equipo cercano. La mayoría de los deportistas con conmociones cerebrales se recuperan en una o dos semanas después de guardar reposo y que se realicen modificaciones en la actividad. Desafortunadamente, algunas conmociones cerebrales duran más tiempo. Todos los niños con conmociones cerebrales deben seguir un
regreso gradual y supervisado al deporte. Los cerebros jóvenes continúan creciendo y desarrollándose hasta mediados de los 20 años, por lo que prevenir y controlar las conmociones cerebrales es clave para la salud cerebral futura.
Recomendaciones de la AAP para que los programas de actividades de porristas y espíritu deportivo sean seguros y tengan éxito
Con la supervisión, el personal y el apoyo adecuados, los programas de actividades de porristas pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades de liderazgo, fuerza y trabajo en equipo, al tiempo que minimizan el riesgo de desarrollar lesiones. Los padres y las familias pueden ayudar si logran que
estos pasos básicos de prevención formen parte de la rutina de cada joven deportista.
10 puntos clave para maximizar la seguridad (¡y la diversión!) en las actividades de porristas
Los programas de actividades de porristas escolares de los 50 estados deben ser supervisados por asociaciones estatales y departamentos deportivos escolares. (A partir de 2024, poco más de la mitad de los estados realizan un seguimiento de los programas de actividades de porristas y establecen estándares de seguridad, entrenamiento y equipo).
Los entrenadores de actividades de porristas deben estar capacitados y certificados en técnicas de seguridad, especialmente en la asistencia durante las acrobacias. Esto garantiza la seguridad y proporciona apoyo físico para las acrobacias en parejas y otros movimientos avanzados.
Los programas de actividades de porristas deben considerar la edad y el nivel de habilidad de los participantes antes de introducir nuevas técnicas para que todos puedan participar de manera segura.
Las acrobacias, habilidades y eventos de las actividades de porristas nunca deben tener lugar en pisos de concreto, asfalto, tierra, vinilo ni en superficies mojadas o irregulares. Las superficies seguras reducen las probabilidades de que los deportistas se lesionen.
Las pirámides no deben superar la altura de dos participantes, y los ayudantes siempre deben estar presentes para estabilizar a los niños durante los movimientos de vuelo o los aterrizajes.
Los planes de acción de emergencia por escrito deben explicar exactamente qué sucederá si un deportista que participa en actividades de porristas se lesiona. Cada escuela, gimnasio, entrenador, deportista y familia debe tener una copia del plan y saber qué hacer en caso de emergencia.
Los niños deben someterse a un
examen físico previo a la participación antes de comenzar los programas de actividades de porristas o espíritu deportivo para que los médicos puedan iniciar una conversación familiar sobre los riesgos, los beneficios y la seguridad.
Los eventos de las actividades de porristas deben realizarse en lugares que cumplan con las reglas de seguridad establecidas por
USA Cheer, la Federación Nacional de Asociaciones de Escuelas Secundarias Estatales (NFHS) o la
U.S. All-Star Federation.
Los entrenadores, deportistas, padres y otras personas de los programas de actividades de porristas deben aprender los signos y síntomas de las conmociones cerebrales y cómo buscar atención para los deportistas. Los deportistas con conmociones cerebrales u otras lesiones graves no deben
volver a participar en actividades de porristas hasta que hayan recibido la autorización de un profesional médico.
¡Los niños con discapacidades también pueden participar en actividades de porristas! Los padres y deportistas pueden obtener más información sobre cómo participar en
ParaCheer International.
Apoyar la salud y el bienestar generales
También es importante ayudar a prevenir otros riesgos para la salud y el bienestar que pueden enfrentar los deportistas que participan en actividades de porristas.
Promover una imagen corporal positiva y una nutrición saludable
Los deportistas que participan en actividades de porristas a veces han sentido la presión de tener una cierta apariencia física. Esto puede aumentar su riesgo de tener una imagen corporal negativa. Además de afectar a la salud mental, esta presión puede llevar a no comer lo suficiente. Una nutrición deficiente y muy pocas calorías pueden afectar la fuerza ósea e interferir con un ciclo menstrual saludable.
Los participantes, los padres y los entrenadores pueden ayudar a reducir estos riesgos. Evite el lenguaje que sugiera que los participantes deben ajustarse a un tipo de cuerpo específico, por ejemplo, y elija uniformes que sean inclusivos para todas las formas y tamaños de cuerpo.
Prevenir el abuso y la mala conducta en las actividades de porristas
Los programas de las actividades de porristas deben ser lugares seguros, de apoyo y alentadores para todos los niños.
El Centro para el Deporte Seguro de EE. UU. ofrece capacitación y políticas modelo para ayudar a proteger a los deportistas jóvenes del abuso sexual, el abuso físico, el abuso emocional, la intimidación, el acoso y las novatadas. Los programas de actividades de porristas (y la comunidad de actividades de porristas en su conjunto) deben hacer que sea seguro para los deportistas denunciar anónimamente posibles conductas indebidas o abusos.
Este artículo sobre la prevención del abuso ofrece consejos útiles para los padres de los porristas.
Más información
Acerca del Dr. Canty
Greg Canty, MD, FAAP, es el director médico del Centro de Medicina Deportiva de Children's Mercy Kansas City. Es profesor adjunto de pediatría y cirugía ortopédica en la University of Missouri – Kansas City School of Medicine. El Dr. Canty, miembro del Consejo de Medicina Deportiva y Estado Físico la AAP y de la Sección de Ortopedia, es el autor principal de la Declaración de Política de 2024, "Seguridad en las actividades de porristas: Epidemiología y Recomendaciones".
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Acerca de la Dra. King
Jennifer King, DO, FAAP, es la jefa de la Sección de Medicina Deportiva Pediátrica en el Kapi'olani Medical Center para mujeres y niños en Honolulu, Hawái. Es profesora adjunta de pediatría en la John A. Burns School of Medicine, University of Hawai'i. La Dra. King es miembro del Consejo de Medicina Deportiva y Estado Físico de la AAP y de la Sección de Ortopedia y coautora de "Seguridad en las actividades de porristas: Epidemiología y Recomendaciones".
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