Los jugos de cajita son una opción popular y conveniente para enviar en el almuerzo de su hijo, servir en las fiestas de cumpleaños y para tomar después del juego o el partido. Sin embargo, no siempre son lo más saludable.
Aquí le brindamos algunos consejos para tener en cuenta cuando compre o sirva jugos de cajita:
- Asegúrese de que es puro jugo de fruta. Las bebidas de frutas
que NO contienen 100 % de fruta generalmente contienen azúcares añadidas o
edulcorantes que pueden aumentar las caries y el total de calorías. Revise la etiqueta.
No introduzca el jugo de fruta en la dieta del niño durante su primer año de vida y absténgase de servírselo en un biberón después de su primer cumpleaños.
No le permita a su hijo beber a sorbos el jugo de la cajita (o cualquier otro
líquido que contenga azúcar) durante largos períodos. Ya
sea en un biberón, taza para bebé portátil o un vaso, expone a sus dientes a
líquidos azucarados que pueden ocasionar caries muy graves.
Considere diluir el jugo con agua. Nota: Esta es una mejor opción a los jugos diluidos disponibles en las tiendas que contienen azúcares añadidos.
Cerciórese de que el jugo no le quite el interés por completo de tomar leche o agua.
Sólo compre productos pasteurizados (jugos y productos estables para su almacenamiento, congelados, concentrados o especialmente marcados para su refrigeración) para evitar que causen posibles diarreas e infecciones.
A pesar de que la American Academy of Pediatrics sugiere el jugo
100 % de fruta como una parte aceptable de una dieta saludable, tenga
presente que vale la pena ofrecerlo con moderación apropiada según la
edad. No ofrezca jugo a niños menores de 1 año de edad, no más de 4 onzas al día para niños entre 1 y 3 años de edad y no más de 4 a 6 onzas para niños hasta los 6 años de edad. Recuerde que la mayoría de los jugos de cajita contienen aproximadamente 6 onzas.
Manténgase alerta frente a los síntomas del consumo excesivo del
jugo de fruta, como caries y “bebés con diarrea”. Los niños pequeños
tienden a chupar o tomar líquidos azucarados durante largos períodos cuando
se les permite, y en consecuencia pueden poner sus nuevos dientes en riesgo considerable. Además, los niños entre los 2 y 3 años de edad tienden a consumir mucho más jugo, y en algunos casos les puede ocasionar diarrea persistente.
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