Los niños pueden tomar mucho jugo con facilidad debido a que tiene muy buen sabor. Sin embargo, demasiado jugo en la dieta de su niño puede contribuir a algunos problemas de salud, tales como la mala nutrición, la obesidad y la caries dental.
Los padres pueden ayudar ofreciendo porciones de jugo apropiadas para la edad, además de frutas enteras y otras bebidas, como el agua y la leche descremada o baja en grasa.
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