Por: Suanne Kowal-Connelly, MD, FAAP
¿Alguna vez se ha preguntado por qué es tan difícil que los niños coman verduras? Los niños no comen brócoli por motivos mucho más complicados que el simple hecho de que lo le gusten los alimentos verdes. El gusto por determinados alimentos se asocia inicialmente a muchos factores, y esto se conoce como preferencias alimentarias.
Cómo se forman las preferencias alimentarias
En los 2 primeros años de vida (cuando el aprendizaje del niño es constante), también se forman las preferencias alimentarias. La mayoría de estas preferencias se aprenden, pero algunas son innatas. Las preferencias alimentarias de un niño tienen un impacto directo en su comportamiento, lo que a su vez se relaciona con la salud general, el bienestar y su peso corporal.
Desde hace muchos años, la industria de alimentos y bebidas se ha beneficiado de este conocimiento y estimula la formación de preferencias alimentarias poco saludables en los niños de todas las edades a través de varias técnicas de comercialización y publicidad.
La influencia de la industria de alimentos y bebidas en la formación de preferencias alimentarias
¿Qué tan frecuentes son los anuncios que promocionen brócoli? Los alimentos saludables se promocionan menos del 3 % de las veces en comparación con los menos saludables. Esto tiene un impacto directo en las preferencias alimentarias de los niños si se tiene en cuenta que las compañías de alimentos y bebidas gastan 2 mil millones de dólares al año en campañas de comercialización de alimentos dirigidas a los niños.
La industria de las comidas rápidas invierte casi 5 millones de dólares por día comercializando productos con alto contenido de azúcar, grasa y sal y a la vez sugeriendo tamaños de porciones terriblemente desproporcionadas a las necesidades energéticas de un niño. Cada vez más compañías de comidas rápidas están utilizando juguetes ligados a las principales películas animadas para niños con el fin de intentar atraer a los más jóvenes. Sorprendentemente, hay estudios que demuestran que incluso los niños más pequeños expuestos a comerciales persuasivos pueden desarrollar antojos de alimentos no saludables que jamás han saboreado.
Esto tiene una consecuencia directa en la formación de preferencias alimentarias no saludables para toda la vida, a la obesidad y a todo lo que esto conlleva. Si bien las preferencias alimentarias se pueden cambiar, es cada vez más difícil a medida que crecemos.
Falta de regulación
La comercialización de alimentos dirigida a niños en los medios de comunicación no está regulada en los Estados Unidos. En cambio, los principales fabricantes de alimentos y bebidas se han comprometido voluntariamente a limitar la comercialización de alimentos no saludables dirigida a los niños como parte de la Iniciativa para la Publicidad de Alimentos y Bebidas para Niños (CFBAI, por sus siglas en inglés). Sin embargo, los grupos de investigación independientes han destacado varias limitaciones de ese programa, y los niños pequeños siguen muy expuestos a la publicidad de alimentos y bebidas que pueden contribuir a preferencias de alimentos no saludables.
El problema con los refrigerios para bebés y niños pequeños
Si se reduce el consumo de sodio y azúcar a una edad temprana, los niños establecerán otras preferencias de sabor y, cuando crezcan, elegiran alimentos más saludables. Sin embargo, en un informe del Centro Rudd para Políticas de Alimentos y Obesidad de la Universidad de Connecticut se determinó que solamente 4 de cada 80 refrigerios para bebés y niños pequeños cumplían con las normas nutricionales. Además, el 50 % de los refrigerios para bebés y el 83 % de los refrigerios para niños pequeños contenían endulzantes agregados.
Los padres deben leer con atención las etiquetas de información nutricional antes de comprar alimentos comerciales para niños pequeños y refrigerios, postres y jugos para bebés o niños pequeños. Elija productos con menor contenido de azúcar agregada y sodio. Consulte consejos aquí para controlar el consumo de golosinas de su hijo en un mundo lleno de dulces.
El problema continúa cuando los niños crecen
Los niños mayores son bombardeados con campañas publicitarias a través de todos los medios de comercialización existentes. Recorra cualquier supermercado y vea dónde están ubicados los cereales para niños. Invariablemente se ubican de forma tentadora a la altura de la vista de un niño. La ubicación de dulces y caramelos cerca del cajero es otra táctica comercial bien elaborada.
Comercialización de alimentos y uso de los medios
Los niños también están expuestos a innumerables anuncios en televisión, servicios de transmisión (streaming), a través de videojuegos, redes sociales y la mayoría de los sitios web de internet. Esta es una de las muchas razones por las que la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda no pasar tiempo frente a una pantalla desde el nacimiento hasta los 18 meses (excepto para comunicarse por chat de video con sus seres queridos). Este es el motivo. Los padres de niños entre 18 y 24 meses que deseen introducirlos al mundo de los medios digitales deben elegir programas o aplicaciones de alta calidad y mirar durante lapsos limitados junto con ellos. En el caso de niños de 2 a 5 años, debe poner límites al uso de los medios de comunicación (contenido digital); se recomienda mirar un programa de buena calidad durante 1 hora o menos por día. Las pautas para el tiempo frente a una pantalla de la AAP también enfatizan la función que pueden tener los medios en el deterioro de los buenos hábitos alimentarios, como cuando se utilizan aparatos digitales o la la televisión está encendida durante las comidas en familia. Cree un plan para el consumo mediático de su familia que incluya zonas libres de pantallas, como la mesa del comedor.
¿Qué sucede con los avales de personas famosas? En un estudio de la publicación Pediatrics de julio del 2016, se examinó el uso de celebridades del mundo de la música por parte de las industrias de los alimentos para avalar gaseosas (refrescos) azucaradas y alimentos con bajo contenido de nutrientes a través de campañas multimillonarias. Los resultados también demostraron que estas estrellas de la farandula y los deportes son muy famosos entre las audiencias adolescentes: los adolescentes de 12 a 18 años informaron que pasan casi 2 horas por día escuchando música.
Venta de alimentos en las escuelas
Las escuelas de Estados Unidos no son ajenas a la publicidad, la oferta y la promoción de alimentos poco saludables. Muchos grupos están buscando activamente métodos innovadores para mejorar la educación sobre alimentos de los niños y sus familias, que incluye mejorar las opciones de alimentos, así como aprender a cultivar, cocinar e identificar correctamente los alimentos saludables.
En la declaración de la política de la AAP, "Refrigerios, bebidas endulzadas, azúcar agregada y escuelas" se explican las tres categorías de alimentos y bebidas que los niños consumen en la escuela y dónde hay oportunidad para que los padres, pediatras y estudiantes se concienticen sobre la importancia de opciones saludables, ya que los alimentos a las que se han acostumbrado son, por lo general, menos costosos que las alternativas más saludables.
En un estudio publicado en la edición de agosto del 2016 de Pediatrics se sugiere que las tácticas de comercialización, a menudo culpables de popularizar alimentos con bajo contenido nutritivo, también pueden hacer que más niños elijan verduras a la hora del almuerzo. A estudiantes de escuelas primarias se les ofreció verduras en la cafetería en una enorme barra de ensaladas. En algunas escuelas, la barra de ensaladas estaba decorada con carteles de personajes de historietas que obtenían "superpoderes" comiendo las verduras que se exhibían allí. Otras escuelas aplicaban la misma temática, pero a través de un televisor ubicado en las cercanías. Algunas escuelas usaban tanto los carteles como el televisor para captar la atención de los niños. El grupo de control solamente tenía una simple mesa con verduras frescas. En el grupo con el televisor y los carteles, se eligieron 3 veces más verduras. Las veces en que se utilizó el cartel o el televisor, se consumió el doble de los alimentos saludables en comparación con el grupo de control. Es evidente que la publicidad se puede manipular para presentar mensajes de valor capaces de impactar la formación de conductas y preferencias de alimentos saludables.
Lo que pueden hacer los padres
Los padres deben estar bien informados sobre las consecuencias negativas para la salud de la mayoría de las prácticas actuales de comercialización de alimentos y tener en cuenta los efectos que tiene la exposición a los medios y el incorporar alimentos poco saludables a la dieta de sus hijos.
Si no está conforme con las opciones disponibles en la cafetería de la escuela de su hijo, participe en grupos organizados por padres y profersores de la escuela y sugiera algunas alternativas saludables, como ya lo están haciendo muchos padres y profesores de todo el país.
Información adicional:
Sobre la Dra. Kowal-Connelly
Suanne Kowal-Connelly, MD, FAAP es una pediatra con 30 años de experiencia
en práctica de grupo y es médica del personal voluntario de la Facultad de
Medicina de la Universidad Nassau donde es tutora de residentes. También
atiende a pacientes privados en los Centros de Salud con calificación federal
de Long Island (Long Island Federally Qualified Health Centers,
LIFQHC) en el condado de Nassau. Dentro de la American Academy of Pediatrics
(AAP), es parte del Consejo sobre Medicina del Deporte y Aptitud Física, el
Consejo sobre la Salud en la Escuela y el Departamento de Obesidad. La Dra.
Kowal-Connelly es entrenadora certificada de Nivel 1 en Triatlón de los Estados
Unidos (USA Triathlon, USAT) y entrenadora certificada en USAT para
escuelas secundarias y universidades. Además, es fundadora de www.HealthPoweredByYou.com (en inglés), donde las familias y las organizaciones pueden aprender bien
las estrategias para tener salud y bienestar durante toda la vida y leer su
blog. También es la madre muy orgullosa de tres hijos adultos. Sígala en Twitter@healthpby.