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Vida sana

Los refrigerios y los alimentos azucarados en la escuela: explicamos la política de la AAP

La American Academy of Pediatrics piensa que lo que los niños comen en la escuela tiene mucha importancia.

Más de 55 millones de niños y adolescentes que asisten a las escuelas públicas de la nación—y consumen ahí de 35 a 40 por ciento de sus calorías diarias. Es de suma importancia que estas calorías sean saludables—especialmente si la tercera parte de las calorías que los niños consumen en la actualidad no son saludables. Si logramos que los alimentos que comen en la escuela sean más saludables, esto podría marcar la diferencia.

Es por esta razón que la American Academy of Pediatrics (AAP) ha publicado la declaración de política: "Refrigerios, bebidas azucaradas y azúcares agregados en las escuelas".

Tipos de alimentos disponibles en las escuelas

Existen tres categorías de alimentos que los niños consumen en las escuelas:

  • Comidas escolares (desayuno, almuerzo y refrigerios para después de la escuela) auspiciados por el Ministerio de Agricultura de los EE.UU.(USDA, por sus siglas en inglés)

  • Alimentos y bebidas que se venden en las escuelas que no son parte del programa del USDA, tal como los que se venden en los expendedores automáticos.

  • "Otros" alimentos (todo lo que no pertenece a estas dos categorías), incluyendo refrigerios y almuerzos traídos a la escuela por parte de los estudiantes, alimentos que se sirven en los cumpleaños o celebraciones y alimentos vendidos durante los eventos deportivos o para recaudar fondos.

Debido a que las dos primeras categorías están reglamentadas y a que el congreso aprobó la ley Healthy, Hunger-Free Kids (Niños Sanos y sin Hambre) hemos hecho progreso con las dos primeras para que sean más saludables. El USDA ha realizado muchos cambios a los requerimientos de las comidas escolares en la última década, y en las más recientes recomendaciones presentadas en el 2012 exhorta a disminuir el azúcar, ofrecer más carnes magras, productos lácteos bajos en grasas, y más frutas, verduras y granos enteros así como porciones adecuadas para los niños. También existen nuevos reglamentos sobre lo que se puede vender en el comedor que han hecho que los alimentos sean también más saludables.

Todavía hay mucho por hacer

De acuerdo con la USDA, 93% de las escuelas están sirviendo comidas que cumplen con los requisitos nutricionales, lo cual es magnífico. Existen retos que algunas escuelas tienen que enfrentar, especialmente económicos (los alimentos saludables son más costosos) y todavía hay mucho por hacer para lograr que todas las comidas y todos los alimentos que se venden en las escuelas sean saludables. Se han creado algunos programas (tales como: Colabore en la Iniciativa para Entrenar con Éxito) para ayudar que las escuelas lo logren, pero la comunidad también tiene que colaborar.

La última categoría, todos esos otros alimentos que se terminan consumiendo en las escuelas, no está reglamentada. Varias escuelas han realizado algunos esfuerzos para incitar el consumo de alimentos más saludable al prohibir las golosinas para las fiestas escolares o venderlas en las escuelas con el fin de recolectar fondos, y esto ha causado revuelo en algunas comunidades. Muchos padres se preguntan: ¿qué daño puede ocasionar un pastelito (cupcake)?

Un pastelito de vez en cuando no hace daño—si es parte de una dieta saludable en general. A la AAP no le preocupan los pastelitos (cupcakes)—pero sí les preocupa la dieta integral que para muchos niños no es muy saludable.

Prohibir las golosinas para las fiestas o como premio hace pensar a las personas en otras formas de celebrar, ya sea con alimentos saludables o sin alimentos (tales como enviar lápices u otros artículos pequeños en lugar de golosinas). Prohibir la venta de golosinas para recaudar fondos o para los eventos escolares hace pensar a la gente en lo que están haciendo—y cómo puede impactar a los estudiantes. Es un pronunciamiento sobre la importancia que tiene la salud de los estudiantes para la escuela—y crea una cultura en la escuela que valora la alimentación saludable.

Esa cultura es importante porque los padres siempre pueden empacar y enviar lo que ellos quieran para el almuerzo y los refrigerios de sus niños (en algunos salones de clase donde hay niños con alergias a las nueces, los padres solicitan que no se envíen alimentos con nueces por cuestión de seguridad). Muchos niños están comiendo comida chatarra y alimentos procesados y tomándolos con bebidas azucaradas.  Es fácil de entender por qué estos alimentos les gustan a los niños—y no solamente los niños prefieren estos alimentos. Además, por lo general estos alimentos son menos costosos que las alternativas más saludables. Pero consumirlos habitualmente puede ocasionar, obesidad, tensión arterial alta y otros problemas de salud.

Podemos trabajar juntos:

La AAP no quiere que los niños tengan problemas de salud. Ninguno de nosotros lo desea. Por esta ra​zón debemos trabajar juntos para ayudar a que los alimentos que los niños compran en la escuela sean más saludables. Juntos podemos hacer que la escuela sea un lugar donde se alimente y se fortalezca tanto la mente como el cuerpo—y brindarles a nuestros niños un mejor futuro.

Sobre la Dra. McCarthy:

La doctora Claire McCarthy, MD, FAAP es pediatra de medicina primaria en el Hospital Infantil de Boston, profesora auxiliar de atención pediátrica en la Universidad de Medicina de Harvard, editora veterana de las Publicaciones de Salud de Harvard, y portavoz oficial de la American Academy of Pediatrics. Ademas de servir en el Consejo Asesor Editorial de HealthyChildren.org, ella escribe sobre la salud y la crianza en Boston.com y en el Huffington Post. 


 

Autor
By Claire McCarthy, MD, FAAP
Última actualización
2/11/2016
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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