La actividad física tiene innumerables beneficios para todos, incluidos los niños con discapacidades.
Los expertos recomiendan que TODOS los niños y adolescentes de entre 6 y 17 años realicen al menos 60 minutos de
actividad física de moderada a vigorosa todos los días. También deben apuntar a realizar
actividades que fortalezcan sus huesos y músculos al menos 3 días a la semana. Esa frecuencia, intensidad y cantidad de ejercicio se pueden ajustar a las necesidades específicas de su hijo.
Lamentablemente, los niños y adolescentes con discapacidades suelen enfrentar más obstáculos cuando se trata de participar en deportes y actividades físicas. Eso significa que no participan con tanta frecuencia. En general, tampoco están en buena forma física y tienden a tener tasas más altas de
obesidad.
Beneficios de la actividad física
Como pediatras, incentivamos a los niños y adolescentes con discapacidades a participar en deportes, recreación y actividades físicas siempre que sea posible. Hacer que su hijo participe puede mejorar casi todos los aspectos de su vida.
Algunos de los muchos beneficios pueden incluir:
Mejor capacidad pulmonar y mayor fuerza muscular
Mejora de la salud física y cognitiva
Menor peso corporal
Menor aislamiento y mayor sentimiento de inclusión
Mejores habilidades y relaciones sociales
Mejora de la salud mental y el rendimiento académico
Mejora del bienestar y la autoestima
Mejora del sueño y del comportamiento
Obstáculos a los que pueden enfrentarse las familias
La actividad física suele estar al final de la lista en el plan de tratamiento de un niño. Esto puede deberse a que los padres y los médicos no siempre consideran todos los beneficios del ejercicio y pueden estar preocupados por el riesgo de lesiones.
Algunos de los otros obstáculos que pueden dificultar la participación incluyen:
Limitaciones físicas o mentales
Baja autoestima
Alto costo
Falta de instalaciones o programas accesibles
Falta de acceso a proveedores con experiencia en deportes adaptables a niños con discapacidades
Acoso por parte de compañeros o estereotipos negativos
Cómo involucrar a su hijo
A los niños con discapacidades se les debe ofrecer la oportunidad de participar en deportes y otras actividades que les pongan en movimiento. Hay formas de adaptar casi cualquier programa deportivo o recreativo. Pregunte a su hijo qué actividades le interesan. Ayúdele a encaminarle hacia una actividad que le ayudará a divertirse y mejorar.
Su hijo puede disfrutar de actividades como las siguientes:
Antes de inscribir a su hijo, hable con su pediatra sobre una evaluación física
previa a la participación. Puede aprovechar este momento para hablar sobre cualquier problema que pueda dificultar la participación de su hijo en la actividad física. Analice qué opciones son las mejores para su hijo y qué equipo de adaptación podría necesitar.
Si es necesario, su pediatra involucrará a otros miembros del equipo de atención de su hijo. Juntos, pueden elaborar recetas para la actividad física. Las metas para la actividad física pueden incluso ser parte del programa de educación individualizada (individualized education program, IEP) de su hijo en la escuela.
Si su hijo necesita un equipo de adaptación
Es posible que haya oportunidades para su hijo en su comunidad que usted no conoce. Hable con su pediatra o con alguien del equipo de atención de su hijo sobre las actividades y los programas especializados. Es posible que puedan guiarle hacia una actividad que se adapte bien a su hijo.
Si el costo del equipo de adaptación es un problema, busque subvenciones en su área. El departamento local de Servicios Sociales es un buen punto de partida. También puede consultar con organizaciones nacionales como por ejemplo
Move United (en inglés) o
U.S. Paralympics (en inglés).
Recuerde
Hable con su pediatra sobre las opciones de actividad física, deportes y recreación que puedan satisfacer las necesidades de su hijo.
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