Observe si este escenario le parece familiar, su hijo llega a casa de la escuela con 2 horas de tareas, incluyendo estudiar para una prueba de matemáticas al día siguiente. También necesita empezar a trabajar en un proyecto para la feria científica. Y no olvide la lección de clarinete que también está en su calendario. Parece que apenas hay tiempo para incluir la comida y el baño.
No es sorprendente que algunos niños sientan como que no tienen tiempo para realizar alguna actividad física. Sus itinerarios están llenos hasta el tope y cuando están saturados, es fácil dejar la actividad física a un lado.
Como padre, necesita intervenir para asegurarse de que su hijo tenga tiempo para todas las cosas importantes. Ya sea que tenga sobrepeso o no, la actividad física debe ser una prioridad.
Siéntese con su hijo y planee su tiempo después de la escuela para que pueda incluir todo lo que es más esencial. Por ejemplo, al planear el siguiente día, puede decir algo como, “Tienes un tiempo libre después de la escuela mañana. Quizás el tiempo inmediatamente después de la escuela no es el mejor momento para hacer la tarea, ya que gastarás todas la luz que queda del día cuando puedes estar jugando afuera. ¿Por qué no piensas en salir a jugar afuera por 30 minutos o una hora después de llegar a casa? Luego iremos a tu lección de clarinete y una vez hayas cenado y esté oscuro afuera, puedes hacer tu tarea. En la noche es cuando ves televisión de todas maneras, así que será un buen momento para hacer la tarea. Y pensemos en reprogramar tus lecciones de clarinete para los fines de semana”.
Como padre, puede ayudar a su hijo a encontrar oportunidades para ser activo. Si es creativo, casi siempre encontrará el tiempo.