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Vida sana

Cómo encontrar atención de salud mental para su hijo

​​La ansiedad y la depresión van en aumento en niños desde los 3 años de edad. Hoy en día, los niños y adolescentes se enfrentan a factores estresantes que la mayoría de los padres nunca imaginaron.

En los últimos años, han tenido que adaptarse a rutinas y expectativas que cambian continuamente en el hogar, en la escuela y en sus interacciones en persona y en línea. Se ha vuelto aún más importante que los padres sean conscientes de las luchas internas de sus hijos y sepan cómo obtener ayuda.

Sucesos que podrían afectar la salud mental de su hijo

Todos los niños enfrentan cambios en la vida, pero cada niño maneja estos cambios de manera diferente. Como padres, podemos ayudarlos estando pendientes de los sucesos que podrían afectar negativamente su salud mental. Algunos ejemplos incluyen:

Ofrecer su apoyo y entender cuándo es conveniente considerar un tratamiento
En los momentos emocionalmente difíciles, puede demostrar su apoyo escuchando, tomando en serio las palabras y los sentimientos de su hijo y minimizando el estrés de su hijo siempre que sea posible.

A veces, las luchas internas que enfrenta un niño son más de lo que una familia puede manejar por sí sola. Puede ser difícil, pero necesario, comunicarse con un profesional capacitado. Los profesionales pueden desarrollar un plan de tratamiento para mejorar la salud mental de su hijo.

¿Dónde obtener ayuda?

El médico de su hijo

Uno de los mejores lugares para comenzar es con el pediatra de su hijo. Por lo general, el pediatra es la primera persona a la que se llama ante una preocupación sobre la salud física de un niño. Debería funcionar de igual manera para el bienestar mental de su hijo.

El pediatra de su hijo está familiarizado con su hijo, su salud y su predisposición. El pediatra puede ayudarlo a identificar las áreas de preocupación desde el principio. Muchos pediatras han comenzado a evaluar a los niños para detectar ​depresión a partir de los 12 años de edad. El pediatra puede ofrecerle una lista de profesionales de salud mental en su red de seguro actual.

La escuela de su hijo

Las escuelas tienen una gran cantidad de recursos disponibles para apoyar el aprendizaje socioemocional. El maestro del salón de clases podría comunicarse con usted cuando note cambios en la atención, el enfoque o la respuesta de su hijo hacia otros estudiantes.

Las escuelas cuentan con personal de apoyo (como por ejemplo, trabajadores sociales escolares, terapeutas y consejeros). Estos profesionales autorizados colaboran con las pruebas, el diagnóstico y el desarrollo de un plan de apoyo escolar.

Los consejeros también podrían referirlo a proveedores locales gratuitos o de costo reducido. En algunos casos, podrían brindar servicios a su hijo durante el horario escolar. Algunas escuelas patrocinan el programa Rainbows for All Children que brinda apoyo a los niños en situaciones de tristeza. Para obtener más información, visite el programa Rainbows for All​​ Children en inglés.

Amigos y parientes

Es probable que muchos de sus amigos y familiares hayan lidiado con problemas de salud mental o también sus hijos. Ellos podrían brindarle referencias sobre su propio terapeuta o sobre otro terapeuta de la red. Sus amigos y familiares lo conocen bien a usted y a sus hijos y esto es algo que podría ser útil a la hora de recomendar un profesional que sea apropiado.

Conocer personalmente el estilo del profesional podría ayudarlo a decidir. Es beneficioso contar con el apoyo de amigos y familiares en el camino para mejorar la salud mental de su hijo.

Hospitales o salas de urgencias para situaciones de emergencia

Podría llevarle un tiempo encontrar un profesional y programar una cita. Si su hijo presenta síntomas de depresión severa o pensamientos suicidas, comuníquese con un profesional médico de inmediato. Llame a su hospital local o lleve a su hijo a una sala de emergencias (si fuera necesario).

Los signos de problemas de salud mental a los que hay que prestar atención incluyen:
  • Cambios en el patrón de sueño, el apetito, la actividad social y la personalidad (llora, se enoja o se frustra fácilmente)

  • Autoaislamiento

  • Diálogo interno negativo

  • Nuevas dificultades con los quehaceres domésticos y las tareas escolares

Cobertura del seguro para el cuidado de la salud mental

Si usted tiene un seguro privado, es posible que deba utilizar los proveedores de su red. Comuníquese con su proveedor para obtener una lista de terapeutas dentro de la red y para confirmar su cobertura de salud mental. Antes de programar una cita, es conveniente saber previamente cuántas sesiones cubre el seguro, qué porcentaje del costo está cubierto y si deberá abonar un copago.

Si su familia no cuenta con un plan de atención médica que cubra la salud mental, existen muchas clínicas locales que brindan referencias y servicios de salud mental gratuitos o de costo reducido. El departamento de salud de su condado es un recurso valioso en esta área.

Cómo encontrar un terapeuta y un tratamiento adecuados

Dele tiempo

Encontrar un profesional de atención médica adecuado lleva tiempo. Un terapeuta podría tener las credenciales correctas y referencias excelentes, pero lo que importa es cómo se vincula con su hijo. Para que un niño aprenda y crezca, debe sentirse cómodo y estar dispuesto a hablar y confiar en el profesional. Es posible que deba probar con algunos terapeutas para encontrar al adecuado.

Los planes de tratamiento no son iguales para todos. El profesional hablará con usted, con su hijo y, posiblemente, con la escuela para llegar a un diagnóstico adecuado. Solo entonces desarrollará un plan de tratamiento para satisfacer las necesidades de su hijo. Escuche lo que sugiere el terapeuta, haga preguntas y esté abierto a posibles cambios en el plan de tratamiento.

Cuando comience el tratamiento, llevará tiempo para que funcione. Si se receta un medicamento, podría llevar semanas o meses encontrar la dosis correcta (es decir, una dosis que genere el efecto correcto). Sea optimista y consistente con el tratamiento y los medicamento a fin de obtener los mejores resultados.

Confíe en sus instintos

El hecho de que comience con un terapeuta no significa que deba continuar con él. Podría tomar tiempo encontrar un terapeuta que sea adecuado para su hijo y sus necesidades. Además, si no se siente cómodo o seguro sobre el diagnóstico o el plan de tratamiento, está bien buscar una segunda opinión. Es posible que deba cambiar de terapeuta si su hijo:

  • Duda más de lo habitual en hablar con el terapeuta o con usted después de las sesiones

  • Compartió comentarios negativos sobre el terapeuta

También podría buscar un terapeuta diferente si la perspectiva general de su hijo no parece estar mejorando. Sin embargo, tenga en cuenta que podría tomarle tiempo al terapeuta generar confianza y una conexión con su hijo, y también considere que la mayoría de los tratamientos conductuales toman tiempo.

Deshacerse de los prejuicios

Recuerde: muchos niños están pasando por los mismos problemas que su hijo. La salud mental es un problema de salud que no difiere de las alergias graves o los problemas cardíacos.

Si su hijo tuviera asma, no dudaría en conseguirle un inhalador o tratamientos con albuterol. Si su hijo tuviera diabetes, se aseguraría de que tuviera inyecciones de insulina y un medidor de glucosa. Al vincular a su hijo con un terapeuta profesional, lo está ayudando a desempeñar un papel activo en su propio tratamiento.

Apoyar a su hijo y a usted mismo

Cuando un niño está lidiando con problemas médicos o de salud mental, usted es su defensor y su apoyo. Los niños siguen el ejemplo de sus padres. 

Recuerde:

  • Mantenga la calma y el optimismo

  • Escuche a su hijo

  • Trate de minimizar el estrés

Al tratar la salud mental de su hijo, no se olvide de la suya. Hay grupos de apoyo para padres a través de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés) de su hospital local y de algunas comunidades religiosas. ¡Usted no está solo en este camino!

Más información

Última actualización
3/28/2023
Fuente
Adapted from HealthyChildren Magazine, Winter 2022 American Academy of Pediatrics (Copyright © 2022)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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