Ha habido demasiados atletas jóvenes que han fallecido por insolación o han sufrido fatiga extrema por calor por entrenar en el calor y lastimosamente, la insolación es una de las causas más comunes de muertes relacionadas con el ejercicio en estudiantes de escuela secundaria en los Estados Unidos.
Las combinaciones mortales usualmente involucran temperaturas muy altas y humedad, pero problemas catastróficos similares también han ocurrido en climas menos drásticos. Mucho antes de que su hijo avance a los deportes de la escuela secundaria, debe prestarle suma atención a los temas de tolerancia al calor. En comparación con los adultos, la capacidad de los niños para tolerar el calor es muy diferente. Recuerde, el desarrollo está ondeando su bandera, esperando a ser visto y escuchado. Si fuera visible, estaría saltando de arriba a abajo y diciendo, "¡Elíjanme a mí! ¡Elíjanme a mí!" Esta diferencia entre niños y adultos para soportar el calor es importante si usted tiene un niño que entrena en un deporte al aire libre o viaja a otros estados para competir, especialmente en áreas geográficas donde se sabe que la temperatura y la humedad son altas. Esta diferencia ciertamente puede afectar la forma en que su hijo puede entrenar y su rendimiento. Saber cómo su pequeño es capaz de manejar el calor en función de su desarrollo, puede ayudar a prevenir problemas graves o leves.
Existen varias diferencias básicas en la composición química de los niños que hacen que les sea más difícil regular la temperatura corporal que a los adultos.
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Los niños tienen más área superficial corporal que peso corporal, así que cuando la temperatura en el exterior es más alta que la temperatura corporal, los niños tienden a acalorarse más rápido que los adultos. No deje que el tamaño pequeño lo engañe.
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Durante el ejercicio, los niños generan hasta 20% - 25% más calor por su peso corporal que los adultos. Las tasas metabólicas más altas de los pequeños también contribuyen a las grandes cantidades de calor que pueden generar con ejercicios y actividades.
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Los movimientos que no refinados y poco eficientes producen más calor en los niños que en los atletas mayores que ya dominan sus técnicas y tienen movimientos más suaves.
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La cantidad de sangre que se bombea durante el ejercicio es menor en niños que en adultos, por lo que hay menos capacidad de transferir el calor a la piel para liberarlo.
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Los niños tienen mecanismos de sudoración inmaduros y también sudan menos que los adultos, por lo que tienen menos capacidad de liberar el calor por la evaporación del sudor. No tienen tantas glándulas sudoríparas y las que tienen no son tan eficientes como las de los adultos. Además, la piel quemada por el sol reduce la capacidad de las glándulas sudoríparas de cumplir su función, por lo que usar bloqueador solar es obligatorio (además de que protege la piel del envejecimiento prematuro y el cáncer de piel).
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Los niños se ajustan más lento al calor, por lo que les tomará más tiempo acostumbrarse a las temperaturas y humedad del verano que a los adultos. Este proceso de adaptación de llama climatización. Esta capacidad de adaptarse es lo que permite que su pequeño no se acalore ni enfríe demasiado, sino que esté a la temperatura justa.
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La temperatura corporal interna en los niños sube más alto y más rápido con la deshidratación, lo que hace que sea más importante que los niños activos tomen descansos para beber algo. El estímulo de sed en un niño no es tan bueno como el de un adulto, así que tomar descansos frecuentes para beber líquidos debe ser obligatorio.
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Los niños que tienen sobrepeso están en mayor riesgo de sufrir enfermedades por el calor debido a que el peso adicional puede complicar la mayoría de estos problemas. Tienen que generar más calor para poder mover la masa corporal más grande, es más difícil generar calor (así que retienen más calor) y se ajustan aún más lento al calor.