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Problemas de salud

Conmociones cerebrales en bebés y niños: qué hacer si un bebé o niño pequeño se golpea la cabeza

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Por Roni Robinson, MSN, RN, CRNP y Elizabeth B. Portin, DO, FAAP

Al igual que los niños mayores, los bebés o niños pequeños pueden sufrir una conmoción cerebral. De hecho, los más chicos corren más riesgos. Sin embargo, a veces los signos de una conmoción cerebral, un tipo de lesión cerebral traumática leve (TBI), pueden ser más difíciles de reconocer en bebés e infantes. Es posible que aún no tengan las habilidades lingüísticas para decirle cómo se sienten. A continuación, mencionamos lo que los padres deben saber.

¿Qué ocurre durante una conmoción cerebral?

El impacto causado por una colisión, un golpe o un sacudón en la cabeza o un golpe en el cuerpo hace que la cabeza se mueva rápidamente hacia adelante y hacia atrás. Este impacto repentino hacia adelante y hacia atrás hace que el cerebro gire dentro del cráneo y se estiren las células del cerebro. Se producen cambios químicos que interrumpen temporalmente el funcionamiento normal del cerebro.

Causas de conmoción cerebral en bebés y niños pequeños

La cabeza de un bebé o un pequeño es grande en comparación con su cuerpo. Esto la vuelve más pesada. Por ello, cuando pierden el equilibrio, son más propensos que un niño más grande a caerse y golpearse primero la cabeza, como suele suceder cuando los bebés y niños pequeños están aprendiendo a caminar, correr y explorar.

Asimismo, los músculos del cuello continúan desarrollándose y ofrecen menos control de los movimientos de la cabeza. Además, el cráneo de un bebé es más blando y delgado que el de un niño más grande. Si bien las caídas de cabeza hacen que los bebés corran un riesgo mayor de sufrir una conmoción cerebral, toda actividad en la que puedan golpearse la cabeza o el cuerpo lo suficientemente fuerte puede causar dicha conmoción.

Pasos para prevenir una conmoción cerebral en bebés y niños pequeños

Estas son algunas formas en las que puede evitar que su hijo sufra una conmoción cerebral:

  • Coloque barreras para bebés al principio y al final de las escaleras. Para que su hogar sea "a prueba de niños", utilice otros productos de seguridad en el hogar, tales como protectores de ventanas y alfombras antideslizantes para baño

  • Tenga siempre una mano sobre su hijo cuando se encuentre encima de muebles, incluso en los cambiadores de pañales

  • Asegure a la pared los muebles pesados tales como tocadores para evitar vuelcos accidentales de muebles

  • Asegúrese de que su hijo tenga puesto correctamente el cinturón en el asiento de seguridad del auto al viajar en vehículos

  • Elija patios de juegos equipados correctamente según la edad

Hable con su pediatra sobre más formas de mantener seguro a su hijo. También puede consultar aquí (en inglés) para conocer otras formas de prevenir conmociones cerebrales.

Signos de conmoción cerebral en bebés y niños pequeños

Con frecuencia, los niños más pequeños muestran cambios en su comportamiento cuando tienen una conmoción cerebral. Pueden molestarse, irritarse o estar más inquietos. También pueden volverse más apegados y cambiar los patrones de alimentación y sueño.

Usted puede notar estos síntomas inmediatamente después de la lesión o en los días siguientes. Es posible que los síntomas de conmoción cerebral mejoren con descanso al principio, pero también pueden empeorar con el aumento del nivel de actividad.

Síntomas de conmoción cerebral más peligrosos: cuándo buscar atención de emergencia

Lleve a su hijo al departamento de emergencias inmediatamente si recibió un golpe en la cabeza o el cuerpo y tiene alguno de estos síntomas:

  • No deja de llorar y no es posible consolarlo (bebés)

  • No quiere tomar el pecho, la leche o comer (bebés)

  • Tiene vómitos o diarrea recurrentes

  • Tiene dificultad para hablar

  • Luce muy somnoliento o no es posible despertarlo

  • Presenta una pupila (la parte negra en el centro del ojo) más grande que la otra

  • Tiene espasmos o convulsiones

  • Presenta un comportamiento inusual o distinto de lo normal

  • Presenta pérdida del conocimiento (incluso una pérdida breve del conocimiento se debe tomar en serio y monitorear al niño de cerca)

¿Cómo se diagnostican las conmociones cerebrales en bebés y niños pequeños?

El médico de su hijo obtendrá una descripción detallada de lo ocurrido, así como la historia clínica pasada de su hijo. También querrán saber sobre el comportamiento de su hijo desde la lesión. El informe de un padre o cuidador, con frecuencia, es la herramienta más útil para diagnosticar una conmoción cerebral a esta edad, ya que generalmente los niños no tienen la edad suficiente para comunicarse de forma independiente.

¿Es necesario realizar pruebas de imagenología para diagnosticar una conmoción cerebral?

Su hijo no necesitará inevitablemente que le realicen pruebas de imagenología, tales como una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) o una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) del cerebro o la cabeza. Sin embargo, depende de la situación. Los médicos se basan en motivos específicos para decidir cuándo realizar estas pruebas, especialmente cuando se trata de niños más pequeños, para evitar la exposición a la radiación siempre que sea posible.

Es importante recordar que una conmoción cerebral significa que hay un problema con la forma en la que está funcionando el cerebro a nivel microscópico y celular, no que haya un daño estructural evidente. Esto significa que, incluso si la prueba de imagenología de su hijo es normal, es posible que siga presentando síntomas relacionados con la conmoción cerebral.

Tratamiento y recuperación para la conmoción cerebral en niños pequeños

El tratamiento principal para la conmoción cerebral es reducir las actividades diarias habituales de su hijo durante unos días. Esto se debe a que posiblemente solo tengan energía o se sientan lo suficientemente bien para realizar actividades más breves.

Es posible que deban quedarse varios días en casa y no ir a la guardería o al preescolar, por ejemplo. Es posible que su hijo también necesite descansos de entornos ruidosos o concurridos hasta que su comportamiento vuelva a ser el de siempre. También es posible que deba reducir el tiempo de juego diario mientras se recupera.

Esto no significa que no pueda realizar actividades. De hecho, las investigaciones indican que lo mejor es no eliminar la actividad por completo. Permita que su hijo juegue, pero considere que quizás no pueda jugar como siempre y que tener más descansos también puede ser beneficioso. También debe estar atento a la aparición de síntomas nuevos o a su empeoramiento. Además, es importante que el niño evite las actividades que podrían provocarle otra lesión en la cabeza.

¿Puedo dejar que mi hijo duerma si tiene una conmoción cerebral?

Si bien es necesario controlar a los niños más pequeños, esto es lo que no deberá hacer: a diferencia de lo que se aconsejaba en el pasado, no es necesario que despierte a su hijo periódicamente mientras duerme si tiene una conmoción cerebral, a menos que su médico lo recomiende. Dormir puede ayudar a curar el cerebro.

¿Cuánto tiempo tardan los niños pequeños en recuperarse de una conmoción cerebral?

Es posible que los niños pequeños tarden más en recuperarse de una conmoción cerebral que los niños mayores. Esto se debe a que el cerebro de un niño pequeño crece y madura activamente. Si bien los niños mayores suelen recuperarse en un período de 3 a 4 semanas aproximadamente, los niños pequeños pueden tardar varias semanas en recuperarse por completo.

Asegúrese de hablar con el médico de su hijo sobre cualquier síntoma que persista o empeore. Esto ayuda a determinar si será necesario realizar más pruebas.

Más información

Acerca de la Sra. Robinson

Roni L. Robinson, MSN, RN, CRNPRoni L. Robinson, MSN, RN, CRNP, es una enfermera profesional del Programa Minds Matter Concussion en Children’s Hospital of Philadelphia y es miembro del Comité Asesor sobre Lesiones Cerebrales Traumáticas de la American Academy of Pediatrics.

Acerca de la Dra. Portin

Elizabeth B. Portin, DO, FAAPElizabeth B. Portin, DO, FAAP, está certificada por la junta en Pediatría y Medicina Deportiva de Atención Primaria y es miembro del Consejo de Medicina Deportiva y Aptitud Física de la American Academy of Pediatrics. Es profesora adjunta de Pediatría en Rush University Medical Center en Chicago, donde atiende a pacientes pediátricos generales y de medicina deportiva.

Última actualización
12/3/2024
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright @ 2024)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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