Cuando el cuerpo humano entra en contacto directo con una fuente de electricidad, la corriente lo atraviesa, produciendo lo que se llama un choque eléctrico. Dependiendo del voltaje de la corriente y la duración del contacto, este choque puede causar desde una incomodidad leve hasta lesiones graves e incluso la muerte.
Los niños, particularmente los niños pequeños, experimentan choques eléctricos con más frecuencia cuando muerden los cables eléctricos o insertan objetos metálicos como tenedores y cuchillos en enchufes desprotegidos o aparatos eléctricos. Estas lesiones también pueden ocurrir cuando los juguetes, aparatos y herramientas eléctricas se usan de forma incorrecta, o cuando la corriente eléctrica hace contacto con el agua en la que un niño está sentado o parado. Los árboles de Navidad y sus luces son un peligro de la temporada.
Prevención
La mejor forma de prevenir las lesiones eléctricas es cubrir todos
los enchufes, asegurarse de que todos los cables estén debidamente
aislados, esconder los cables para que su hijo no los alcance y
proporcionar supervisión de un adulto siempre que haya niños en un área en donde puedan haber posibles riesgos con la electricidad. Los aparatos eléctricos pequeños
son un riesgo en particular en cercanías de tinas del baño y piscinas.
Qué puede hacer
Desconecte el suministro eléctrico antes de tocar a un niño lesionado que todavía está recibiendo la corriente eléctrica y desenchufe o apague el interruptor principal.
Nunca toque un cable con corriente con las manos descubiertas. Si tiene que retirar un cable bajo tensión, hágalo con un palo seco o envuelto en un periódico, tela gruesa o con algún otro objeto resistente, seco y que no sea metálico para que no conduzca electricidad.
Trate de no mover al niño lo más posible ya que un choque eléctrico severo puede haber causado una fractura a la columna vertebral.
Si no puede retirar la fuente de la corriente, trate de mover al niño, pero no use las manos descubiertas. Trate de aislarse (poner una barrera) con goma o caucho o con algún otro objeto que sea recomendado que no conduzca electricidad para que la electricidad no pase del cuerpo del niño al suyo.
Una vez que apague la corriente, revise el pulso, la respiración, el color de la piel y el estado de alerta (agudeza mental) del niño. Si el niño no está respirando y no tiene pulso, comience RCP (respiración cardiopulmonar) de inmediato mientras que alguien más solicita ayuda médica.
Una vez que el niño haya sido separado de la corriente, revise para ver si tiene quemaduras y llame al número de emergencias (911) o al número de su localidad y contacte a su pediatra de inmediato.
Tratamiento
Un niño que ha sufrido un choque eléctrico debe ser examinado por un pediatra porque el choque puede haber causado daños internos que no pueden ser detectados sin un examen médico.
Su pediatra limpiará y cubrirá la superficie de las quemaduras y solicitará exámenes para determinar daños a órganos internos.
Las quemaduras de la boca (tales como las que resultan de morder un cable) son con frecuencia mucho más profundas de lo que parecen. Es posible que su niño necesite cirugía después del tratamiento inicial. Los padres deben permanecer alertas a la posibilidad de sangrados de las quemaduras de la boca incluso varios días después de la lesión. Si hay hemorragia, aplique un paño limpio y llame a su pediatra de inmediato. Consulte: Primeros auxilios para las quemaduras: preguntas frecuentes de los padres.
Si su niño ha sufrido quemaduras graves o tiene síntomas de lesiones al cerebro o corazón, debe llevarlo a un hospital.
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