Si su hijo pequeño o adolescente tiene obesidad o sobrepeso, tiene mayor probabilidad de sufrir varios problemas médicos graves, tales como:
Niveles anormales de lípidos.
Síndrome metabólico (una afección de resistencia a la insulina asociada con presión arterial alta, niveles altos de triglicéridos, obesidad y, en algunos casos, enfermedad hepática e irregularidades menstruales en las niñas).
Diabetes tipo 2 (antes denominada diabetes de aparición en adultos o no dependiente de insulina).
Apnea del sueño (interrupción repetida de la respiración normal mientras duerme).
Infecciones de la piel (por ejemplo, hongos que quedan atrapados en los pliegues de piel).
Dolor en las rodillas, muslos y cadera (a menudo asociado con una afección denominada deslizamiento de la cabeza de la epífisis femoral).
Dolor de espalda.
Enfermedad hepática.
Cálculos biliares.
Inflamación del páncreas (pancreatitis).
Anormalidades menstruales (por ejemplo, períodos irregulares o falta de estos, lo que se conoce como síndrome de ovario poliquístico).