Al menos tres de cada cuatro adolescentes obesos se convierten en adultos obesos, lo que les predispone a enfermedades graves como la artritis degenerativa, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y varias formas de cáncer. Aunque estas enfermedades no suelen afectar sino hasta mucho más adelante en la vida, otros problemas médicos pueden surgir durante la adolescencia para los jóvenes que padecen obesidad mórbida:
- hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia
- infecciones de la piel, desde hongos atrapados en los pliegues de la piel y las áreas difíciles de limpiar y las bacterias
- seudoginecomastia, en la que el tejido graso en exceso da a los niños la apariencia de tener senos
- dolor de espalda
- dolor de rodilla, cadera o muslo por deslizamiento de cabeza de la epífisis femoral
- fractura del tobillo
- presión sanguínea crónicamente alta (hipertensión), un factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular y la enfermedad renal
- cálculos biliares
- inflamación del páncreas (pancreatitis)
- secreción excesiva de insulina (hiperinsulinismo)
- resistencia a la insulina, diabetes
- apnea obstructiva del sueño, una obstrucción de la vía aérea superior que altera la respiración normal durante el sueño
Incluso una pérdida de peso moderada y sostenida de aproximadamente 10 por ciento puede disminuir los niveles de la presión arterial, la insulina y el azúcar en la sangre hasta que lleguen a ser normales, eliminando todo excepto la amenaza de los cálculos biliares, pancreatitis y las demás afecciones mencionadas anteriormente.
Sin embargo, el daño emocional que resulta de tener sobrepeso en la adolescencia puede ser considerable y duradero. Sin duda, muchos adolescentes con sobrepeso son populares con sus compañeros. Pero en nuestra cultura obsesionada con la delgadez, el estigma social asociado con la obesidad está profundamente arraigado y es difícil para muchos chicos y chicas con sobrepeso escapar de ál.
“Todo comienza mucho antes de la adolescencia”, dice el Dr. Garry Sigman, director de la división de medicina para adolescentes en Advocate Lutheran General Children’s Hospital en Park Ridge, Illinois. “Los estudios muestran que los niños de tan solo cinco años comienzan a considerar a una persona con sobrepeso como ‘mala’ o menos deseable que una persona más delgada, debido a las imágenes y mensajes despectivos que reciben”. El prejuicio social generalizado contra la gente con sobrepeso se considera una de las formas aceptables de fanatismo; de hecho, varios estudios han demostrado similitudes sorprendentes entre las características psicológicas de las adolescentes obesas y las víctimas de racismo. Las burlas y el ridículo, así como sentirse excluido del torbellino social de la escuela secundaria y la preparatoria inevitablemente dejan marca. “Una de las tareas de desarrollo normal de la adolescencia es sentirse cómodo con su cuerpo y su propia identidad”, explica el Dr. Sigman. Los jóvenes con sobrepeso son más propensos a tener una imagen corporal negativa y baja autoestima, lo que los hace retraerse socialmente y, posiblemente, los hará inclinarse más hacia la comida como fuente de consuelo. Los padres deben estar conscientes de que ellos tambián están propensos a la ansiedad y la depresión.