Por: Sylvia Owusu-Ansah MD, MPH, FAAP
Cualquiera puede contraer una infección y casi cualquier infección puede provocar sepsis, una respuesta extrema del cuerpo ante una infección. Sin un tratamiento oportuno, la sepsis (a veces llamada septicemia) puede provocar rápidamente daño tisular, falla orgánica y muerte.
La sepsis puede afectar a cualquier persona en cualquier momento, pero tiende a afectar a los adultos muy mayores y a los bebés muy pequeños. Los niños, en particular los recién nacidos y los bebés pequeños, pueden ser más susceptibles a desarrollar sepsis. Los que tienen problemas de salud subyacentes también corren un mayor riesgo.
Cada año en EE. UU. más de 75.000 bebés y niños desarrollan sepsis grave. Casi 7000 de esos niños mueren: son más muertes infantiles que las que provoca el cáncer.
Esté alerta a los signos y síntomas de sepsis:
La detección de la sepsis precozmente y el comienzo del tratamiento inmediato es a menudo la diferencia entre la vida y la muerte. Los padres y cuidadores deben procurar obtener atención médica inmediata si sospechan que su hijo tiene una infección que no está mejorando o que está empeorando. La sepsis puede ir precedida de una infección como por ejemplo, infección de las vías urinarias, neumonía o una infección de la piel o del hueso.
Los signos y síntomas de sepsis pueden incluir una combinación de cualquiera de los siguientes:
Fiebre o temperatura baja (los recién nacidos y los bebés podrían tener temperatura baja)
Frecuencia (ritmo) cardíaca acelerada
Respiración acelerada
Sentir frío o tener las manos y los pies fríos
Piel húmeda, fría y pálida
Confusión, mareos o desorientación
Dificultad para respirar
Dolor o molestias extremas
Náuseas y vómitos
Nota importante: Muchos de estos signos y síntomas por sí solos son comunes en los bebés y niños cuando están enfermos. La mayoría de las veces no tienen sepsis. No obstante, cuando ocurre más de uno de estos signos y síntomas a la vez, o cuando un bebé o niño simplemente parece más enfermo de lo habitual, debe obtener atención médica. Si la piel de su bebé o hijo está fría, pálida o tiene colores o marcas extrañas, si su bebé o hijo no responde o si le cuesta respirar o si su bebé tiene el pañal seco durante más de 12 horas, debe llevarlo a la sala de emergencia sin más demora.
¿Cómo se trata la sepsis?
La sepsis, o incluso los casos que se sospecha que sean sepsis, se tratan en el hospital. A menudo, los bebés y los niños necesitarán ser atendidos en una unidad de cuidados intensivos (UCI). Combatir la infección es una emergencia. Los médicos y enfermeras administrarán antibióticos para combatir la infección. Tal vez sean necesarias muchas otras cosas para combatir la sepsis: líquidos intravenosos, medicamentos especiales para el corazón o la presión arterial y medicamentos para mantener a los niños tranquilos y cómodos. En algunos casos puede que los niños necesiten un ventilador médico (respirador).
Tal vez escuche el término "estudios para sepsis".
Los "estudios para sepsis" son la combinación de análisis que se hacen para diagnosticar la causa específica de la infección de un niño. Es importante averiguar qué tipo de virus o bacteria causa la infección. Los estudios para sepsis pueden incluir análisis de sangre, de orina y de líquido cefalorraquídeo; es posible que también le hagan una radiografía o una ecografía.
Sepsis neonatal:
Cuando un niño desarrolla sepsis pocos meses después de nacer (hasta 90 días después de nacido), se llama sepsis neonatal. Cuando se desarrolla la sepsis dentro de las primeras horas o días después del nacimiento, se llama sepsis de aparición temprana. La sepsis que se desarrolla después de que el bebé tiene 1 semana de edad se llama sepsis neonatal de aparición tardía. Los bebés prematuros desarrollan sepsis con más frecuencia que los bebés que nacen a término.
Sepsis en niños mayores:
A medida que los niños crecen, su exposición a las enfermedades puede aumentar cuando van a la guardería, a la escuela y participan en distintas actividades, como los deportes. Los niños, como los adultos, pueden contraer infecciones bacterianas como infecciones de las vías urinarias, infecciones cutáneas, neumonía, apendicitis y meningitis. Si no se trataran, todo esto puede conducir a una sepsis.
Qué esperar en el hospital:
La mayoría de los pacientes con sepsis ingresan al hospital. Los bebés y los niños que estén muy enfermos tal vez deban ser atendidos en la UCI del hospital.
Habrá que colocar vías intravenosas a los bebés y a los niños para administrarles líquidos y medicamentos. Será necesario pincharlos con agujas para hacer análisis de sangre. Dependiendo de su edad, tal vez sea necesario ponerle una sonda blanda o introducir una aguja para obtener orina para analizar. Para hacer análisis del líquido cefalorraquídeo, será necesario hacer al bebé o al niño una punción lumbar. Esto implica introducir una aguja hueca en la espalda para tomar una pequeña muestra de líquido cefalorraquídeo, el líquido que está alrededor de la médula espinal y del cerebro. Analizar el líquido cefalorraquídeo es importante para determinar si el bebé o el niño tienen meningitis. De vez en cuando puede ser necesaria una cirugía para quienes tenga infecciones quirúrgicas que conducen a la sepsis, como una infección grave en la piel o en el hueso o apendicitis.
Los padres y los cuidadores pueden ayudar a detener a tiempo esta emergencia médica.
Hable con su pediatra acerca de las medidas que puede tomar para evitar infecciones.
Algunas medidas incluyen cuidar bien de las enfermedades crónicas y seguir los calendarios de vacunación recomendados.
Practique la buena higiene, como el lavado de manos, y mantenga los cortes limpios hasta que cicatricen.
Conozca los signos y síntomas de la sepsis.
ACTÚE RÁPIDO. Obtenga atención médica INMEDIATAMENTE si sospecha que su hijo tiene sepsis o una infección que no mejora o que está empeorando.
Información adicional:
Sobre la Dra. Owusu-Ansah:
Sylvia Owusu-Ansah MD, MPH, FAAP es pediatra certificada y médica de emergencias pediátricas que actualmente integra los servicios médicos de emergencia en la Facultad de Medicina de John Hopkins, donde participa en una investigación sobre anafilaxia pediátrica específica para el acceso a la epinefrina. Dentro de la American Academy of Pediatrics, la Dra. Owusu-Ansah forma parte del Comité de Medicina de Emergencia Pediátrica y ha trabajado con la oficina del Distrito de Columbia en problemas de defensa a nivel federal, estatal y comunitario, incluida la Ley de Acceso Escolar a la Epinefrina de Emergencia. La Dra. Owusu-Ansah está casada con un bombero paramédico, tiene dos hermosas hijas y vive en Maryland.