Por Christopher Snyder, MD, FAAP y Brad McQuilkin, MD, FAAP
Cuando se trata de la salud de su hijo, ¿piensa mucho en los riesgos de una
enfermedad cardíaca? Probablemente no, ya que mantener sanos a los niños implica lidiar con dolores de garganta, raspaduras en las rodillas y otras dolencias que se ocurren en el presente. Pero investigaciones recientes han llevado a los médicos y a los padres a volver a analizar la salud cardíaca de los niños.
La evidencia muestra que los hábitos diarios necesarios para ayudar a prevenir problemas cardíacos tienen un mayor impacto si se aprenden a temprana edad. Siga leyendo para obtener consejos que pueden ayudar a minimizar el riesgo futuro de enfermedades cardíacas para su hijo y toda su familia.
Cómo nuestros corazones nos mantienen vivos
El corazón es un órgano poderoso que bombea sangre a todas las partes de nuestro cuerpo. Sin él, nuestras células y tejidos no obtendrían el oxígeno que necesitan ni los nutrientes de lo que comemos y bebemos. Es por eso que, cuando el corazón no funciona bien, nuestra salud general también resulta afectada.
Las
arterias coronarias son los conductos que transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Mantener estas arterias fuertes y libres de acumulación de grasa es crucial para la salud cardíaca. Existen muchas causas de problemas cardíacos, pero la enfermedad de las arterias coronarias es una de las amenazas para la salud más graves que su hijo puede enfrentar como adulto.
Los mejores hábitos saludables para el corazón que puede enseñar a sus hijos
A los niños les encanta aprender. Esto les da a los padres una ventaja natural para ayudarlos a desarrollar buenos hábitos que ayuden a prevenir enfermedades cardíacas. A continuación, se presentan prácticas cotidianas que lo ayudarán a usted y a sus hijos a llevar un estilo de vida saludable para el corazón.
1. Comer bien
Su familia se beneficiará de una
dieta saludable para el corazón rica en frutas, verduras y cereales integrales, carnes magras, productos lácteos bajos en grasa, frijoles y legumbres. De hecho, una buena nutrición es una de las principales medidas que pueden prevenir la mayoría de las enfermedades cardiovasculares, que incluyen ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Al pensar en la dieta de su familia, asegúrese de reducir los
alimentos ultraprocesados que pueden tener un alto contenido de azúcar y grasas saturadas, dos de los principales enemigos de la salud cardíaca.
2. Mantenerse activo
Ya sea que las familias hagan ejercicio por deportes organizados,
juegos activos, tareas domésticas o monten en bicicleta y caminen en lugar de conducir, ¡todo es bueno! La American Academy of Pediatrics (AAP)
recomienda que los niños mayores de 6 años hagan al menos 60 minutos de ejercicio al día. Aquí hay un
cronómetro virtual que puede ayudarlo a determinar cuánta actividad física realizan sus hijos, con consejos para ayudarlos a moverse aún más.
3. Mantener un peso saludable
Tener unos kilos de más hace que el corazón trabaje más, lo que puede dañar los músculos cardíacos. El peso corporal más alto también contribuye a tener colesterol alto, presión arterial alta y diabetes, tres afecciones relacionadas con las enfermedades cardíacas. La buena noticia: comer bien y hacer ejercicio con frecuencia puede ayudar a mantener un
índice de masa corporal (IMC) por debajo de 25, el nivel que se recomienda para una buena salud cardíaca.
4. Vigilar el colesterol
El colesterol, la acumulación pegajosa y grasosa que puede obstruir las arterias, dificulta que el corazón bombee sangre al cuerpo. La
dieta saludable para el corazón durante la infancia puede preparar el terreno para unos niveles de colesterol más bajos en la edad adulta.
Las
pruebas de detección del colesterol también desempeñan una función. La AAP recomienda que los niños sin antecedentes familiares de enfermedades cardíacas se realicen pruebas de colesterol entre los 9 y los 12 años. Sin embargo, si su hijo tiene parientes cercanos (un padre, un abuelo, una tía o un tío, por ejemplo) con enfermedad cardíaca coronaria o colesterol alto, las pruebas de detección pueden comenzar a los
2 años. Esta detección temprana, con base en los antecedentes de salud de la familia del niño, puede salvar vidas y permitir cambios en la dieta, el ejercicio y los medicamentos.
Si las pruebas muestran que los niveles de colesterol de su hijo están altos, consulte a su pediatra sobre los
riesgos hereditarios, que pueden controlarse con un tratamiento cuidadoso.
5. Minimizar el estrés
Como padre, usted no es ajeno a la presión diaria. Pero su hijo lo notará (y se beneficiará) si adquiere el hábito de desconectarse y relajarse. El
estrés crónico puede provocar la acumulación de placa en las arterias, lo que aumenta los riesgos de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y
ritmos cardíacos anormales. Por lo tanto,
cuídese bien y anime a sus hijos a hacer lo mismo. Lo que hacen los niños para relajarse (yoga,
lectura,
meditación,
redacción de un diario o alguna otra cosa) es menos importante que simplemente reservar el tiempo para hacerlo.
6. Priorizar el sueño saludable
Los viajes, los cambios de estación y los horarios escolares o deportivos exigentes pueden alterar el sueño de su hijo. Aun así, es esencial crear una base sólida para un descanso regular (de hecho, los estudios muestran que el
aumento de peso y las malas elecciones alimentarias pueden deberse a la falta de sueño. Consulte
estos consejos para crear un entorno de sueño saludable.
7. No fumar
El consumo de tabaco es un
factor conocido de enfermedades cardíacas, tanto para los fumadores como para las personas que viven con ellos. El humo de segunda mano
perjudica la salud de su hijo de muchas maneras y lo alienta a pensar que fumar está bien. Aunque es difícil dejar de fumar, eliminar el tabaco de su vida mejorará su bienestar y el de su hijo. Visite
QuitYes.org para conocer los recursos cerca de usted.
Más información
Acerca del Dr. Snyder:
Christopher S. Snyder, MD, FAAP, expresidente de la Sección de Cardiología y Cirugía Cardíaca de la American Academy of Pediatrics (AAP), es director de Cardiología Pediátrica en el Hospital de Niños de Richmond en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia. También integra el grupo local de Virginia de la AAP.
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Acerca del Dr. McQuilkin
Brad McQuilkin, MD, FAAP es miembro de la Sección de Cardiología y Cirugía Cardíaca de la AAP y cardiólogo pediátrico del Hospital de Niños de Richmond en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia. También integra el grupo local de Virginia de la AAP.
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