La meningitis es una hinchazón (inflamación) de los tejidos que cubren el cerebro y la médula espinal. A veces, la hinchazón afecta el cerebro. La meningitis puede ser causada por medicamentos, lesiones y afecciones médicas (tales como el cáncer y el
lupus), pero la causa más frecuente es la infección.
Las
vacunas protegen contra algunas infecciones, aunque no todas, por meningitis.
Conozca los distintos tipos de meningitis en los niños, qué niños corren más riesgo, los signos que debe conocer y otros datos importantes.
Cinco tipos de infecciones por meningitis
La
meningitis bacteriana (varios tipos de bacterias involucradas) suele transmitirse de persona a persona. Las bacterias pueden encontrarse dentro o sobre el cuerpo de los niños y adultos sanos. Eso no significa que vayan a enfermarse, pero pueden contagiar las bacterias a otras personas. La meningitis bacteriana puede ser mortal, por lo que es importante buscar ayuda médica de inmediato.
Meningitis viral
La mayoría de las infecciones por meningitis son causadas por los virus. La meningitis viral podría ser leve, pero suele ser más grave en los bebés menores de tres meses y en otros niños de alto riesgo. Ciertos virus (como por ejemplo, el
herpes simple) pueden causar casos graves de meningitis viral, incluso en niños mayores y adultos.
La
meningitis amebiana (en inglés) es causada por una
ameba llamada
Naegleria fowleri. Infecta a las personas cuando la ameba viaja por la nariz hasta el cerebro. No se transmite de persona a persona. La ameba vive en lagos y ríos de agua dulce y templada
donde la gente nada. La
Naegleria fowleri también puede encontrarse en piscinas y zonas de chapoteo contaminadas, en el agua del grifo y en el suelo. Las personas no pueden infectarse por beber agua contaminada con la ameba.
La
meningitis parasitaria es mucho menos frecuente que las meningitis virales y bacterianas. Los parásitos se encuentran, en su mayoría, en los animales. Las personas se infectan cuando ingieren alimentos contaminados o cuando ingieren accidentalmente tierra contaminada por las heces de animales infectados.
La
meningitis micótica o fúngica es causada por varios tipos de hongos que viven en el ambiente (en el suelo). Esta infección también puede transmitirse a los pacientes durante los procedimientos médicos si no se siguen las prácticas de control de infecciones.
Brote de meningitis fúngica
Recientemente, hubo un brote de
meningitis micótica o fúngica que afectó a personas que recibieron anestesia epidural en dos lugares en Matamoros, México, entre el 1 de enero y el 13 de mayo de 2023. La meningitis fúngica puede tardar semanas en desarrollarse y los síntomas leves pueden convertirse rápidamente en graves o mortales. Los síntomas de la meningitis fúngica incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y confusión. Aunque no tenga síntomas, está en riesgo y debe buscar atención médica inmediata.
Niños con mayor riesgo de contraer meningitis
Los niños corren un mayor riesgo de sufrir meningitis causada por una infección bacteriana o viral. Los niños más propensos a contraer la enfermedad son los siguientes:
Niños recién nacidos y bebés
(debido a que sus sistemas inmunitarios no están bien desarrollados, las bacterias pueden ingresar con más facilidad en el torrente sanguíneo)
Niños con
infecciones sinusales frecuentes
Niños con
lesiones en la cabeza y fracturas de cráneo graves y recientes o que se han sometido a una cirugía cerebral
Niños con
implantes cocleares
Niños que no tienen las vacunas recomendadas
Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, 7 de cada 10 niños que contraen meningitis bacteriana se recuperan sin complicaciones. La meningitis puede causar problemas graves en el sistema nervioso, sordera,
convulsiones, parálisis de los brazos o las piernas o
dificultades de aprendizaje.
Signos y síntomas de la meningitis en bebés y niños
Llame al médico de su hijo de inmediato si presenta alguno de estos signos:
Los
bebés recién nacidos podrían presentar síntomas de
fiebre, disminución del apetito, apatía o aumento del llanto o de la irritabilidad. Los signos pueden ser sutiles, por lo que es mejor pedir consejo médico.
Los bebés y niños pequeños podrían tener síntomas de fiebre, vómitos, disminución del apetito, irritabilidad y somnolencia excesivas y sarpullido. Las convulsiones, junto con la fiebre, podrían ser los primeros signos de meningitis. Se debe tener en cuenta que las
convulsiones febriles pueden presentar síntomas similares.
Los
niños mayores podrían quejarse de
dolor de cabeza, dolor de espalda y cuello rígido, y podrían ser sensibles a la luz brillante. También es posible que aparezca un sarpullido de color morado en cualquier parte de la piel; sin embargo, es más evidente en la parte inferior de las piernas y los pies, los antebrazos y las manos.
Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, 7 de cada 10 niños que contraen meningitis bacteriana se recuperan sin complicaciones. La meningitis puede causar problemas graves en el sistema nervioso, sordera,
convulsiones, parálisis de los brazos o las piernas o
dificultades de aprendizaje.
Pruebas y tratamiento de la meningitis
Si su hijo tiene síntomas de meningitis, es importante que consulte a un médico de inmediato. La meningitis puede convertirse rápidamente en grave o mortal. Debe detectarse con prontitud y tratarse de forma agresiva.
Para diagnosticar la meningitis se utilizan pruebas de laboratorio. Esto implica tomar muestras de sangre, hacer un frotis nasal o faríngeo o extraer líquido de la médula espinal (también llamada "punción lumbar"). Para extraer el líquido, se inserta una aguja especial en la parte inferior de la espalda de su hijo. El análisis de este líquido puede ayudar a determinar si su hijo tiene meningitis.
Se usan antibióticos para tratar la meningitis bacteriana.
La mayoría de las personas que tienen meningitis viral mejoran en 7 a 10 días. Por lo general, un niño con una infección leve puede recuperarse en casa con reposo, líquidos y analgésicos de venta libre.
Vacunas que brindan protección contra la meningitis bacteriana
Las vacunas ayudan a proteger contra algunos tipos de meningitis bacteriana, tales como las vacunas MenACWY y MenB.
La
Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) y las vacunas antineumocócicas pueden ayudar a prevenir algunas otras causas de la meningitis bacteriana. Además, las vacunas contra el sarampión, las paperas, la influenza y la varicela pueden ayudar a proteger a su hijo frente a causas menos frecuentes de meningitis viral.
Consulte a su pediatra para asegurarse de que su hijo reciba las vacunas recomendadas.
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