Por: Darcy Weidemann, MD, FAAP y Nazia Kulsum-Mecci, MD
No es inusual que los niños a veces tengan sangre en su orina (pis/pipi). A veces, puede cambiar el color de la orina. La sangre en la orina de un niño puede tener causas diferentes, muchas de las cuales desaparecen por sí solas o se tratan con facilidad.
¿Qué es la hematuria?
La sangre en la orina se llama hematuria. La
hematuria microscópica ocurre cuando la orina se ve normal en el inodoro o en un vaso, pero se puede ver sangre cuando se mira la orina con un microscopio. La hematuria macroscópica ocurre cuando se puede ver sangre en el inodoro o en un vaso. La orina podría verse rosa, roja, o del color del té o de un refresco de cola.
La sangre en la orina puede provenir de cualquier lugar en las vías urinarias. La sangre puede provenir de los riñones, los uréteres (conductos que conectan los riñones a la vejiga), la vejiga (donde se almacena la orina), o la uretra (el conducto que va desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo). Muchos niños saludables tienen hematuria microscópica, la cual desaparece después de algunas semanas.
¿Qué causa la hematuria?
Las causas de la hematuria en los niños incluyen:
Ejercicio enérgico
Infecciones de las vías urinarias
Niveles de calcio elevados en la orina (llamada hipercalciuria)
Cálculos renales
Traumatismo o lesión
Problemas estructurales o bloqueo en las vías urinarias
Afecciones genéticas
Enfermedad inflamatoria de los riñones (glomerulonefritis)
Cáncer (muy poco común)
¿Qué pruebas podrían realizarse?
En casos de hematuria, podrían realizarse algunas de las pruebas que se mencionan a continuación, o todas, dependiendo de los síntomas que tenga su hijo:
Análisis de orina con tira reactiva. Normalmente, este análisis se realiza en el consultorio de su médico. Puede detectar la hematuria. A veces, los resultados de las pruebas pueden ser incorrectos, por lo que la presencia real de glóbulos rojos en la orina debe confirmarse mediante la observación de la orina con un microscopio.
Ecografía de riñones y vejiga. Detecta quistes, cálculos renales, tumores y muchas otras causas de hematuria.
Cultivo de orina. Este análisis intenta detectar una infección de las vías urinarias.
Creatinina sérica. Este análisis de sangre controla cómo están funcionando los riñones.
Conteo sanguíneo completo (CSC). Este análisis de sangre detecta anemia (cantidad insuficiente de glóbulos rojos) y evidencia de infección (aumento en el recuento de glóbulos blancos).
Proteínas del complemento. Este análisis de sangre ayuda a diagnosticar algunas causas de una enfermedad renal llamada glomerulonefritis (inflamación del riñón).
Calcio en la orina. Este análisis detecta niveles altos de calcio en la orina. Los niveles altos de calcio en la orina pueden provocar cálculos renales o sangre en la orina, incluso si no hay cálculos renales.
Proteína en la orina. Este análisis, a veces, puede ayudar a distinguir entre hematuria provocada por el mismo riñón o por los conductos de las vías urinarias (uréteres, vejiga, uretra). Una presencia persistente de proteína en la orina junto con hematuria a veces sugiere un problema con los riñones.
Biopsia renal. Esta prueba es necesaria cuando el médico cree que los filtros de los riñones pueden estar dañados. Las biopsias renales se realizan en el hospital. En primer lugar, se duerme al niño con medicamentos. Luego, se utiliza una aguja para tomar una muestra pequeña del tejido del riñón. A la mayoría de los niños que tienen sangre en la orina no es necesario realizarles esta prueba.
Cistoscopia. Esta prueba detecta sangrado del uréter, la vejiga o la uretra. Es poco común que los niños necesiten someterse a una cistoscopia. Para esta prueba, el médico (un urólogo pediátrico) inserta un tubo angosto con una cámara pequeña en su extremo para observar la vejiga y la uretra para determinar la causa de la hematuria.
¿Qué opciones de tratamiento existen?
El tratamiento depende de la causa de la hematuria. Con frecuencia, no se necesita tratamiento. Las infecciones se tratan con antibióticos. Si el nivel de calcio en la orina es alto, puede recomendarse que se realicen cambios dietarios, tales como reducir la sal en las comidas y beber más agua. A veces, también pueden recetarse medicamentos para ayudar a reducir los niveles de calcio en la orina.
En pacientes con glomerulonefritis, el tratamiento incluye medicamentos, tales como esteroides u otros medicamentos más fuertes que reducen la inflamación en el riñón. En algunos niños, también se dan medicamentos para controlar la presión arterial alta.
Los cálculos renales no siempre requieren tratamiento, pero es posible que deban extraerse si causan dolor o infecciones. Si su hijo está formando cálculos renales, puede ser necesario realizar análisis de orina o de sangre adicionales para ayudar a prevenir cálculos en el futuro.
En aproximadamente 1 de cada 4 casos, los médicos pueden no encontrar la causa de la hematuria. Si todas las pruebas son normales y sigue habiendo sangre en la orina, se recomienda realizar controles anuales para asegurarse de que el paciente no empiece a desarrollar una enfermedad renal.
¿Cuándo debo llamar al médico?
Si su hijo sigue teniendo sangre en la orina o tiene síntomas urinarios (tales como orinar con frecuencia, sentir dolor al orinar, o sentir dolor en el vientre, en la espalda o los costados)
Si tiene fiebre, dolor a los costados o en la espalda
Si su hijo se hincha y parece estar orinando menos
Si su hijo está excepcionalmente irritable/irascible, tiene dolores de cabeza frecuentes, o tiene menos energía
Si tiene otros síntomas, tales como dolor en las articulaciones o un sarpullido
Información adicional:
¿Qué es un nefrólogo pediátrico?