Esos bellos días de verano y principios del otoño que nos invitan a salir al aire libre, suelen exponernos a muchos insectos. Y eso incluye insectos que pican. Esas picaduras muchas veces producen breves momentos de dolor. Pero para algunas personas, una picadura puede provocar una reacción alérgica grave e incluso mortal, que puede incluir problemas graves de los pulmones y la respiración. Eso puede ser especialmente peligroso para un niño que tiene asma u otro problema respiratorio.
“Se producen entre 50 y 100 muertes al año por anafilaxis como resultado de picaduras de insectos”, asegura el Dr. John Kelso, FAAP, de la división de Alergias, Asma e Inmunología en la Clínica Scripps de San Diego. Aunque esta cifra es baja comparada con miles de muertes por anafilaxis producida por alergias a alimentos y medicamentos cada año, muchas de las muertes relacionadas con las picaduras podrían prevenirse.
Alergias y asma, insectos e inmunidad
Las abejas, las avispas, los avispones, las avispas amarillas y las hormigas de fuego son los principales villanos en estos casos. Pero es la naturaleza del sistema inmunológico y su sensibilidad al veneno del insecto lo que activa la reacción.
En las reacciones graves, la respuesta inmunológica alérgica a la picadura hace que las vías respiratorias se estrechen, con lo que es difícil o imposible respirar. Los niños que experimentan anafilaxis deben recibir tratamiento médico de emergencia inmediatamente. Entre los tratamientos de emergencia más comunes está la epinefrina (otra palabra para adrenalina) que ayuda a abrir las vías respiratorias al reducir la tensión del músculo insertado en la vía aérea.
“La gran mayoría de las personas a quienes las pica un insecto no tendrán una reacción grave en absoluto”, dice el Dr. Kelso, “mucho menos una reacción anafiláctica. Esto incluso es cierto para las personas que tienen asma u otras enfermedades de los pulmones. Y cualquier paciente que experimente anafilaxis puede mostrar los síntomas de asma, ya sea que tenga asma o no”.
Sin embargo, si la persona a quien la picó el insecto es alérgica y tiene asma u otra enfermedad de los pulmones, la reacción es potencialmente más peligrosa. (Vea “Insectos que pican y asma” más adelante).
¿Está en riesgo su hijo?
¿Cómo sabe si sus hijos son alérgicos a las picaduras de los insectos? “Se necesita de una exposición previa a lo que causa la reacción (el antígeno) para ser alérgico”, indica Kelso. “Tiene que haber sido picado y haber tenido algún tipo de reacción” Para los pacientes cuya alergia a las picaduras de insectos ya se ha confirmado, el Dr. Kelso recomienda distintas medidas.
“La inmunoterapia con veneno es un método para tratar la alergia” indica el Dr. Kelso. A los pacientes que reciben este tratamiento se les inyectan dosis pequeñas del antígeno -veneno de abeja, por ejemplo- que gradualmente van fortaleciendo la resistencia de su sistema inmunológico a los efectos del veneno. Muchos apicultores profesionales, por ejemplo, han sido picados tantas veces que sus sistemas inmunológicos apenas reaccionan al veneno.
“También es una buena idea que las personas alérgicas a las picaduras de insectos lleven una dosis autoinyectable de epinefrina a fin de estar preparados para una emergencia anafiláctica”, comenta el Dr. Kelso. Los padres de niños alérgicos deben asegurarse de que los maestros y el personal de la escuela, los consejeros de los campamentos, los entrenadores y los supervisores de otras actividades estén enterados de la alergia del niño. Los lugares deben estar equipados con epinefrina y otros tratamientos de emergencia necesarios.
La mejor defensa contra las picaduras de insectos potencialmente peligrosas, es por supuesto, que no lo piquen. “Evitar es el mejor tratamiento para todas las enfermedades alérgicas”, dice el Dr. Kelso. Él recomienda que las personas permanezcan alerta cuando están al aire libre y estén pendientes de si hay hormigueros, nidos o enjambres de abejas, así como áreas que atraen poblaciones grandes de mosquitos y otros insectos voladores.
“Si usted es alérgico, tenga cuidado en los paseos o reuniones al aire libre, como los días de campo”, comenta. “No recoja la latas vacías de aguas gaseosas ni otra basura que puede atraer insectos. No camine descalzo No se aplique aromas florales. Trate de verse y oler lo menos posible a una flor”.
Insectos que pican y asma
La gran mayoría de los pacientes asmáticos no son alérgicos a las picaduras de insectos y no experimentarán una reacción anafiláctica grave si los pican, hace notar el Dr. John Kelso de la división de Alergia, Asma e Inmunología de la Cínica Scripps en San Diego.
¿Pero qué sucede si usted tiene asma y alergia al veneno de los insectos?
“Si sobrepone un evento anafiláctico al asma”, dice el Dr. Kelso, “sus probabilidades de morir aumentan”.
Tanto como dos tercios de las 50 a 100 muertes anuales por anafilaxis causada por picaduras de insectos, son en pacientes que tienen tanto asma como alergia a las picaduras. De forma similar, se observan cifras altas de pacientes asmáticos dentro del número más alto de muertes por anafilaxis causada por otros agentes que no son insectos, como alergias a cacahuates, penicilina y otras alergias a alimentos y medicamentos.
Al igual que con los pacientes no asmáticos que son alérgicos a las picaduras de insectos, los pacientes asmáticos deben estar preparados y atentos en las situaciones que podrían exponerlos a picaduras de insectos. Las personas que sufren de asma deben tomar precauciones adicionales durante la temporada de insectos. Se recomienda llevar una dosis inyectable de epinefrina para controlar el asma de la forma más efectiva posible y evitar lugares y eventos donde es más probable que haya insectos que pican.
En otras palabras, no necesariamente tiene que evitar estar al aire libre. Pero debe hacer todo lo posible por evitar exponerse a los residentes que pican que podría encontrar ahí.