¿Qué es la depresión en la adolescencia?
La depresión puede estar presente cuando el adolescente:
Está de
ánimo triste o irritable la mayor parte del día. Su hijo puede decir que se siente triste o enojado o parece al borde de las lágrimas o de mal humor.
No disfruta de las cosas que solían hacerlo feliz.
Un cambio notable de peso o en la forma de comer, ya sea mucho o poco.
Duerme muy poco durante la noche o demasiado durante el día.
Ya no quiere estar con la familia o con los amigos.
Falta de energía o se siente incapaz de hacer tareas simples.
Sentimientos de que no vale nada o de culpa.
Baja autoestima.
Problemas para enfocarse o tomar decisiones.
Las calificaciones de la escuela pueden bajar.
No se preocupa por lo que pueda pasar en el futuro.
Achaques y dolores cuando todo está bien.
Pensamientos frecuentes sobre la muerte o sobre el
suicidio.
Cualquiera de estos síntomas puede presentarse en niños que no están deprimidos, pero cuando se presentan todos juntos casi todos los días, son señales de alerta de la depresión.
¿Qué debo hacer si creo que mi hijo está deprimido?
Hable con su hijo sobre sus sentimientos y sobre las cosas que suceden en el hogar y en la escuela que le puede estar molestando.
Comuníqueselo al médico de su hijo. Algunos problemas médicos pueden causar la depresión. Su doctor puede recomendar
psicoterapia
(asesoramiento para ayudar a la personas con sus emociones y comportamiento) o
medicamento para la depresión.
El médico de su hijo puede hacerle ahora un evaluación para detectar depresión todos los años desde los 11 a los 21 años debido a que el suicidio es la causa principal de muerte en los adolescentes. Cualquier pensamiento suicida debe tratarse como una emergencia.
¿Qué puedo hacer para ayudar?
Promueva la buena salud
Los conceptos básicos para una buena salud mental incluyen una dieta saludable, dormir lo suficiente, ejercicio y relaciones positivas con otras personas en el hogar y en la escuela.
Limite el tiempo que pasan frente una pantalla (televisor, computador) y fomente la
actividad física para ayudar a que establezca relaciones positivas con los demás.
Pasar tiempo a solas con cada uno de los padres, ser elogiado por su buen comportamiento y que le estresen sus puntos fuertes ayuda a estrechar el lanzo entre los padres y los hijos.
Brinde seguridad y protección
Hable con su hijo sobre el tema del
hostigamiento o abuso escolar. Ser la víctima de intimidación u hostigamiento es una de las causas de los problemas de salud mental en los niños.
Esté atento a los asuntos relacionados con la
aflicción, el duelo o la pérdida. Busque ayuda si se trata de problemas de duelo que no se mejoran. Si usted como padre de familia está sufriendo una pérdida, pida ayuda y busque apoyo adicional para su hijo.
Reduzca el
estrés. Puede ser necesario hacer cambios a corto plazo en la cantidad de tareas escolares, labores o actividades.
Ponga
bajo llave las armas de fuego, cuchillos, lazos, cables, medicamentos
(incluyendo las que compra sin receta médica) y bebidas alcohólicas.
Eduque a otros
Su adolescente no se está inventando los síntomas.
Lo que parece ser pereza o irritabilidad puede ser síntoma de depresión.
Hable sobre cualquier
historial médico de la familia de depresión para aumentar el entendimiento
Ayude a que su adolescente fomente técnicas de entendimiento y adaptación.
Ayude a que su hijo se relaje con actividades físicas y creativas. Enfóquese en las cosas positivas del niño.
Hable y escuche al niño con amor y comprensión. Ayude a que su hijo aprenda a describir sus sentimientos.
Ayude a su hijo a examinar los problemas de una manera diferente y más positiva.
Solucione los problemas o tareas en pequeños pasos para que su hijo puede tener éxito.
Elabore un plan de seguridad
Siga el plan de tratamiento de su hijo. Asegúrese de que su niño asista a la terapia y que tome su medicamento según las indicaciones.
El tratamiento funciona, pero puede tomar algunas semanas. El niño deprimido puede no darse cuenta de los cambios de ánimo de inmediato.
Elabore una lista de las personas a las que puede llamar cuando los sentimientos negativos empeoran.
Esté atento a los factores de riesgo del suicidio. Estos incluyen hablar de suicidio en persona o por el internet, regalar pertenencias, pensar mucho en la muerte y el abuso de sustancias.
Busque los números de teléfono del pediatra y terapeuta y el equipo que responde a las crisis de la salud mental en su localidad.
La Línea de Ayuda para Prevenir Suicidios (National Suicide Prevention Lifeline) es 1-800-273-8255 o en línea
www.suicidepreventionlifeline.org (en inglés).
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