Si su hijo experimenta grandes cambios de humor, acompañados de cambios drásticos en su forma de relacionarse con la escuela, la familia y los amigos, es posible que se pregunte si esto forma parte del crecimiento o si es un signo de algo más grave.
La salud mental ha sido noticia últimamente, y prácticamente todos los padres y cuidadores están preocupados por ella. Muchos de nosotros suponemos que, con cariño y comprensión, nuestros hijos se las arreglarán de alguna manera. Al mismo tiempo, sabemos que 1 de cada 6 jóvenes vive con una afección de salud mental que no mejorará sin ayuda profesional.
Entre el 1% y el 2% de todos los niños menores de 18 años de los EE. UU. tienen
trastorno bipolar, una enfermedad asociada a cambios episódicos en el estado de ánimo y el comportamiento. Esto es lo que debe saber sobre el trastorno bipolar y cómo detectar si su hijo podría estar padeciéndolo. Con tratamiento, los niños y adolescentes con trastorno bipolar pueden mejorar con el tiempo.
¿Qué es el trastorno bipolar?
Antes conocido como depresión maníaca, el trastorno bipolar es una afección cerebral que provoca cambios extremos en el estado de ánimo. Según el tipo de trastorno bipolar (trastorno bipolar I, trastorno bipolar II o ciclotimia), las personas con esta afección pasan por
períodos maníacos caracterizados por un estado de ánimo extremadamente elevado o irritable y una gran energía. A veces también podrían experimentar
períodos depresivos en los que se sienten tristes, desesperanzados y desanimados. Los niños y adolescentes son más propensos a sufrir fluctuaciones en el estado de ánimo, incluso dentro de los episodios maníacos o depresivos agudos que experimentan.
Los niños que tienen trastorno bipolar también podrían presentar síntomas confusamente similares a los de otros trastornos comunes en la infancia, tales como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo (TDDEA), la
depresión mayor, la
ansiedad, los
trastornos de conducta y los trastornos por consumo de sustancias. Los
traumas infantiles también desempeñan un papel fundamental en la salud mental. Éstas son sólo algunas de las razones por las que a los profesionales médicos a menudo les resulta difícil dar un diagnóstico claro, incluso cuando los niños presentan varios signos de que podrían padecer trastorno bipolar.
¿Cómo son los episodios bipolares en niños y adolescentes?
Los niños que padecen bipolaridad sufren cambios drásticos y episódicos en el sueño, el estado de ánimo y los niveles de energía, lo que les dificulta pensar con claridad y relacionarse con los demás.
Cuando un niño experimenta manía, podría:
Actuar de forma increíblemente feliz, tonta o incluso vertiginosa
Estar más irritable o impaciente de lo normal
Hablar rápidamente, cambiando de un tema a otro
Dormir mucho menos de lo habitual sin sentirse cansado
Tener dificultar para concentrarse en una tarea o un tema
Mostrar gran interés por actividades peligrosas o arriesgadas
Tomar decisiones precipitadas que parecen fuera de lugar
Perder o romper objetos de valor (por ejemplo, teléfonos móviles, bicicletas, joyas, etc.)
Tener más conflictos o malentendidos con los demás
Cuando están deprimidos, los niños con trastorno bipolar podrían:
Sentirse tristes, desanimados o desesperanzados
Mostrar más ira e irritabilidad de lo habitual
Quejarse de dolores, tales como molestias estomacales o dolores de cabeza
Dormir mucho más de lo habitual o tener problemas para conciliar el sueño
Experimentar "niebla cerebral" que dificulta la concentración
Tener mucha menos energía de lo normal
Alejarse de los amigos, la familia y las actividades que normalmente les gustan
Comer demasiado o muy poco
Hablar o pensar en la muerte o el suicidio
Mi hijo tiene algunos de estos síntomas de trastorno bipolar: ¿debería preocuparme?
La mayoría de los jóvenes pasan por momentos de estrés, duda y miedo que podrían dificultarles el sueño, las tareas escolares o las buenas relaciones con la familia y los amigos. Esta volatilidad incorporada forma parte del crecimiento, especialmente en una época en la que las
redes sociales reflejan fuertes presiones para que los chicos encajen.
El desafío al determinar qué es una variabilidad "normal" del estado de ánimo y qué podría ser, en cambio, un trastorno bipolar ha desconcertado a los expertos médicos durante cierto tiempo. Hasta hace poco, muchos creían que el trastorno bipolar no podía diagnosticarse hasta principios o mediados de los 20 años de edad, cuando el cerebro de una persona joven está más desarrollado.
Estudios más recientes nos han ayudado a comprender que muchos niños, de hecho, viven con trastorno bipolar, lo que significa que necesitan ayuda y apoyo especializados.
¿Cómo sabré si mi hijo debería ser evaluado para determinar si tiene trastorno bipolar?
A continuación, encontrará algunas preguntas que pueden ayudarlo a reflexionar sobre los síntomas de su hijo y a determinar cuándo debe pedir ayuda a su pediatra.
¿Los cambios de humor interfieren en la capacidad de mi hijo para desenvolverse en la vida cotidiana?
¿Estoy observando episodios de "subidas" o "bajadas" intensas que cambian considerablemente sus pensamientos y comportamientos?
¿Estos patrones son considerablemente diferentes de la forma en que mi hijo solía sentirse y actuar?
¿Se ve afectada su vida escolar, deportiva, social (amigos) y familiar?
Cuando se plantee estas preguntas, tenga en cuenta que, aunque el trastorno bipolar no sea la causa, su hijo necesita ayuda urgentemente. Los niños cuyas vidas se ven gravemente afectadas por síntomas de salud mental NO se "recuperarán" repentinamente. Sin la atención adecuada, muchos luchan durante años, sufriendo juicios y estigmas durante el proceso. Usted puede evitarlo buscando ayuda ahora.
¿Es común que los padres también tengan dificultades?
Por supuesto. Muchos padres creen que no saben nada sobre salud mental, por lo que evaden el tema. Otros se sienten culpables o avergonzados, y asumen que son el origen de las dificultades de su hijo (sobre todo si hay antecedentes familiares de enfermedad mental o si su hijo ha sufrido
abusos, violencia u otros traumas).
Si le cuesta pedir ayuda, piénselo de esta manera.
Nunca dejaría de llamar al médico si su hijo tuviera un hueso roto, una tos terrible o una erupción cutánea dolorosa. La salud mental no es menos real que estas afecciones físicas. Y con millones de niños en prácticamente todo el país que se enfrentan a problemas de salud mental, usted y su hijo no están solos.
¿Qué tipo de tratamiento para el trastorno bipolar recibirá mi hijo?
Después de una cuidadosa evaluación para determinar si el trastorno bipolar es un diagnóstico adecuado que explique los síntomas de su hijo, los proveedores de atención médica elaborarán un plan de tratamiento adecuado a su edad. Es posible que se recomiende una combinación de medicación, terapia cognitiva (de conversación) y estrategias tranquilizadoras. El sueño también será crucial, ya que
descansar lo suficiente es fundamental para la salud mental, sobre todo en niños y adolescentes.
Normalmente, el pediatra formará parte del
equipo de atención médica de su hijo, junto con un psiquiatra especializado en la administración de medicamentos para afecciones psiquiátricas. Los niños con trastorno bipolar también se benefician de la terapia conversacional, que les ayuda a afrontar los miedos y las dudas que suelen surgir cuando se les diagnostica una enfermedad grave (y posiblemente de por vida).
Los grupos de apoyo también pueden ser útiles, y no solo para los niños. La Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés) ofrece
recursos y grupos de apoyo (en inglés) para niños, adolescentes, padres y familias. La Alianza de Apoyo para la Depresión y la Bipolaridad (DBSA, por sus siglas en inglés) también ofrece grupos de apoyo para personas de todas las edades (incluidos familiares y amigos de personas con trastorno bipolar).
¿Qué hago si mi hijo tiene pensamientos suicidas?
Llame inmediatamente al 988 si su hijo está pensando en suicidarse o amenaza con hacerse daño. Este nuevo número lo pondrá en contacto con la línea nacional para la
Prevención del Suicidio, donde los expertos lo ayudarán (en inglés y español) a encontrar atención de emergencia cerca de su casa.
También puede encontrar apoyo y recursos en español en el siguiente enlace.
Cosas que hay que recordar sobre el trastorno bipolar en niños y adolescentes
La salud mental forma parte de la salud humana. No tiene por qué sentirse avergonzado si su hijo muestra signos de trastorno bipolar (u otros trastornos mentales).
Los cambios de humor bipolares van y vienen, pero esta afección no desaparece por sí sola. Los niños con trastorno bipolar necesitan tratamiento especializado para recuperar el equilibrio y volver a involucrarse con la escuela, la familia, los amigos y la comunidad.
Su hijo puede recuperarse y llevar una vida sana y plena, incluso con trastorno bipolar. (Aquí se presenta una
historia de vida inspiradora que usted y su hijo podrían disfrutar -en inglés-).
El apoyo familiar marca la diferencia. Usted es el defensor y el guía de su hijo mientras se adapta a los desafíos de tener una enfermedad mental.
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