Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se preocupan por pensamientos o acciones repetitivos que, para otras personas, pueden parecer tontos o ilógicos. Estas ideas recurrentes (obsesiones) y acciones reiterativas (compulsiones) son incontrolables y pueden alterar sus vidas y, en última instancia, trastornar el funcionamiento normal de sus familias. En las personas afectadas, entre un tercio y la mitad del total el trastorno obsesivo-compulsivo comienza en la infancia y en la adolescencia.
Síntomas de TOC en niños
Los niños con conductas obsesivo-compulsivas pueden lavarse las manos o cepillarse los dientes en forma excesiva. Pueden sentir el impulso de revisar las cosas reiteradamente; por ejemplo, asegurarse de haber guardado su tarea escolar o su almuerzo por las mañanas. Tal vez repitan ciertos rituales, quizá entrando y saliendo de una habitación una determinada cantidad de veces. Puede que arreglen y vuelvan a arreglar las cosas en la mesa meticulosamente, que estén preocupados por los gérmenes, la suciedad, los delitos, la violencia, las enfermedades o la muerte de manera excesivamente dramática.
La mayoría de los niños y adultos muestran un comportamiento similar de vez en cuando. Sin embargo, con el TOC estos hábitos interfieren con las actividades de la vida diaria y las relaciones. Incluso a su corta edad, estos niños a menudo reconocen que su comportamiento es inusual. Sin embargo, si intentan controlarlo, por lo general se ven abrumados por la ansiedad y vuelven a sus peculiares rituales de alivio.
Sabiendo que su comportamiento del TOC no es normal, a menudo tratan de ocultárselo a familiares y amigos. Muchos niños tienen estos comportamientos inusuales durante muchos meses antes de que los descubran.
¿Qué causa el TOC?
Los especialistas que investigan las causas del trastorno obsesivo-compulsivo lo describen como un trastorno neurobiológico que parece darse en familias.
Si su hijo muestra un comportamiento obsesivo-compulsivo, hable con su pediatra, quien puede derivarlo a un profesional de salud mental infantil. Se puede recomendar terapia conductual o medicación.