Muchos padres estarán de acuerdo con que sus hijos adolescentes simplemente no escuchan. Pero, ¿qué pasa si es porque realmente no pueden oír?
Los pediatras se percataron que el uso de audífonos o auriculares podría estar dañando la audición de los adolescentes. La American Academy of Pediatrics (AAP) quiere evitar este tipo de pérdida auditiva (hipoacusia) y recomienda que se realice a los adolescentes una evaluación para detectar daño auditivo en los tonos más altos y saber si tienen pérdida auditiva de alta frecuencia.
Según Joseph F. Hagan Jr., M.D., FAAP, coeditor de AAP Bright Futures Guidelines, los niños se exponen al ruido a través de medios electrónicos y generalmente este ruido es más alto de lo permitido por la ley en un lugar de trabajo. "Sabemos que eso causa problemas de pérdida auditiva de alta frecuencia".
Evaluaciones auditivas recomendadas para niños mayores y adolescentes.
Los niños deben ser evaluados en tres momentos:
- Entre los 11 y 14 años.
- Entre los 15 y 17 años.
- Entre los 18 y 21 años.
Las pruebas consisten en hacerle escuchar al paciente una serie de pitidos (señales acústicas) a través de audífonos para determinar si puede diferenciar un rango de tonos.
Según un estudio, uno de cada seis adolescentes tiene pérdida auditiva de alta frecuencia. Este tipo de pérdida auditiva se debe a la exposición a ruidos fuertes, como la música que se escucha con auriculares.
Los autores de otro estudio se sorprendieron al descubrir que el sonido de una pelota rebotando es más fuerte que el disparo de un arma. Ambos son lo suficientemente fuertes como para causar pérdida auditiva. Advierten que el daño auditivo es similar al daño provocado por el sol: en exceso y con el tiempo, puede causar daño.
¿Qué más pueden hacer los padres?
Los padres pueden ayudar a evitar la pérdida auditiva mediante la enseñanza de buenos hábitos auditivos. Los niños deben descansar después de una hora de estar escuchando cualquier sonido y bajar el volumen de sus reproductores de música a un 60 %. Según la AAP, los jóvenes deberían poder escuchar las conversaciones que los rodean mientras escuchan música.
Lo que les digo a mis pacientes es: "Si duele es porque hay una razón. Apágalo. Si después sientes algo raro en los oídos, es porque estaba demasiado alto", dijo el Dr. Hagan. Como padre suelo decirles a mis hijos, "Si lo puedo escuchar yo, está demasiado alto".
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