Por Laura Cornwell, MD
Los niños con trastornos neurocognitivos como la
parálisis cerebral, que presentan diferencias en la función cerebral y nerviosa, a veces también experimentan otras diferencias en la función corporal. Esto podría incluir dificultades para controlar la micción, lo que también se conoce como trastorno de micción. Lea más sobre este vínculo y los consejos que pueden ayudar a manejar los desafíos relacionados con el control de esfínteres.
¿Qué es el trastorno de micción?
El "trastorno de micción" hace referencia a los problemas para orinar que persisten después de que a un niño se le ha
enseñado a ir al baño durante 6 meses o más. El trastorno de micción es común en todos los niños: afecta hasta al
20% de los niños en edad escolar.
Los síntomas comunes del trastorno de micción incluyen los siguientes:
Pérdidas de orina o accidentes diurnos
Pérdidas de orina o accidentes nocturnos (enuresis nocturna o mojar la cama)
Necesidad continua de usar pañal
Accidentes con las heces (popó)
Frecuencia: necesidad de orinar a menudo, más de una vez cada 2 horas
Urgencia: necesidad urgente de orinar o necesidad repentina de orinar sin previo aviso
Dificultad para comenzar a orinar y mantener un flujo urinario
Sensación de vaciado incompleto de la vejiga
¿Por qué es más probable que los niños con trastornos neurocognitivos tengan trastorno de micción?
La vejiga es un músculo del cuerpo destinado a retener la orina y el
esfínter es un músculo que controla la salida de la orina. Estos músculos deben trabajar juntos para que la orina se almacene y se vacíe. Muchos pacientes con un trastorno neurocognitivo tienen un movimiento muscular diferente en uno o ambos músculos.
Es común que los niños con anomalías neurocognitivas tengan desafíos relacionados con el trastorno de micción que pueden durar muchos años. Sin embargo, existen afecciones comunes que también podrían contribuir a los síntomas de control de la vejiga.
Cómo las IVU pueden afectar el trastorno de micción
Las
infecciones de las vías urinarias (IVU) pueden empeorar el trastorno de micción. Las IVU suelen ser más comunes en niños con enfermedades neurológicas más graves, incluidos aquellos que no pueden caminar o hablar.
El vínculo con el estreñimiento
También es importante saber que el
estreñimiento puede empeorar el trastorno de micción en todos los niños. Incluso cuando los niños parecen evacuar con regularidad sin dificultad ni dolor, pueden tener heces duras o grandes en el intestino que presionan la vejiga y empeoran los síntomas urinarios. El estreñimiento es muy común en los niños con anomalías neurocognitivas, por lo que prestar atención regular a las evacuaciones intestinales es fundamental para ayudar con los problemas de micción.
¿Qué puedo hacer para mejorar el trastorno de micción en mi hijo con una anomalía neurocognitiva?
Algunos niños podrían tener síntomas menos comunes o molestos, mientras que en otros es posible que les causen molestias y estrés diario. En algunos casos, los síntomas podrían mejorar a medida que el niño crece y madura; sin embargo, en otros con diferencias neurológicas más significativas, los síntomas podrían empeorar con el tiempo.
Muchos de los síntomas del trastorno de micción se pueden mejorar con cambios en los hábitos de control de esfínteres, tales como los siguientes:
Control del estreñimiento
Una estrategia efectiva para ayudar con el trastorno de micción es prestar más atención a las evacuaciones intestinales.
La vejiga funciona mejor si el intestino, situado justo al lado, evacua heces blandas al menos una vez al día. Las heces ideales deben tener solo una ligera forma, similar al puré de papas o helado cremoso. Las heces que son más sólidas, con grietas o trozos, suelen tardar más en salir del cuerpo y presionan contra la vejiga, lo que puede causar trastorno de micción. El estreñimiento es también una de las causas más comunes de IVU en los niños.
Implementar cambios simples en la dieta y medicamentos de venta libre puede ayudar con las evacuaciones intestinales.
Cambios en la dieta: Los mejores alimentos y bebidas que se pueden consumir para facilitar los movimientos intestinales son el agua, las verduras y las legumbres con fibra. Las ciruelas pasas y el aceite de linaza son laxantes naturales muy populares para las familias. Otras frutas también pueden ayudar con las deposiciones, como los melocotones, las peras y las piñas. Es importante
evitar ciertos alimentos, como las bananas frescas (amarillo brillante) o el consumo frecuente de leche de vaca.
Muchos niños que tienen trastorno de micción también están en una edad en la que es común ser
quisquillosos con la comida, lo que hace que los cambios en la dieta sean difíciles para los padres. Cuando los cambios en la dieta no logran producir heces regulares y blandas como se describió anteriormente, a menudo se necesitan medicamentos.
Medicamentos para el estreñimiento: El medicamento más recomendado para los niños con estreñimiento es el polietilenglicol en polvo, que puede adquirirse sin receta médica. Se prefiere este medicamento porque permanece en el interior de los intestinos, arrastra suavemente el agua para que las heces sean más blandas y no debería causar calambres ni dolor. Se puede mezclar con agua, líquidos o alimentos con consistencia de pudín o crema. La cantidad correcta puede variar para cada niño, dependiendo de su tamaño. La cantidad administrada se puede aumentar o disminuir para reblandecer las heces, lo que suele ocurrir unas 24 horas después de la administración.
También existen muchos otros medicamentos de venta libre para ayudar a los niños a evacuar si es necesario. Hable con el pediatra de su hijo acerca de las diferentes opciones. A veces, una consulta con un
gastroenterólogo puede ser útil, especialmente si los medicamentos de venta libre no parecen surtir efecto.
Sistemas de recompensas y otras técnicas de control de esfínteres para el trastorno de micción
Si su hijo puede seguir instrucciones, usted puede establecer metas con él para ayudar a controlar la micción. Un sistema de recompensas y palabras de aliento pueden ser muy útiles. Se debe evitar el castigo. Algunas estrategias comunes incluyen las siguientes:
Micción programada. Ponga una alarma o un recordatorio para que su hijo orine cada 2 o 3 horas. Esto es para evitar accidentes o urgencia urinaria por esperar demasiado entre las visitas al baño.
Doble micción. Cuando su hijo orine, pídale que vuelva a intentarlo después de esperar 1 o 2 minutos para asegurar un mejor vaciado.
Técnicas de relajación. Cuando su hijo esté en el baño, asegúrese de que se vea relajado y no se apresure a orinar. Las piernas deben estar separadas y, si es posible, apoyadas en un taburete o en el suelo. Los codos pueden descansar sobre la parte superior de las piernas y la respiración profunda puede ayudar a evacuar la orina. Se debe pedir a los niños varones que se sienten para orinar mejor hasta que mejoren sus problemas de micción.
Cuando estas estrategias no parecen ayudar
Existen otras terapias o medicamentos que un
profesional de urología pediátrica podría recomendar para aliviar los síntomas. Su pediatra es un buen punto de partida si quiere buscar nuevas opciones para su hijo.
Si su hijo no puede seguir instrucciones
Es común que los niños con discapacidades más graves continúen usando pañales. La principal estrategia para los niños que dependen del pañal es la higiene regular, a fin de evitar sarpullidos o heridas debido a la humedad. Generalmente, hay baja probabilidad de complicaciones relacionadas con la orina, como lesiones en los órganos o infecciones.
Los niños que requieren el uso regular de una silla de ruedas podrían tener más probabilidades de desarrollar cálculos renales, dificultad para vaciar la orina o
infecciones de las vías urinarias. Si esto ocurre, tendrá que consultar a un
urólogo pediátrico para reducir las posibilidades de complicaciones.
Qué hacer si su hijo tiene dificultad para orinar o retiene la orina durante períodos prolongados
Se habla de "retención urinaria" cuando existe dificultad para comenzar a orinar a pesar de que la vejiga está llena. En los niños con una anomalía neurocognitiva, los padres observarán que no mojan el pañal ni orinan durante 8 horas o más. Esto puede deberse a múltiples causas.
Causas comunes de la retención urinaria
Una causa frecuente de la retención urinaria es que el niño tenga una gran cantidad de
heces junto a la vejiga. Otras causas comunes incluyen molestias genitales o algunos medicamentos (especialmente medicamentos anticonvulsivos o relajantes musculares).
Cómo ayudar a su hijo cuando tiene problemas para orinar
Si su hijo tiene dificultades para orinar, podría intentar colocarle los glúteos en una bañera con agua tibia durante 10 minutos o más. Si esto no da resultado, un supositorio rectal o un enema (de venta libre) pueden ayudar al niño a expulsar una gran cantidad de heces y orina al mismo tiempo. Si su hijo se siente incómodo o parece enfermo, debe ser evaluado de emergencia, preferiblemente en un centro de atención de urgencias o emergencias.
Recuerde
Los
urólogos pediátricos y sus enfermeras asociadas son expertos en el manejo del trastorno de micción en todos los niños. Este es un problema común que enfrentan muchos niños y padres;
usted no está solo. Si le interesa obtener asesoramiento y tratamiento personalizado para su hijo, tiene ayuda a su disposición. Consulte con su pediatra, neurólogo o fisiatra sobre los síntomas de su hijo y si podría beneficiarse de una derivación.
Más información
Acerca de la Dra. Cornwell
Laura Cornwell, MD, es profesora adjunta de urología y uróloga pediátrica en University of Louisville y Norton Children's Hospital en Louisville, Kentucky. Tiene un interés especial en mejorar las experiencias perioperatorias de los niños que se someten a una cirugía urológica y en comprender y mejorar el tratamiento de los pacientes con enfermedades renales urológicas. Completó su formación urológica en SUNY Upstate University Medical Center y su formación en urología pediátrica en Rady Children's Hospital. Dentro de la American Academy of Pediatrics, es miembro de la Sección de Urología.
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