Cuando su pequeño comienza a mostrar los primeros síntomas de un resfrío o una gripe, el caos puede instalarse rápidamente en su hogar. Lo último que desea es verse sorprendido cuando su pequeño se siente mal. Tener un "kit de supervivencia" bien preparado para la temporada de virus respiratorios puede marcar la diferencia.
Ya sea para aliviar la irritación de la garganta o despejar la congestión nasal, a continuación, le presentamos algunos productos básicos para aliviar los síntomas. Con estos artículos a mano, podrá ayudar a su hijo a sentirse mejor, lo que brindará alivio y consuelo a ambos durante esas largas noches de resfrío.
✅ Solución salina nasal y pera de goma o aspirador
La congestión nasal puede ser muy incómoda para los bebés y niños pequeños. Sus fosas nasales son mucho más pequeñas que las de los adultos. Incluso una pequeña acumulación de mucosidad puede interferir en el sueño, la alimentación y el bienestar general.
La
solución salina nasal (gotas, aerosol o vapor) y los aspiradores son herramientas simples pero muy eficaces para aliviar la congestión de su pequeño. La solución salina ayuda a aflojar y eliminar la mucosidad seca o pegajosa de la nariz de su bebé. Luego, puede utilizar una pera de goma o un aspirador nasal para succionar suavemente la mucosidad.
Tipos de aspiradores nasales y soluciones salinas
Las peras de goma generan un efecto de succión al apretarlas y soltarlas. También existen aspiradores nasales con boquilla para succionar la mucosidad nasal a través de un tubo. (No se preocupe: estos "aspiradores de mucosidad" tienen filtros que evitan que la mucosidad llegue a la boca). También existen aspiradores eléctricos de uso doméstico con succión de calidad hospitalaria que se venden sin receta en farmacias o por Internet.
También puede conseguir gotas salinas, vapores y enjuagues sin receta. Si lo prefiere, puede preparar su propia solución usando sal y bicarbonato de sodio.
(Consulte "Cómo preparar solución salina casera para la nariz" en esta página). Recuerde usar siempre agua estéril, destilada o previamente hervida si opta por hacerlo en casa.
Para la mucosidad pegajosa y persistente, también podría ser útil tener bolitas de algodón. Puede humedecer una para limpiar suavemente la piel alrededor de la nariz.
✅ Cremas hidratantes y ungüentos
El goteo nasal puede irritar la delicada piel alrededor de las fosas nasales de su hijo, dejándola roja o agrietada. Además de muchos pañuelos o toallitas nasales, es bueno tener a mano una crema hidratante, como vaselina, manteca de karité u otro bálsamo sin perfume.
Aplicar una pequeña cantidad de crema hidratante alrededor de las fosas nasales puede ser de gran ayuda para lo siguiente:
Aliviar la irritación. El ungüento crea una barrera contra la humedad, evitando que la irritación aumente debido a las secreciones nasales, el uso de los pañuelos o los estornudos.
Ayudar a sanar la piel agrietada. El ungüento ayuda a retener la humedad, evitando que la piel se reseque, lo que puede acelerar la curación de áreas agrietadas o enrojecidas.
Reducir la formación de costras. La vaselina también previene la formación de costras de mucosidad seca alrededor de las fosas nasales, lo que facilita su limpieza.
Recuerde aplicar solo una pequeña cantidad alrededor de la nariz de su bebé para evitar que inhale el producto.
✅ Humidificador o vaporizador
El aire frío y seco del invierno puede espesar la mucosidad nasal. Tener un humidificador o vaporizador le permitirá aumentar la humedad en la habitación de su hijo. Mantener húmedo el aire de la habitación de su hijo puede aliviar la congestión nasal y la tos seca.
Consejos importantes de seguridad al usar humidificadores y vaporizadores:
Coloque el humidificador cerca de su hijo, pero fuera de su alcance.
Conserve y siga las instrucciones del fabricante sobre cómo limpiar el humidificador o vaporizador. Sin una
limpieza y un mantenimiento adecuados, la máquina puede acumular moho, bacterias y minerales. El funcionamiento de un humidificador sucio puede liberar estos gérmenes y depósitos en el aire, y respirarlos puede irritar los pulmones.
Los humidificadores de vapor frío generalmente se consideran más seguros para los niños pequeños que los de vapor caliente o los vaporizadores de agua caliente, ya que no representan riesgo de quemaduras.
Un
baño tibio o una
ducha de vapor también puede ayudar a humectar las vías respiratorias de su hijo. Sin embargo, recuerde que siempre debe permanecer junto a los bebés y niños pequeños cuando estén en el agua.
✅ Ungüentos para el pecho
Los ungüentos para frotar en el pecho también son útiles durante la temporada de virus respiratorios. Ayudan a aliviar los síntomas de la congestión o la tos, especialmente por la noche. Los ingredientes de aroma fuerte y efecto refrescante (mentol, alcanfor o aceite de eucalipto) podrían ayudar a abrir las vías nasales para que su hijo respire con mayor facilidad. Los ungüentos con mentol pueden usarse en niños a partir de los
2 años de edad.
Cómo usar un ungüento para el pecho:
Aplique el ungüento en el pecho de su hijo y en la parte delantera del cuello (área de la garganta). Evite la cara, especialmente cerca de los ojos y la nariz, ya que puede irritar la piel sensible y las membranas mucosas.
Nunca use ungüentos mentolados en bebés o niños menores de 2 años. El alcanfor puede ser tóxico por ingestión o absorción cutánea. Además, los vapores del producto pueden irritar las vías respiratorias.
Como con cualquier medicamento, lea y siga cuidadosamente las instrucciones. Después de usar el ungüento, asegúrese de guardarlo fuera del alcance de los niños.
✅ Miel
Agradezca a las abejas por este remedio: los estudios sugieren que la miel puede aliviar el dolor de garganta, reducir la tos y ayudar a los niños con infecciones respiratorias a dormir mejor. Sin embargo,
nunca debe darle miel a un bebé menor de 12 meses. No es seguro debido a que la miel puede contener bacterias que causan una enfermedad grave llamada
botulismo infantil.
Cantidades recomendadas para niños:
Para niños de 1 a 5 años: media cucharadita de miel
Para niños de 6 a 11 años: 1 cucharadita de miel
Para niños de 12 años o más: 2 cucharaditas de miel
Si le da miel a su hijo a la hora de acostarse, asegúrese de que se cepille los dientes posteriormente. Esto ayudará a evitar la formación de
caries.
✅ Suministros para mantenerse hidratado
Mantenerse hidratado es clave para ayudar a su hijo a sentirse mejor cuando está enfermo. Anímelo a tomar pequeños sorbos con frecuencia. El
agua corriente es la mejor opción. Considere darle a su hijo una taza o un biberón divertido, que sea fácil de limpiar o que pueda lavarse en el lavavajillas para eliminar los gérmenes.
En el supermercado, compre los ingredientes necesarios para preparar o servirle una sopa tibia. Esta clásica comida reconfortante calma e hidrata a la vez.
Consumir suficientes líquidos durante una infección respiratoria puede ayudar con lo siguiente:
Prevenir la deshidratación. La fiebre puede hacer que su hijo pierda líquidos rápidamente. Lo mismo ocurre con la respiración acelerada, común en las infecciones respiratorias. Beber suficiente líquido ayuda a reemplazar los líquidos perdidos.
Aligerar la mucosidad. Mantener una buena hidratación ayuda a que la mucosidad en las vías respiratorias se mantenga más fluida y sea más fácil de eliminar.
Aliviar el dolor de garganta. Los líquidos mantienen la garganta hidratada, lo que puede reducir la irritación y el dolor causados por la tos o el goteo posnasal.
✅ Termómetro
Un termómetro confiable le ayudará a saber si su hijo tiene
fiebre. Medir su temperatura le permitirá saber si está mejorando, si se mantiene igual o si empeora. Si la fiebre sube demasiado o dura mucho tiempo, es necesario buscar atención médica.
(Consulte "¿Cuándo debe llamar al pediatra debido a una fiebre?").
¿Qué tipo de termómetro es el más adecuado para verificar la fiebre?
Es mejor usar un termómetro digital para verificar la temperatura de su hijo. Los termómetros de mercurio llenos del metal plateado pueden romperse y liberar niveles
tóxicos de gases de mercurio. En efecto, si tiene un termómetro de mercurio en casa, lo mejor es
desecharlo por seguridad.
Hay distintos tipos de termómetros digitales. Según el tipo y la edad de su hijo, la medición puede realizarse por vía oral, en la frente, en el oído o en el recto. Tomar la temperatura rectal se considera la opción más precisa, especialmente en bebés menores de 3 meses. (Para obtener más información sobre cómo tomar la temperatura a su hijo, consulte "Cómo tomarle la temperatura a un niño").
✅ Medicamentos de venta libre para el dolor y la fiebre
Si los síntomas de su hijo le impiden dormir, los medicamentos de
venta libre para el dolor y la fiebre pueden ayudar a que se sienta más cómodo.
Acetaminofeno e ibuprofeno
Las fórmulas de
acetaminofeno para bebés y niños pueden reducir la fiebre y aliviar dolores musculares, dolor de garganta y dolores de cabeza. Otra opción para el dolor y la fiebre es el
ibuprofeno, aunque solo debe administrarse a niños mayores de 6 meses. Consulte al médico antes de darle ibuprofeno a su hijo si tiene una enfermedad renal, asma, úlceras u otra enfermedad crónica (a largo plazo).
Asegúrese de leer atentamente las indicaciones para administrar la dosis correcta.
(Consulte "Cómo administrar los medicamentos líquidos para niños").
¿Qué ocurre con la aspirina y los medicamentos para la tos y el resfrío en los niños?
Nunca le dé aspirina a su hijo a menos que el médico de su hijo le diga que es seguro hacerlo. La aspirina puede causar una enfermedad hepática muy grave llamada
síndrome de Reye, especialmente en niños con
gripe o
varicela.
Además, losmedicamentos de venta libre para la tos y el resfrío no deben administrarse a bebés y niños menores de 4 años de edad. Algunos ingredientes de estas fórmulas pueden reducir
peligrosamente la respiración de su hijo, y otros, como el descongestionante
fenilefrina, han demostrado ser ineficaces.
Otro problema es que muchos medicamentos para el resfrío ya contienen componentes que reducen el dolor o la fiebre. Por lo tanto, si le da a su hijo uno de estos medicamentos junto con acetaminofeno, su hijo recibirá una
dosis doble.
Recuerde
Uno de los mejores recursos para que su hijo se sienta mejor es el cuidado amoroso que le brinde mientras descansa y se recupera. Por ejemplo, acurrucarse para
compartir un libro o darle un suave
masaje puede ser de gran ayuda para consolarlo.
Además, tenga en cuenta que usted es quien mejor conoce a su hijo. Si no mejora o algo no parece estar bien, no dude en contactar a su pediatra.
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