La mayoría de dificultad para respirar durante los primeros 3 años de vida se relaciona con infecciones respiratorias virales. Los virus respiratorios y primeros síntomas del asma pueden ser difíciles de diferenciar, haciendo que el diagnóstico y tratamiento sea complicado. Pero los médicos y padres ahora cuentan con una herramienta para ayudarles a predecir con una exactitud razonable si el niño desarrollará asma o simplemente la superará.
El índice de predicción de asma (API) es una guía para determinar qué niños pequeños tienen probabilidades de tener asma cuando sean mayores. Los niños menores de 3 años que han tenido 4 o más episodios significativos de dificultad para respirar durante el último año tienen más probabilidades de tener asma persistente (por ejemplo, de por vida) después de 5 años si tienen alguno de los siguientes:
Un factor decisivo importante
- Un padre con asma
- Diagnóstico médico de eczema (dermatitis atópica)
- Sensibilidad a los alérgenos en el aire (como lo determina un médico a través de pruebas positivas de la piel o análisis de sangre de alérgenos como árboles, césped, malezas, moho o ácaros)
O
Dos factores decisivos menores
- Alergias a alimentos
- Mayor que 4% de eosinofilos sanguíneos (un tipo de glóbulo blanco observado con frecuencia en las enfermedades alérgicas)
- Dificultad para respirar no relacionada con resfriados
El API se desarrolló después de dar seguimiento a aproximadamente 1,000 niños de 13 años de edad. Resultó que un niño con dificultad para respirar con un API positivo a aproximadamente 2 a 3 años de edad significaba que había un 80% de probabilidades de que el niño tuviera un diagnóstico definitivo de asma al ingresar a primer grado.
Con el API, los médicos y padres pueden observar más de cerca los síntomas del asma mientras el niño crece y si es necesario, empezar a darle los medicamentos adecuados antes. Un tratamiento temprano y mejor puede ayudar a mantener a los niños activos y saludables, y su asma bajo control.