Por Alexis J. Gumm, MD, FAAP
La enfermedad del hígado graso se produce cuando los triglicéridos, un tipo específico de grasa, se acumulan en el hígado. Con el tiempo, esto puede provocar daño hepático.
En el pasado, la enfermedad del hígado graso se consideraba una enfermedad de adultos. Pero se ha vuelto mucho más frecuente en niños y adolescentes. De hecho, actualmente es la causa más frecuente de enfermedad hepática en todo el mundo. Presentamos aquí lo que los padres deben saber.
¿Corren algunos niños mayor riesgo de padecer enfermedad del hígado graso?
Los niños y adolescentes corren un mayor riesgo de padecer enfermedad del hígado graso si tienen:
Índice de masa corporal (IMC) superior al percentil 85
Obesidad central, acumulación de grasa concentrada alrededor del abdomen
Resistencia a la insulina, cuando al cuerpo le cuesta utilizar la hormona insulina para controlar el azúcar en sangre
Prediabetes o diabetes tipo 2 (anteriormente denominada diabetes de inicio en la edad adulta o no insulinodependiente)
Niveles anormales de lípidos en sangre, incluido el colesterol y otras sustancias similares a las grasas
Síndrome metabólico, resistencia a la insulina asociada a presión arterial alta, niveles elevados de triglicéridos, obesidad y, en algunos casos, menstruaciones irregulares en las mujeres
Apnea del sueño, interrupción repetida de la respiración normal durante el sueño)
Antecedentes familiares de enfermedad del hígado graso
Los niños asiático americanos e hispanos también corren un mayor riesgo de padecer enfermedad del hígado graso.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la enfermedad del hígado graso en los niños?
La mayoría de las personas con enfermedad del hígado graso no presentan ningún síntoma. En ocasiones, los niños pueden experimentar dolor en la parte superior derecha del abdomen. Este tipo de dolor abdominal no suele estar causado por la enfermedad del hígado graso, pero a veces puede incitar a realizar pruebas que muestren la enfermedad del hígado graso. Por lo general, la enfermedad del hígado graso se diagnostica cuando las pruebas de laboratorio de rutina que solicita el médico de su hijo en los controles generan preocupación.
¿Qué tipo de pruebas pueden diagnosticar la enfermedad del hígado graso?
Su médico puede solicitar las siguientes pruebas que pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad del hígado graso:
Análisis de sangre
Una ecografía, una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés), una elastografía por resonancia magnética (MRE, por sus siglas en inglés) o una elastografía transitoria controlada por vibración (VCTE, por sus siglas en inglés) para observar el hígado
Es posible que el pediatra solicite una biopsia de hígado para diagnosticar la enfermedad del hígado graso
Cómo tratar la enfermedad del hígado graso en niños
La enfermedad del hígado graso puede tratarse mejor con cambios en el estilo de vida: reducir el consumo de azúcares y grasas procesadas en la dieta y aumentar el ejercicio diario.
¿Qué sucede si no se trata la enfermedad del hígado graso?
Con el tiempo, la grasa se acumula en el hígado, lo que puede provocar la formación de tejido cicatricial hepático. A lo largo de muchos años, esto puede conducir a una insuficiencia hepática. Es la causa más frecuente de trasplantes de hígado en adultos.
Recuerde
Hable con el pediatra si tiene alguna pregunta o inquietud sobre la salud de su hijo.
Más información
Acerca de la Dra. Gumm
Alexis J. Gumm, M.D., FAAP, miembro de la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición de la American Academy of Pediatrics, es hepatóloga especialista en trasplantes en el Children's Wisconsin de Milwaukee, Wisconsin.
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