La mayoría de los bebés, hasta los 7 meses de edad, se adaptan bien al cuidado infantil (guardería). Los bebés más grandes pueden molestarse cuando los dejan con extraños. Necesitan tiempo extra y su apoyo para conocer al cuidador y para entender que usted los va a recoger al final del día. Comenzar a usar una guardería o centro para cuidado infantil es con frecuencia más difícil para los padres que para el niño.
Estar preparado puede hacer más fácil cualquier experiencia nueva. Usted puede ayudar a su niño a adaptarse al nuevo arreglo para su cuidado. Intente lo siguiente:
Haga arreglos para que los cuidadores (niñeras) vengan al hogar cuando usted está presente por un corto tiempo.
Visite la guardería o el lugar donde va a dejar a su niño antes de que empiece el servicio. Demuéstrele a su niño que a usted le gusta y que confía en su cuidador.
Pregúntele al cuidador o al personal del centro cuándo es la mejor época del mes o del año para que los niños ingresen al programa.
Permítale al niño que traiga algo que le recuerde de su casa al lugar de cuidado. Una foto de la familia o un juguete pequeño pueden ser muy útiles.
Hable con su niño sobre el programa de cuidado infantil y sobre sus cuidadores.
Léale al niño libros sobre el cuidado infantil/guarderías (Consulte con la biblioteca de su localidad).
Los cambios repentinos de guardería o arreglo para su cuidado pueden molestar al niño. Esto puede suceder incluso cuando el nuevo cuidador es amable y capacitado. Podría tratar de hacer arreglos para reunirse con el nuevo cuidador o puede pedirle consejos al pediatra de su niño. Los padres deben ayudar a los cuidadores y al niño a lidiar con cualquier cambio en la rutina del niño en la casa o en el centro de cuidado infantil.
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