El juego puede ser una excelente forma para que los niños hagan la
actividad física que necesitan cada día.
El movimiento del cuerpo es importante en muchos sentidos. Solemos escuchar lo importante que es el ejercicio para el corazón y para mantener un peso saludable. Sin embargo, la mente y
el estado de ánimo también están relacionados con el movimiento.
Para los niños, el movimiento puede consistir en hacer deportes, bailar, correr uno detrás del otro o jugar improvisadamente al
juego "Simón dice". Lo importante es mover y estirar las articulaciones y los músculos y, con suerte, al mismo tiempo conseguir que el cerebro entre en la "zona" de calma y concentración.
Estímulo sensorial en el juego físicoPara los niños en el
espectro autista, algunos movimientos y estímulos sensoriales bastante particulares pueden conseguir que se calmen y se concentren. Por ejemplo, después de una buena vuelta, algunos niños con autismo pueden enfocarse más en las interacciones sociales. Para otros, sentir la presión de las articulaciones (como al hacer flexiones en la pared o arrastrarse como un oso sobre las manos y los pies) los ayuda a sentirse más anclados a su cuerpo.
Puede ser una labor de detective darse cuenta de cómo hacer que sus hijos se muevan de una manera que los haga sentir bien. Aquí hay algunas ideas para probar:
Juego con almohadas
Aproveche las almohadas viejas (o las que no le importe que pisen los niños) y juegue, por ejemplo, a "el suelo es lava". O bien, construya un buen fuerte de almohadas a la antigua usanza. A algunos niños les encanta la sensación de presión que tienen cuando leen apoyados en una almohada; otros querrán destruir el fuerte y reconstruirlo una y otra vez; mientras que otros podrían pretender que las almohadas son montañas y cuevas para sus figuras y autos.
Carrera de obstáculos en interiores
Apele a la competitividad de los niños con una carrera de obstáculos. Calcule qué tan rápido pueden recorrerla en turnos consecutivos. No tiene que ser complicado ("corre al dormitorio, da 3 vueltas mientras cantas tu canción favorita, toma este peluche y mantenlo en equilibrio sobre tu cabeza mientras vuelves a la cocina"); lo que sea que resulte juguetón y seguro en su casa en particular. Deje que sus hijos lo ayuden a decidir el orden de los obstáculos, ¡e incluso intente correr usted mismo!
Hora de bailar
A algunos niños les resulta fácil bailar siempre y cuando haya buena música. Otros necesitan ayuda para pensar cómo mover su cuerpo. Pruebe hacer un desafío en el que usted y sus hijos se turnen para inventar un baile que exprese una emoción. También puede representar lo que es una emoción en un personaje de una película o un libro o intentar capturar lo que se siente ser un objeto (piense: ¡un aspersor!).
Desafío de tareas domésticas
Convierta el tiempo de las tareas domésticas en una oportunidad para ponerse en movimiento. Haga que los niños salten o brinquen de habitación en habitación y recojan sus juguetes. Entrégueles una bolsa de basura y desafíelos a saltar de una habitación a otra para vaciar los cestos de basura.
Recuerde
El objetivo es ayudar a los niños a que amen su cuerpo y se sientan seguros moviéndolo de forma divertida, no como un trabajo. Puede parecer imposible competir con la comodidad de sentarse en un sofá acogedor con una
TV o un iPad, pero si hace que el movimiento corporal lúdico forme parte del día a día, los niños llegarán a adorarlo y a esperarlo.
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