¿Qué es un hogar médico?
Esta idea de un “hogar médico” (un lugar en donde todos saben su nombre y sus registros médicos están completos) no es algo nuevo. De hecho, se ha utilizado el término en esferas médicas y del gobierno durante más de una década.
Una hogar médico combina lugar, procesos y personas. No se trata de un edificio, una vivienda ni un hospital, sino más bien de un enfoque para proporcionar atención primaria integral. Una hogar médico representa un enfoque hacia la atención médica pediátrica donde un médico de confianza colabora con la familia para establecer una atención periódica continua. Por medio de esta colaboración, el profesional de atención médica primaria puede ayudar a la familia y al paciente a tener acceso a y coordinar atención de especialidades, otros servicios de atención médica, servicios educativos, atención dentro y fuera de la casa, apoyo a la familia y otros servicios comunitarios públicos y privados que son importantes para la salud general del niño y de la familia. Proporcionar una hogar médico significa abordar las necesidades médicas y no médicas del menor y de la familia.
La American Academy of Pediatrics (AAP) define un hogar médico pediátrico cuando tiene las siguientes características:
- La atención médica de bebés, niños, adolescentes y jóvenes adultos debería ser idealmente accesible, continua, integral, centrada en la familia, coordinada, considerada y culturalmente eficaz.
- Deben prestarla o dirigirla médicos capacitados que proporcionen atención primaria y ayuden a administrar y facilitar de manera esencial todos los aspectos de la atención pediátrica.
- El médico debería ser conocido del niño y de la familia, así como poder desarrollar una colaboración de mutua responsabilidad y confianza.
A los niños se les puede dar atención en el consultorio de un médico, una clínica para pacientes ambulatorios, un centro de salud comunitario o una clínica escolar, siempre que proporcione los servicios que constituyan una atención integral. Tales servicios incluyen:
- Colaboración: Suministro de atención centrada en la familia mediante la construcción de una relación de colaboración basada en la confianza con las familias, respetando su diversidad y el reconocimiento de que constituyen la parte constante en la vida de un niño.
- Claridad: Compartir información clara y no sesgada con la familia acerca de la atención y administración médica del niño y acerca de los servicios y organizaciones de especialidades y comunitarios a los que pueden tener acceso.
- Atención primaria: Suministro de atención primaria, dentro de lo que se incluye sin carácter restrictivo, atención aguda y crónica y servicios preventivos, que incluye la promoción y administración de la lactancia materna, vacunas, evaluaciones del crecimiento y del desarrollo, exámenes apropiados de detección, supervisión de atención médica y orientación para pacientes y padres acerca de asuntos de salud, nutrición, seguridad, paternidad/maternidad y psicología.
- Atención secundaria: Garantía de que la atención ambulatoria y a pacientes hospitalizados para enfermedades agudas estará continuamente disponible (24 horas al día, los 7 días de la semana, 52 semanas al año).
- Continuidad: Suministro de atención durante un periodo de tiempo prolongado para garantizar la continuidad. Las transiciones, que incluye las realizadas a otros proveedores pediátricos o para ingresar al sistema de atención de salud para adultos, se deben planificar y organizar con el niño y la familia.
- Remisiones: Identificación de la necesidad de consulta y remisión apropiada a subespecialistas médicos y especialistas quirúrgicos pediátricos. (En casos en que el menor ingresa al sistema médico a través de una clínica de especialidades, la identificación de la necesidad de consulta y remisión pediátrica primaria es lo apropiado.) Los proveedores de atención médica primaria, de subespecialidades médicas pediátricas y de especialidades quirúrgicas deberían colaborar para establecer planes de administración compartida en colaboración con el niño y la familia, así como para formular una clara expresión del rol de cada quien.
- Intervención: La interacción con programas de intervención temprana, escuelas, programas de educación para los primeros años de la niñez y de cuidado infantil, así como otras agencias comunitarias públicas y privadas para tener la certeza de que se aborden las necesidades especiales del niño y de la familia.
- Coordinación: Suministro de servicios de coordinación de atención en los que la familia, el médico y otros proveedores de servicio trabajan por implementar un plan de atención específica como un equipo organizado.
- Registros: Mantenimiento de un registro accesible, completo y central que contenga toda la información pertinente acerca del niño, manteniendo la confidencialidad.
- Evaluación: Suministro de asesoría y evaluaciones de salud apropiadas en términos de desarrollo y culturalmente competentes para garantizar la transición exitosa a una atención médica orientada al adulto, trabajo e independencia de manera deliberada y coordinada.
Para cumplir con la definición de un hogar médico, un médico designado deberá garantizar que se presten los servicios antes indicados, sin importar el lugar en donde se suministre la atención.
¿Se puede salir de casa?
Obviamente, la sala de urgencias no cumple con estos objetivos como tampoco está diseñada para hacerlo. Como lo implica el nombre, la sala de urgencias es únicamente para atender emergencias; cuando su hijo experimenta una enfermedad o lesión potencialmente fatal y no puede esperar para trasladarse hasta el consultorio del médico.
Pero ¿qué sucede con los centros de atención médica a los que se acude sin previa cita, incluida la nueva generación de clínicas dentro de las tiendas que ofrecen las cadenas más importantes de farmacias? ¿Es aceptable alguna vez acudir a una visita sin previa cita para inquietudes de salud relativamente menores, como dolores de oído y de garganta?
Ciertamente, estas clínicas pueden ser útiles, especialmente si se encuentra fuera de casa o si no son horas hábiles. Pero al igual que la sala de urgencias, estas no cumplen con la definición de un hogar médico y en favor de la salud de su hijo, y debería pensarlo dos veces antes de usarlas de forma rutinaria.
La necesidad de una fuente constante de atención médica (lo ideal sería un hogar médico) para todos los niños se ha identificado como una prioridad para la reforma de las políticas de salud infantil a nivel nacional y local. En la próxima década, con la colaboración de familias, aseguradores, empleadores, gobierno, educadores médicos y otros componentes del sistema de atención de salud, la calidad de vida puede mejorarse para todos los niños por medio de la atención que se suministra en un hogar médico.